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Legis

A/CONF.189/12
Informe de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
Durban, 31 de agosto a 8 de septiembre de 2001
02-21546 (S) 160102
*0221546*
-3-
ÍNDICE
Capítulo Página
I. DOCUMENTOS APROBADOS POR LA CONFERENCIA ........................... 5
Declaración ......................................................................................................... 5
Programa de acción ............................................................................................ 27
Resoluciones aprobadas por la Conferencia ....................................................... 70
II. ASISTENCIA Y ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJOS ............................. 72
A. Fecha y lugar de la Conferencia ................................................................. 72
B. Apertura de la Conferencia ......................................................................... 72
C. Asistencia .................................................................................................... 72
D. Elección del Presidente de la Conferencia .................................................. 77
E. Discursos de apertura .................................................................................. 78
F. Mensajes de Jefes de Estado y otras personalidades .................................. 78
G. Aprobación del reglamento ......................................................................... 78
H. Elección de los demás miembros de la Mesa ............................................. 78
I. Aprobación del programa de la Conferencia .............................................. 79
J. Organización de los trabajos, incluido el establecimiento de la
Comisión Principal y el Comité de Redacción y sus dos grupos
de trabajo (Grupo de Trabajo sobre el proyecto de declaración y
Grupo de Trabajo sobre el proyecto de programa de acción) ..................... 80
K. Nombramiento de los miembros de la Comisión de Verificación
de Poderes ................................................................................................... 80
L. Otros asuntos ............................................................................................... 80
III. DEBATE GENERAL ......................................................................................... 81
IV. INFORME DE LA COMISIÓN PRINCIPAL ................................................... 91
-4-
ÍNDICE (continuación)
Capítulo Página
V. INFORME DEL COMITÉ DE REDACCIÓN .................................................. 99
VI. INFORME DE LA COMISIÓN DE VERIFICACIÓN DE PODERES ............ 101
VII. APROBACIÓN DEL DOCUMENTO FINAL Y DEL INFORME DE
LA CONFERENCIA .......................................................................................... 104
VIII. CLAUSURA DE LA CONFERENCIA ............................................................. 126
Anexos
I. Lista de documentos preparados para la Conferencia Mundial contra
el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas
de Intolerancia .................................................................................................... 130
II. Declaraciones de apertura .................................................................................. 132
III. Mesa Redonda de Jefes de Estado y de Gobierno .............................................. 146
IV. Declaraciones de clausura .................................................................................. 148
V. Acontecimientos paralelos y actividades conexas .............................................. 160
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Capítulo I
DOCUMENTOS APROBADOS POR LA CONFERENCIA
Declaración
Habiéndonos reunido en Durban (Sudáfrica), del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001,
Expresando nuestro profundo agradecimiento al Gobierno de Sudáfrica por actuar de
anfitrión de esta Conferencia Mundial,
Alentados por el ejemplo de la heroica lucha del pueblo de Sudáfrica contra el sistema
institucionalizado del apartheid y a favor de la igualdad y la justicia en un clima de democracia,
desarrollo, imperio de la ley y respeto de los derechos humanos, recordando a este respecto la
importante contribución de la comunidad internacional a esa lucha y, en particular, el papel
central de los pueblos y gobiernos de África, y tomando nota de la importante función de
diferentes agentes de la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, en esa
lucha y en los esfuerzos que se siguen desplegando por combatir el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
Recordando que la Declaración y Programa de Acción de Viena, aprobada por la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos en junio de 1993, exige la rápida y completa
eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas
de intolerancia,
Recordando la resolución 1997/74 de 18 de abril de 1997 de la Comisión de Derechos
Humanos, la resolución 52/111 de 12 de diciembre de 1997 de la Asamblea General y las
resoluciones posteriores de esos órganos sobre la convocación de la Conferencia Mundial contra
el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, y
recordando asimismo las dos Conferencias Mundiales para Combatir el Racismo y la
Discriminación Racial, celebradas en Ginebra en 1978 y 1983, respectivamente,
Observando con grave preocupación que, pese a los esfuerzos de la comunidad
internacional, no se han alcanzado los principales objetivos de los tres Decenios de Lucha contra
el Racismo y la Discriminación Racial, y que aún hoy un sinfín de seres humanos siguen siendo
víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
Recordando que el año 2001 es el Año Internacional de la Movilización contra el Racismo,
la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, año que tiene por
objeto señalar a la atención del mundo los objetivos de la Conferencia Mundial y dar nuevo
impulso al compromiso político respecto de la eliminación de todas las formas de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia,
Celebrando la decisión de la Asamblea General de proclamar el año 2001 Año de las
Naciones Unidas del Diálogo entre Civilizaciones, poniendo de relieve la tolerancia y el respeto
por la diversidad, así como la necesidad de encontrar elementos comunes entre las civilizaciones
y en el seno de las civilizaciones a fin de hacer frente a los desafíos comunes de la humanidad
que amenazan los valores compartidos, los derechos humanos universales y la lucha contra el
-6-
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia mediante la
cooperación, la colaboración y la inclusión,
Celebrando también la proclamación por la Asamblea General del período 2001-2010
Decenio de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo, así como la aprobación
por el Asamblea General de la Declaración y Plan de Acción sobre una Cultura de Paz,
Reconociendo que la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial,
la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, junto con el Decenio Internacional de las
Poblaciones Indígenas del Mundo, ofrece una oportunidad única de examinar las inestimables
contribuciones de los pueblos indígenas al desarrollo político, económico, social, cultural y
espiritual de nuestras sociedades en todo el mundo, así como los retos con que se enfrentan, en
particular el racismo y la discriminación racial,
Recordando la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Concesión de la Independencia
a los Países y Pueblos Coloniales, de 1960,
Reafirmando nuestra determinación de defender los propósitos y principios consagrados en
la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de Derechos Humanos,
Afirmando que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia constituyen una negación de los propósitos y principios de la Carta de las
Naciones Unidas,
Reafirmando los principios de igualdad y no discriminación reconocidos en la Declaración
Universal de Derechos Humanos y alentando el respeto de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales de todos sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición,
Convencidos de la importancia fundamental de la adhesión universal a la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, así como de su
ratificación universal y del pleno cumplimiento de nuestras obligaciones que de ella dimanan
como principal instrumento internacional para eliminar el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
Reconociendo la importancia fundamental de que los Estados, al combatir el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, consideren la
posibilidad de firmar o ratificar todos los instrumentos internacionales de derechos humanos
pertinentes, o de adherirse a ellos, con miras a lograr la adhesión universal,
Habiendo tomado nota de los informes de las conferencias regionales organizadas en
Estrasburgo, Santiago, Dakar y Teherán y de otras aportaciones de los Estados, así como de los
informes de los seminarios de expertos, las reuniones regionales de organizaciones no
gubernamentales y otras reuniones organizadas en preparación de la Conferencia Mundial,
Tomando nota con reconocimiento de la Declaración titulada "Visión para el Siglo XXI",
hecha por el Sr. Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica, suscrita por el Sr. Nelson Mandela,
-7-
primer Presidente de la nueva Sudáfrica, por iniciativa de la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y Secretaria General de la Conferencia Mundial, y
firmada por 74 Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y dignatarios,
Reafirmando que la diversidad cultural es un valioso elemento para el adelanto y el
bienestar de la humanidad en general, y que debe valorarse, disfrutarse, aceptarse auténticamente
y adoptarse como característica permanente que enriquece nuestras sociedades,
Reconociendo que la prohibición de la discriminación racial, el genocidio, el crimen de
apartheid y la esclavitud, según se definen en las obligaciones que imponen los instrumentos de
derechos humanos pertinentes, no admite excepción,
Habiendo escuchado a los pueblos del mundo y reconociendo sus aspiraciones a la justicia,
la igualdad de oportunidades para todos, el disfrute de sus derechos humanos, incluido
el derecho al desarrollo, a vivir en paz y libertad y a la participación en condiciones de igualdad
y sin discriminación en la vida económica, social, cultural, civil y política,
Reconociendo que la participación equitativa de todos los individuos y pueblos en la
formación de sociedades justas, equitativas, democráticas y no excluyentes puede contribuir a un
mundo libre de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia,
Destacando la importancia de la participación equitativa de todos, sin discriminación
alguna, en la adopción de decisiones a nivel nacional y mundial,
Afirmando que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, cuando equivalen a racismo y discriminación racial, constituyen graves violaciones
de todos los derechos humanos y obstáculos al pleno disfrute de esos derechos, niegan la verdad
evidente de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos,
constituyen un obstáculo a las relaciones pacíficas y de amistad entre los pueblos y las naciones,
y figuran entre las causas básicas de muchos conflictos internos e internacionales, incluidos
conflictos armados, y el consiguiente desplazamiento forzado de poblaciones,
Reconociendo que es preciso tomar medidas a nivel nacional e internacional para combatir
el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a fin de
asegurar el pleno disfrute de todos los derechos humanos, económicos, sociales, culturales,
civiles y políticos, que son universales, indivisibles, interdependientes e interrelacionados, y para
mejorar las condiciones de vida de los hombres, las mujeres y los niños de todas las naciones,
Reafirmando la importancia de aumentar la cooperación internacional para la promoción y
protección de los derechos humanos y para el logro de los objetivos de la lucha contra el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
Reconociendo que la xenofobia, en sus diferentes manifestaciones, es una de las
principales fuentes y formas contemporáneas de discriminación y conflicto, y que para
combatirla los Estados y la comunidad internacional tienen que prestarle urgente atención y
adoptar rápidamente medidas,
-8-
Plenamente conscientes de que, pese a los esfuerzos realizados por la comunidad
internacional, los gobiernos y las autoridades locales, el flagelo del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia persiste y sigue siendo causa de
violaciones de los derechos humanos, sufrimientos, desventajas y violencia, que deben
combatirse por todos los medios disponibles y apropiados como cuestión de la máxima
prioridad, de preferencia en cooperación con las comunidades afectadas,
Observando con preocupación que persisten los casos violentos de racismo, discriminación
racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y que incluso hoy en día se siguen
proponiendo, de una u otra forma, las teorías de la superioridad de ciertas razas y culturas que
fueron fomentadas y practicadas durante la era colonial,
Alarmados por el resurgimiento y la persistencia del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las manifestaciones conexas de intolerancia en sus formas y manifestaciones
contemporáneas más insidiosas, así como de otras ideologías y prácticas basadas en la
discriminación o la superioridad racial o étnica,
Rechazando enérgicamente toda doctrina basada en la superioridad racial, así como las
teorías que pretenden demostrar la existencia de razas humanas presuntamente distintas,
Reconociendo que el hecho de no combatir y denunciar el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, que es tarea de todos, especialmente de
las autoridades públicas y los políticos a todos los niveles, es un factor que alienta su
perpetuación,
Reafirmando que los Estados tienen el deber de proteger y promover los derechos humanos
y las libertades fundamentales de todas las víctimas, y que deberían aplicar una perspectiva de
género1 que reconozca las múltiples formas de discriminación que pueden afectar a las mujeres,
y que el disfrute de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales es
indispensable para el desarrollo de las sociedades en todo el mundo,
Reconociendo los retos y las oportunidades que presenta un mundo cada vez más
globalizado en relación con la lucha por erradicar el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
Resueltos, en una época en que la globalización y la tecnología han contribuido
considerablemente a unir a los pueblos, a llevar a la práctica el concepto de una familia humana
basada en la igualdad, la dignidad y la solidaridad y a hacer del siglo XXI un siglo de los
derechos humanos, la erradicación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia y la realización de una auténtica igualdad de oportunidades y de
trato para todos los individuos y pueblos,
Reafirmando los principios de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los
pueblos y recordando que todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y en derechos,
1 A los efectos de la presente Declaración y del Programa de Acción, queda entendido que el
término género se refiere a ambos sexos, varón y mujer, en el contexto de la sociedad. El
término "género" no indica ningún otro significado distinto del expuesto.
-9-
subrayando que esa igualdad debe ser protegida como asunto de la máxima prioridad y
reconociendo el deber de los Estados de adoptar medidas rápidas, decisivas y apropiadas para
eliminar todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de
intolerancia,
Dedicados a combatir el flagelo del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia de manera plena y eficaz y con carácter prioritario, sacando al
mismo tiempo las lecciones de las manifestaciones de racismo y las experiencias del pasado en
todas las partes del mundo con miras a evitar que vuelvan a repetirse,
Uniéndonos en un espíritu de compromiso y de renovada voluntad política respecto de la
igualdad, la justicia y la dignidad universales para rendir homenaje a todas las víctimas
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en todo
el mundo, y adoptar solemnemente la Declaración y Programa de Acción de Durban2,
Cuestiones generales
1. Declaramos que, a los efectos de la presente Declaración y Programa de Acción, las
víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia
son los individuos o grupos de individuos que son o han sido afectados negativamente por esas
plagas, sometidos a ellas o blanco de las mismas;
2. Reconocemos que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia se producen por motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico
y que las víctimas pueden sufrir formas múltiples o agravadas de discriminación por otros
motivos conexos, como el sexo, el idioma, la religión, las opiniones políticas o de otra índole,
el origen social, la situación económica, el nacimiento u otra condición;
3. Reconocemos y afirmamos que al comenzar el tercer milenio la lucha mundial
contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en
todas sus formas y manifestaciones odiosas y en constante evolución, es un asunto prioritario
para la comunidad internacional, y que esta Conferencia ofrece una oportunidad única e
histórica de evaluar y determinar todas las dimensiones de esos males devastadores de la
humanidad con vistas a lograr su eliminación total, entre otras cosas mediante la adopción de
enfoques innovadores y holísticos y el fortalecimiento y la promoción de medidas prácticas y
eficaces a los niveles nacional, regional e internacional;
4. Expresamos nuestra solidaridad con los pueblos de África en su lucha incesante
contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y
reconocemos los sacrificios que han hecho y los esfuerzos que realizan para crear conciencia
pública de estas tragedias inhumanas en el plano internacional;
5. Afirmamos también la gran importancia que atribuimos a los valores de solidaridad,
respeto, tolerancia y multiculturalismo, que constituyen el fundamento moral y la inspiración de
2 Véase el capítulo VII del informe de la Conferencia, en el que figuran todas las reservas y
declaraciones formuladas respecto de la Declaración y el Programa de Acción.
-10-
nuestra lucha mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia, tragedias inhumanas que durante demasiado tiempo han afectado a los
pueblos de todo el mundo, especialmente en África;
6. Afirmamos asimismo que todos los pueblos e individuos constituyen una única
familia humana rica en su diversidad. Han contribuido al progreso de las civilizaciones y las
culturas que constituyen el patrimonio común de la humanidad. La preservación y el fomento de
la tolerancia, el pluralismo y el respeto de la diversidad pueden producir sociedades más abiertas;
7. Declaramos que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos y están dotados de la posibilidad de contribuir constructivamente al desarrollo y al
bienestar de sus sociedades. Toda doctrina de superioridad racial es científicamente falsa,
moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa y debe rechazarse, junto con las teorías
que tratan de determinar la existencia de razas humanas separadas;
8. Reconocemos que la religión, la espiritualidad y las creencias desempeñan un papel
central en la vida de millones de mujeres y hombres, en el modo en que viven y en el modo en
que tratan a otras personas. La religión, la espiritualidad y las creencias pueden contribuir a la
promoción de la dignidad y el valor inherentes de la persona humana y a la erradicación del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
9. Observamos con preocupación que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia pueden verse agravadas, entre otras cosas, por una
distribución no equitativa de la riqueza, la marginación y la exclusión social;
10. Reafirmamos que toda persona tiene derecho a un orden social e internacional en el
que puedan realizarse todos los derechos humanos de todos, sin discriminación de ningún tipo;
11. Observamos que el proceso de globalización es una fuerza potente y dinámica que
debería ser aprovechada para el beneficio, desarrollo y prosperidad de todos los países, sin
exclusión. Reconocemos que los países en desarrollo tienen especiales dificultades para hacer
frente a este problema fundamental. Aunque la globalización brinda grandes oportunidades, en
la actualidad sus beneficios se distribuyen de forma muy desigual, lo mismo que sus costos.
Así, expresamos nuestra determinación de prevenir y mitigar los efectos negativos de la
globalización. Esos efectos pueden agravar, en particular, la pobreza, el subdesarrollo, la
marginación, la exclusión social, la homogeneización cultural y las desigualdades económicas
que pueden producirse conforme a criterios raciales, dentro de los Estados y entre ellos, con
consecuencias negativas. Expresamos también nuestra determinación de ampliar al máximo los
beneficios de la globalización, entre otras cosas mediante el fortalecimiento y el mejoramiento
de la cooperación internacional para promover la igualdad de oportunidades para el comercio, el
crecimiento económico y el desarrollo sostenible, las comunicaciones mundiales gracias al
empleo de nuevas tecnologías, y el incremento de los intercambios interculturales mediante la
preservación y la promoción de la diversidad cultural, lo que puede contribuir a la erradicación
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Sólo
desplegando esfuerzos amplios y sostenidos para crear un futuro común, basado en nuestra
común humanidad y en toda su diversidad, se podrá lograr que la globalización sea plenamente
incluyente y equitativa;
-11-
12. Reconocemos que la migración interregional e intrarregional, en particular del Sur al
Norte, ha aumentado como consecuencia de la globalización y subrayamos que las políticas
relativas a la migración no deben basarse en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia;
Orígenes, causas, formas y manifestaciones contemporáneas de racismo, discriminación
racial, xenofobia e intolerancia conexa
13. Reconocemos que la esclavitud y la trata de esclavos, en particular la
trata transatlántica, fueron tragedias atroces en la historia de la humanidad, no sólo por
su aborrecible barbarie, sino también por su magnitud, su carácter organizado y, especialmente,
su negación de la esencia de las víctimas, y reconocemos asimismo que la esclavitud y la trata de
esclavos, especialmente la trata transatlántica de esclavos, constituyen, y siempre deberían haber
constituido, un crimen de lesa humanidad y son una de las principales fuentes y manifestaciones
de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y que los
africanos y afrodescendientes, los asiáticos y las personas de origen asiático y los pueblos
indígenas fueron víctimas de esos actos y continúan siéndolo de sus consecuencias;
14. Reconocemos que el colonialismo ha llevado al racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y que los africanos y los afrodescendientes, las
personas de origen asiático y los pueblos indígenas fueron víctimas del colonialismo y continúan
siéndolo de sus consecuencias. Reconocemos los sufrimientos causados por el colonialismo y
afirmamos que, dondequiera y cuandoquiera que ocurrieron, deben ser condenados y ha de
impedirse que ocurran de nuevo. Lamentamos también que los efectos y la persistencia de esas
estructuras y prácticas se cuenten entre los factores que contribuyen a desigualdades sociales y
económicas duraderas en muchas partes del mundo de hoy;
15. Reconocemos que el apartheid y el genocidio, en derecho internacional, constituyen
crímenes de lesa humanidad y son fuentes y manifestaciones principales de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, reconocemos los indecibles
males y sufrimientos causados por esos actos, y afirmamos que dondequiera y cuandoquiera que
ocurrieron, deben ser condenados y ha de impedirse que ocurran de nuevo;
16. Reconocemos que la xenofobia contra los no nacionales, en particular los migrantes,
los refugiados y los solicitantes de asilo, constituye una de las principales fuentes del racismo
contemporáneo, y que las violaciones de los derechos humanos cometidas contra los miembros
de esos grupos se producen ampliamente en el contexto de prácticas discriminatorias, xenófobas
y racistas;
17. Observamos la importancia de prestar especial atención a las nuevas manifestaciones
de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia a las que pueden
estar expuestos los jóvenes y otros grupos vulnerables;
18. Recalcamos que la pobreza, el subdesarrollo, la marginación, la exclusión social y las
desigualdades económicas están estrechamente vinculadas con el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las prácticas conexas de intolerancia y contribuyen a la persistencia de
actitudes y prácticas racistas, que a su vez generan más pobreza;
-12-
19. Reconocemos las consecuencias económicas, sociales y culturales negativas del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia que han
contribuido en forma significativa al subdesarrollo de los países en desarrollo y, en particular, de
África, y resolvemos liberar a todos los hombres, mujeres y niños de las condiciones abyectas y
deshumanizadoras de la pobreza extrema a la que en la actualidad están sometidos más de
mil millones de seres humanos, hacer realidad para todos el derecho al desarrollo y librar a toda
la humanidad de la necesidad;
20. Reconocemos que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia se encuentran entre las causas básicas de conflicto armado, y muchas
veces son una de sus consecuencias, y recordamos que la no discriminación es un principio
fundamental del derecho internacional humanitario. Subrayamos la necesidad de que todas las
partes en los conflictos armados respeten escrupulosamente ese principio y de que los Estados y
la comunidad internacional permanezcan especialmente alerta durante los períodos de conflicto
armado y sigan combatiendo todas las formas de discriminación racial;
21. Expresamos nuestra profunda preocupación porque el desarrollo socioeconómico
esté siendo obstaculizado por conflictos internos generalizados que se deben, entre otras causas,
a violaciones manifiestas de los derechos humanos, incluidas las derivadas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y a la falta de un
gobierno democrático, inclusivo y participatorio;
22. Expresamos nuestra preocupación porque en algunos Estados las estructuras o
instituciones políticas y jurídicas, algunas de ellas heredadas y que hoy persisten, no
corresponden a las características multiétnicas, pluriculturales y plurilingües de la población y,
en muchos casos, constituyen un factor importante de discriminación en la exclusión de los
pueblos indígenas;
23. Reconocemos plenamente los derechos de los pueblos indígenas, de conformidad con
los principios de la soberanía y la integridad territorial de los Estados, y recalcamos por lo tanto
que deben adoptarse las apropiadas medidas constitucionales, administrativas, legislativas y
judiciales, incluidas las que resulten de los instrumentos internacionales aplicables;
24. Declaramos que la expresión "pueblos indígenas" en la Declaración y el Programa de
Acción de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y
las Formas Conexas de Intolerancia se utiliza en el contexto de negociaciones internacionales en
curso sobre textos que tratan específicamente de esta cuestión, y sin prejuzgar el resultado de
esas negociaciones, y no debe interpretarse en el sentido de que tiene repercusión alguna en
cuanto a los derechos reconocidos por las normas jurídicas internacionales;
25. Expresamos nuestro profundo repudio del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia que persisten en algunos Estados en el
funcionamiento de los sistemas penales y en la aplicación de la ley, así como en las medidas y
actitudes de las instituciones y las personas encargadas de hacer cumplir la ley, especialmente en
los casos en que esto ha contribuido a que algunos grupos estén excesivamente representados
entre los detenidos o presos;
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26. Afirmamos la necesidad de poner fin a la impunidad de las violaciones de los
derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas y los grupos que son víctimas
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
27. Expresamos nuestra preocupación porque, más allá del hecho de que el racismo esté
ganando terreno, las formas y manifestaciones contemporáneas del racismo y la xenofobia están
tratando de volver a adquirir reconocimiento político, moral e incluso jurídico en muchas formas,
entre otras mediante las plataformas de algunas organizaciones y partidos políticos y la difusión
de ideas basadas en el concepto de la superioridad racial mediante las modernas tecnologías de la
comunicación;
28. Recordamos que la persecución de todo grupo, colectividad o comunidad con una
identidad propia por motivos raciales, nacionales, étnicos o de otra índole, que están
universalmente reconocidos como inaceptables en el derecho internacional, así como el crimen
de apartheid, constituyen graves violaciones de los derechos humanos y, en algunos casos,
pueden ser calificados de crímenes de lesa humanidad;
29. Condenamos enérgicamente el hecho de que la esclavitud y las prácticas análogas a
la esclavitud sigan existiendo hoy en algunas partes del mundo e instamos a los Estados a que
tomen con carácter prioritario medidas inmediatas para poner fin a dichas prácticas, que
constituyen violaciones manifiestas de los derechos humanos;
30. Afirmamos la urgente necesidad de prevenir, combatir y eliminar todas las formas de
trata de personas, en particular de mujeres y niños, y reconocemos que las víctimas de esa trata
están especialmente expuestas al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia;
Víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia
31. También expresamos nuestra profunda preocupación por los casos en que los
indicadores en esferas como la educación, el empleo, la salud, la vivienda, la mortalidad infantil
y la esperanza de vida de muchos pueblos revelan una situación de desventaja, en particular
cuando entre los factores que contribuyen a ello factores como el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
32. Reconocemos el valor y la diversidad del patrimonio cultural de los africanos y los
afrodescendientes y afirmamos la importancia y necesidad de asegurar su completa integración
en la vida social, económica y política con miras a facilitar su plena participación en todos los
niveles del proceso de adopción de decisiones;
33. Consideramos esencial que todos los países de la región de las Américas y todas las
demás zonas de la diáspora africana reconozcan la existencia de su población de origen africano
y las contribuciones culturales, económicas, políticas y científicas que ha hecho esa población, y
que admitan la persistencia del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia que la afectan de manera específica, y reconocemos que, en muchos
países, la desigualdad histórica en lo que respecta, entre otras cosas, al acceso a la educación, la
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atención de salud y la vivienda ha sido una causa profunda de las disparidades socioeconómicas
que la afectan;
34. Reconocemos que los afrodescendientes han sido durante siglos víctimas del
racismo, la discriminación racial y la esclavización, y de la denegación histórica de muchos de
sus derechos, y afirmamos que deben ser tratados con equidad y respeto de su dignidad, y que no
deben sufrir discriminación de ningún tipo. Por lo tanto, se deben reconocer sus derechos a la
cultura y a la propia identidad; a participar libremente y en igualdad de condiciones en la vida
política, social, económica y cultural; al desarrollo en el marco de sus propias aspiraciones y
costumbres; a tener, mantener y fomentar sus propias formas de organización, su modo de vida,
cultura, tradiciones y manifestaciones religiosas; a mantener y usar sus propios idiomas; a la
protección de sus conocimientos tradicionales y su patrimonio cultural y artístico; al uso, disfrute
y conservación de los recursos naturales renovables de su hábitat y a participar activamente en el
diseño, la aplicación y el desarrollo de sistemas y programas de educación, incluidos los de
carácter específico y propio; y, cuando proceda, a las tierras que han habitado desde tiempos
ancestrales;
35. Reconocemos que, en muchas partes del mundo, los africanos y los
afrodescendientes tienen que hacer frente a obstáculos como resultado de prejuicios y
discriminaciones sociales que prevalecen en las instituciones públicas y privadas y nos
comprometemos a trabajar para erradicar todas las formas de racismo, discriminación racial,
xenofobia e intolerancia conexa con que se enfrentan los africanos y los afrodescendientes;
36. Reconocemos que, en muchas partes del mundo, los asiáticos y las personas de
origen asiático tienen que hacer frente a obstáculos como resultado de prejuicios y
discriminaciones sociales que prevalecen en las instituciones públicas y privadas y nos
comprometemos a trabajar para erradicar todas las formas de racismo, discriminación racial,
xenofobia e intolerancia conexa con que se enfrentan los asiáticos y las personas de origen
asiático;
37. Observamos con reconocimiento que, a pesar del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia con que se han enfrentado durante siglos, las
personas de origen asiático han aportado y siguen aportando una contribución importante a la
vida económica, social, política, científica y cultural de los países en que viven;
38. Instamos a todos los Estados a que examinen y, de ser necesario, revisen todas las
políticas de inmigración que sean incompatibles con los instrumentos internacionales de
derechos humanos, a fin de eliminar todas las políticas y prácticas discriminatorias contra los
migrantes, incluidos los asiáticos y los de origen asiático;
39. Reconocemos que los pueblos indígenas han sido víctimas de discriminación durante
siglos y afirmamos que son libres e iguales en dignidad y derechos y no deberían sufrir ningún
tipo de discriminación, particularmente por su origen e identidad indígenas, y destacamos la
necesidad de tomar constantemente medidas para luchar contra la persistencia del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia que los afectan;
40. Reconocemos el valor y la diversidad de las culturas y el patrimonio de los pueblos
indígenas, cuya singular contribución al desarrollo y pluralismo cultural de la sociedad y cuya
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plena participación en todos los aspectos de la sociedad, en particular en temas que les
preocupan, son fundamentales para la estabilidad política y social y para el desarrollo de los
Estados en que viven;
41. Reiteramos nuestra convicción de que la plena realización por los pueblos indígenas
de sus derechos humanos y libertades fundamentales es indispensable para eliminar el racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Reiteramos
firmemente nuestra determinación de promover el pleno disfrute, en condiciones de igualdad, de
sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como de los beneficios del
desarrollo sostenible, con pleno respeto de sus características distintivas y de sus propias
iniciativas;
42. Insistimos en que para que los pueblos indígenas puedan expresar libremente su
propia identidad y ejercer sus derechos no deben ser objeto de ningún tipo de discriminación, lo
que necesariamente implica el respeto de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Se está haciendo actualmente un esfuerzo por garantizar el reconocimiento universal de estos
derechos en las negociaciones acerca del proyecto de declaración sobre los derechos de los
pueblos indígenas, incluidos los derechos siguientes: a ser llamados por su propio nombre; a
participar libremente y en condiciones de igualdad en el desarrollo político, económico, social y
cultural de un país; a mantener sus propias formas de organización, sus estilos de vida, culturas y
tradiciones; a mantener y utilizar su propio idioma; a mantener su propia estructura económica
en las zonas en que habitan; a participar en el desarrollo de sus sistemas y programas de
educación; a administrar sus tierras y recursos naturales, incluidos los derechos de caza y pesca;
y a tener acceso a la justicia en condiciones de igualdad;
43. Reconocemos también la relación especial que tienen los pueblos indígenas con la
tierra como base de su existencia espiritual, física y cultural, y alentamos a los Estados a que,
siempre que sea posible, velen por que los pueblos indígenas puedan mantener la propiedad de
sus tierras y de los recursos naturales a que tienen derecho conforme a la legislación interna;
44. Celebramos la decisión de crear dentro del sistema de las Naciones Unidas el Foro
Permanente para las Cuestiones Indígenas, que da expresión concreta a los principales objetivos
del Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo y de la Declaración y
Programa de Acción de Viena;
45. Celebramos el nombramiento por las Naciones Unidas del Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas y nos
comprometemos a colaborar con el Relator Especial;
46. Reconocemos las positivas contribuciones económicas, sociales y culturales de los
migrantes, tanto para los países de origen como para los de destino;
47. Reafirmamos el derecho soberano de los Estados a formular y aplicar su propio
régimen jurídico y políticas de migración, y afirmamos asimismo que esas políticas deben ser
congruentes con los instrumentos, normas y principios de derechos humanos aplicables y deben
estar formuladas de modo que se asegure que no están contaminados por el racismo, la
discriminación racial, xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
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48. Observamos con preocupación y condenamos enérgicamente las manifestaciones y
actos de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra los
migrantes y los estereotipos que corrientemente se les aplican, reafirmamos la responsabilidad de
los Estados de proteger los derechos humanos de los migrantes que se hallan bajo su jurisdicción
y la responsabilidad de los Estados de salvaguardar y proteger a los migrantes contra los
actos ilícitos o violentos, en particular los actos de discriminación racial y los delitos cometidos
por motivos racistas o xenófobos por individuos o grupos, y destacamos la necesidad de que se
les dé un trato justo, imparcial y equitativo en la sociedad y en el lugar de trabajo;
49. Destacamos la importancia de crear condiciones que favorezcan una mayor armonía,
tolerancia y respeto entre los migrantes y el resto de la sociedad del país en que se encuentran,
a fin de eliminar las manifestaciones de racismo y xenofobia contra los migrantes. Subrayamos
que la reunificación de las familias tiene un efecto positivo en la integración y destacamos la
necesidad de que los Estados faciliten esa reunificación;
50. Tenemos presente la situación de vulnerabilidad en que con frecuencia se hallan los
migrantes, entre otras cosas porque están fuera de sus países de origen y por las dificultades con
que tropiezan en razón de las diferencias de idioma, costumbres y cultura, así como las
dificultades y obstáculos económicos y sociales para el retorno de migrantes indocumentados
o en situación irregular;
51. Reafirmamos la necesidad de eliminar la discriminación racial contra los migrantes,
en particular los trabajadores migrantes, en cuestiones tales como el empleo, los servicios
sociales, incluidos los de educación y salud, así como en el acceso a la justicia, y que el trato que
se les da debe ajustarse a los instrumentos internacionales de derechos humano, sin racismo,
discriminación racial, xenofobia ni formas conexas de intolerancia;
52. Observamos con preocupación que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia, entre otros factores, contribuyen al desplazamiento forzado
y a la salida de personas de sus países de origen como refugiados y solicitantes de asilo;
53. Reconocemos también con preocupación que, pese a los esfuerzos por combatir el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, sigue
habiendo casos de distintas formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia
conexa contra los refugiados, los solicitantes de asilo y las personas internamente desplazadas,
entre otros;
54. Ponemos de relieve la urgencia de hacer frente a las causas básicas del
desplazamiento y de hallar soluciones duraderas para los refugiados y las personas desplazadas,
en particular el regreso voluntario en condiciones de seguridad y dignidad a los países de origen,
así como el reasentamiento en terceros países y la integración local, cuando resulte apropiado y
factible;
55. Reafirmamos nuestro compromiso de respetar y aplicar nuestras obligaciones
humanitarias relacionadas con la protección de los refugiados, los solicitantes de asilo, los
repatriados y las personas internamente desplazadas, y señalamos a este respecto la importancia
de la solidaridad internacional, la distribución de la carga y la cooperación internacional para
compartir la responsabilidad de la protección de los refugiados, a la vez que reafirmamos que la
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Convención de 1951 y su Protocolo de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados siguen siendo la
base del régimen internacional de los refugiados y reconocemos la importancia de su plena
aplicación por los Estados Partes;
56. Reconocemos la existencia en muchos países de una población mestiza con diversos
orígenes étnicos y raciales y su valiosa contribución a la promoción de la tolerancia y el respeto
en esas sociedades, y condenamos la discriminación de que es víctima, especialmente porque la
naturaleza sutil de esa discriminación puede hacer que se niegue su existencia;
57. Somos conscientes de que la historia de la humanidad está repleta de grandes
atrocidades resultantes de violaciones manifiestas de los derechos humanos y pensamos que
puede aprenderse de la historia, rememorándola, para evitar futuras tragedias;
58. Recordamos que jamás debe olvidarse el Holocausto;
59. Reconocemos con profunda preocupación la intolerancia religiosa contra algunas
comunidades religiosas, así como la aparición de actos hostiles y de violencia contra esas
comunidades a causa de sus creencias religiosas y su origen racial o étnico en diversas partes del
mundo, que limitan en particular su derecho a practicar libremente sus creencias;
60. También reconocemos con honda preocupación la existencia en varias partes del
mundo de intolerancia religiosa contra comunidades religiosas y sus miembros, en particular la
limitación de su derecho a practicar libremente sus creencias, así como la aparición cada vez más
frecuente de estereotipos negativos, actos de hostilidad y violencia contra esas comunidades a
causa de sus creencias religiosas y de su origen étnico o de su presunto origen racial;
61. Reconocemos con profunda preocupación el creciente antisemitismo e islamofobia
en diversas partes del mundo, así como la aparición de movimientos raciales y violentos basados
en el racismo e ideas discriminatorias contra las comunidades judía, musulmana y árabe;
62. Somos conscientes de que la historia de la humanidad está repleta de terribles
injusticias infligidas por la falta de respeto a la igualdad de los seres humanos, observamos con
alarma la intensificación de esas prácticas en diversas partes del mundo e instamos a las
personas, sobre todo en situaciones de conflicto, a que desistan de la incitación al racismo y del
uso de expresiones despectivas y de estereotipos negativos;
63. Nos preocupan los padecimientos del pueblo palestino sometido a ocupación
extranjera. Reconocemos el derecho inalienable del pueblo palestino a la libre determinación y
al establecimiento de un Estado independiente, reconocemos el derecho a la seguridad de todos
los Estados de la región, incluido Israel, y hacemos un llamamiento a todos los Estados para que
apoyen el proceso de paz y lo lleven a una pronta conclusión;
64. Pedimos una paz justa, general y duradera en la región, en la que todos los pueblos
coexistan y disfruten de igualdad, justicia y derechos humanos internacionalmente reconocidos,
y seguridad;
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65. Reconocemos el derecho de los refugiados a regresar voluntariamente a sus hogares
y bienes en condiciones de dignidad y seguridad, e instamos a todos los Estados a que faciliten
ese retorno;
66. Afirmamos que debe protegerse la identidad étnica, cultural, lingüística y religiosa de
las minorías, cuando las haya, y que las personas pertenecientes a esas minorías deben ser
tratadas en pie de igualdad y deben disfrutar de sus derechos humanos y sus libertades
fundamentales sin discriminación de ningún tipo;
67. Reconocemos que los miembros de algunos grupos con una identidad cultural propia
se enfrentan a obstáculos atribuibles a un complejo conjunto de factores étnicos, religiosos o de
otra índole, así como a sus tradiciones y costumbres, e instamos a los Estados a que se aseguren
de que las medidas, políticas y programas destinados a erradicar el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia aborden los obstáculos que crea este
conjunto de factores;
68. Reconocemos con honda preocupación las actuales manifestaciones de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, así como de violencia, a que
hacen frente los romaníes, gitanos, sintis y nómadas, y reconocemos la necesidad de elaborar
políticas eficaces y mecanismos de aplicación para lograr su plena igualdad;
69. Estamos convencidos de que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia se manifiestan en forma diferenciada para las mujeres y las niñas,
y pueden ser factores que llevan al deterioro de sus condiciones de vida, a la pobreza, la
violencia, las formas múltiples de discriminación y la limitación o denegación de sus derechos
humanos. Reconocemos la necesidad de integrar una perspectiva de género en las pertinentes
políticas, estrategias y programas de acción contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia a fin de hacer frente a las formas múltiples de
discriminación;
70. Reconocemos la necesidad de elaborar un enfoque más coherente y sistemático para
evaluar y vigilar la discriminación racial contra las mujeres, así como las desventajas, obstáculos
y dificultades a que hacen frente las mujeres para el pleno ejercicio y disfrute de sus derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales como consecuencia del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
71. Deploramos los intentos de obligar a mujeres que pertenecen a ciertas religiones y
minorías religiosas a renunciar a su identidad cultural y religiosa o a limitar su expresión
legítima, o de discriminar contra ellas en lo que se refiere a las oportunidades de educación y
empleo;
72. Observamos con preocupación el gran número de menores y jóvenes,
particularmente niñas, que figuran entre las víctimas del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia y destacamos la necesidad de incorporar medidas
especiales, de conformidad con el principio del interés superior del niño y el respeto de sus
opiniones, en los programas contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia, a fin de prestar atención prioritaria a los derechos y a la situación de los
menores y los jóvenes que son víctimas de esas prácticas;
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73. Reconocemos que a un niño que pertenece a una minoría étnica, religiosa o
lingüística o que es indígena no debe negársele el derecho, individualmente o en comunidad con
otros miembros de su grupo, a disfrutar de su propia cultura, a profesar y practicar su propia
religión y a utilizar su idioma;
74. Reconocemos que el trabajo infantil está relacionado con la pobreza, la falta de
desarrollo y las condiciones socioeconómicas conexas y que, en algunos casos, podría perpetuar
la pobreza y la discriminación racial, al privar de manera desproporcionada a los niños de los
grupos afectados de la posibilidad de adquirir las aptitudes humanas necesarias para la vida
productiva y para beneficiarse del crecimiento económico;
75. Observamos con profunda preocupación que en muchos países las personas
infectadas o afectadas por el VIH/SIDA, así como las presuntamente infectadas, pertenecen a
grupos vulnerables al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, lo que incide negativamente sobre su acceso a la atención de salud y los
medicamentos y lo obstaculiza;
Medidas de prevención, educación y protección destinadas a erradicar el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en los ámbitos
nacional, regional e internacional
76. Reconocemos que las condiciones políticas, económicas, culturales y sociales no
equitativas pueden engendrar y fomentar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia, que a su vez exacerban la desigualdad. Creemos que una
auténtica igualdad de oportunidades para todos en todos los campos, incluido el desarrollo, es
fundamental para la erradicación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia;
77. Afirmamos que la adhesión universal a la Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y su pleno cumplimiento tienen
importancia primordial para la promoción de la igualdad y la no discriminación en el mundo;
78. Reafirmamos el compromiso solemne de todos los Estados de fomentar el respeto
universal, la observancia y la protección de todos los derechos humanos, económicos, sociales,
culturales, civiles y políticos, incluido el derecho al desarrollo, como factor fundamental para la
prevención y eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia;
79. Estamos firmemente convencidos de que los obstáculos para vencer la
discriminación racial y conseguir la igualdad racial radican principalmente en la falta de
voluntad política, la legislación deficiente, y la falta de estrategias de aplicación y de medidas
concretas por los Estados, así como en la prevalencia de actitudes racistas y estereotipos
negativos;
80. Creemos firmemente que la educación, el desarrollo y la aplicación cabal de todas las
normas y obligaciones de derechos humanos internacionales, en particular la promulgación de
leyes y estrategias políticas, sociales y económicas, son fundamentales para combatir el racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
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81. Reconocemos que la democracia y un gobierno transparente, responsable y
participativo que responda a las necesidades y aspiraciones de la población, y el respeto de los
derechos humanos, las libertades fundamentales y el estado de derecho son esenciales para la
prevención y la eliminación efectivas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia. Reafirmamos que toda forma de impunidad por delitos
motivados por actitudes racistas y xenófobas contribuye a debilitar el Estado de derecho y la
democracia y tiende a fomentar la repetición de tales actos;
82. Afirmamos que el Diálogo entre Civilizaciones constituye un proceso para lograr la
identificación y la promoción de bases comunes entre las civilizaciones, el reconocimiento y la
promoción de la dignidad inherente a todos los seres humanos y de la igualdad de derechos de
éstos y el respeto de los principios fundamentales de justicia; de este modo, puede disipar los
conceptos de superioridad racial basados en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia, y facilitar la construcción de un mundo reconciliado para la
familia humana;
83. Destacamos la función clave que los dirigentes y los partidos políticos pueden y
deben desempeñar en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia, y alentamos a los partidos políticos a que tomen medidas
concretas para promover la solidaridad, la tolerancia y el respeto;
84. Condenamos la persistencia y la reaparición del neonazismo, neofascismo y de
ideologías nacionalistas violentas basadas en prejuicios raciales o nacionales y declaramos que
esos fenómenos no se pueden justificar en ningún caso ni bajo ninguna circunstancia;
85. Condenamos las plataformas y organizaciones políticas basadas en el racismo, la
xenofobia o las doctrinas de la superioridad y la discriminación raciales, así como la legislación
y las prácticas basadas en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia, por ser incompatibles con la democracia y la gobernanza transparente y
responsable. Reafirmamos que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia permitidos por las políticas gubernamentales violan los derechos
humanos y pueden poner en peligro las relaciones de amistad entre los pueblos, la cooperación
entre las naciones y la paz y la seguridad internacionales;
86. Recordamos que la difusión de todas las ideas basadas en la superioridad o en el odio
racial deberá ser declarada delito punible por ley, teniendo debidamente en cuenta los principios
consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y los derechos expresamente
enunciados en el artículo 5 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Racial;
87. Observamos el párrafo b) del artículo 4 de la Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial impone a los Estados la obligación
de mostrarse vigilantes y de tomar medidas contra las organizaciones que difunden ideas basadas
en la superioridad o el odio racial, cometen actos de violencia o incitan a cometer tales actos.
Esas organizaciones deberán ser condenadas y desalentadas;
88. Reconocemos que los medios de comunicación deben representar la diversidad de la
sociedad multicultural y desempeñar su función en la lucha contra el racismo, la discriminación
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racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. A este respecto destacamos la fuerza
de la publicidad;
89. Tomamos nota con pesar de que algunos medios de comunicación, al promover
imágenes falsas y estereotipos negativos de grupos y personas vulnerables, en particular
migrantes y refugiados, han contribuido a la difusión de sentimientos racistas y xenófobos entre
el público y, en algunos casos, han alentado la violencia por parte de individuos y grupos
racistas;
90. Reconocemos la contribución positiva que el ejercicio del derecho a la libertad de
expresión, en particular por los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, incluida
Internet, y el pleno respeto de la libertad de buscar, recibir y comunicar información pueden
hacer a la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia. Reiteramos la necesidad de respetar la independencia de la prensa y la autonomía
de los medios de comunicación a este respecto;
91. Expresamos nuestra profunda preocupación por el uso de las nuevas tecnologías de
la información, como Internet, con fines contrarios al respeto de los valores humanos, la
igualdad, la no discriminación, el respeto por los demás y la tolerancia, en particular para
propagar el racismo, el odio racial, la xenofobia, la discriminación racial y las formas conexas de
intolerancia, y, sobre todo, por la posibilidad de que los niños y los jóvenes que tienen acceso a
esa información se vean negativamente influidos por ella;
92. Reconocemos también la necesidad de promover la utilización de nuevas tecnologías
de la información y las comunicaciones, particularmente Internet, para contribuir a la lucha
contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia; las
nuevas tecnologías pueden ayudar a promover la tolerancia y el respeto de la dignidad humana,
así como los principios de la igualdad y la no discriminación;
93. Afirmamos que todos los Estados deberían reconocer la importancia de los medios
de información de la comunidad que permiten expresarse a las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
94. Reafirmamos que la estigmatización de las personas de diferentes orígenes mediante
actos u omisiones de las autoridades públicas, las instituciones, los medios de información, los
partidos políticos o las organizaciones nacionales o locales no sólo es un acto de discriminación
racial, sino que además puede incitar a la repetición de tales actos, resultando así en la creación
de un círculo vicioso que refuerza las actitudes y los prejuicios racistas, y que debe condenarse;
95. Reconocemos que la educación a todos los niveles y a todas las edades, inclusive
dentro de la familia, en especial la educación en materia de derechos humanos, es la clave para
modificar las actitudes y los comportamientos basados en el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia y para promover la tolerancia y el respeto de la
diversidad en las sociedades. Afirmamos además que una educación de este tipo es un factor
determinante en la promoción, difusión y protección de los valores democráticos de justicia y
equidad, que son fundamentales para prevenir y combatir el avance del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
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96. Reconocemos que la calidad de la educación, la eliminación del analfabetismo y el
acceso a la enseñanza primaria gratuita para todos pueden contribuir a promover sociedades
menos excluyentes, la equidad, unas relaciones estables y armoniosas y la amistad entre las
naciones, los pueblos, los grupos y los individuos, y una cultura de paz, favoreciendo la
comprensión mutua, la solidaridad, la justicia social y el respeto de todos los derechos humanos
para todos;
97. Hacemos hincapié en los vínculos entre el derecho a la educación y la lucha contra
el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y en la
función esencial de la educación, en particular la educación sobre los derechos humanos y la
educación que reconozca y respete la diversidad cultural, especialmente entre los niños y
los jóvenes, para prevenir y erradicar todas las formas de intolerancia y discriminación;
Establecimiento de recursos y medidas eficaces de reparación, resarcimiento,
indemnización y de otra índole a nivel nacional, regional e internacional
98. Subrayamos la importancia y la necesidad de enseñar los hechos y la verdad de la
historia de la humanidad, desde la antigüedad hasta el pasado reciente, así como de enseñar los
hechos y la verdad de la historia, las causas, la naturaleza y las consecuencias del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, a fin de llegar a conocer
de manera amplia y objetiva las tragedias del pasado;
99. Reconocemos y lamentamos profundamente los masivos sufrimientos humanos y el
trágico padecimiento de millones de hombres, mujeres y niños causados por la esclavitud, la
trata de esclavos, la trata transatlántica de esclavos, el apartheid, el colonialismo y el genocidio,
hacemos un llamamiento a los Estados interesados para que honren la memoria de las víctimas
de pasadas tragedias, y afirmamos que dondequiera y cuando quiera que hubieran ocurrido deben
ser condenados y ha de impedirse que ocurran de nuevo. Lamentamos que esas prácticas y
estructuras, políticas, socioeconómicas y culturales, hayan causado el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
100. Reconocemos y lamentamos profundamente los indecibles sufrimientos y males
infligidos a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la esclavitud, la trata de
esclavos, la trata transatlántica de esclavos, el apartheid, el genocidio y pasadas tragedias.
Observamos también que algunos Estados han tomado la iniciativa de pedir perdón y han pagado
una indemnización, en los casos procedentes, por las graves y masivas violaciones perpetradas;
101. Con miras a dar por clausurados estos negros capítulos de la historia y como medio
de reconciliación y cicatrización de las heridas, invitamos a la comunidad internacional y a sus
miembros a que honren la memoria de las víctimas de esas tragedias. La Conferencia observa
también que algunos han tomado la iniciativa de lamentar lo sucedido, expresar remordimiento o
pedir perdón, y hace un llamamiento a quienes todavía no hayan contribuido a restablecer la
dignidad de las víctimas para que encuentren la manera adecuada de hacerlo y, en este sentido,
expresa su agradecimiento a los Estados que ya lo han hecho;
102. Somos conscientes de la obligación moral que tienen todos los Estados interesados, y
hacemos un llamamiento a esos Estados a fin de que adopten medidas adecuadas y eficaces para
hacer cesar e invertir las consecuencias duraderas de esas prácticas;
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103. Reconocemos las consecuencias de las formas pasadas y contemporáneas de racismo,
discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexas como graves desafíos a la paz y la
seguridad mundiales, la dignidad humana y el goce de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de muchas personas en el mundo, en particular africanos, afrodescendientes,
personas de origen asiático y pueblos indígenas;
104. Reafirmamos enérgicamente también que es requisito ineludible de justicia que se dé
acceso a la justicia a las víctimas de violaciones de los derechos humanos resultantes del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
especialmente a la luz de su situación vulnerable social, cultural y económicamente, así como
asistencia jurídica si procede, y protección y recursos eficaces y apropiados, incluso el derecho a
pedir y recibir justa y adecuada indemnización o satisfacción por los daños sufridos de resultas
de esa discriminación, de acuerdo con lo consagrado en numerosos instrumentos internacionales
y regionales de derechos humanos, en particular la Declaración Universal de Derechos Humanos
y la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial;
105. Inspirada en los principios enunciados en la Declaración del Milenio y en el
reconocimiento de que tenemos la responsabilidad colectiva de defender los principios de la
dignidad humana, la igualdad y la equidad y de garantizar que la mundialización llegue a ser una
fuerza positiva para todos los pueblos del mundo, la comunidad internacional se compromete a
trabajar en pro de la beneficiosa integración de los países en desarrollo en la economía mundial y
a combatir su marginación determinada a lograr el crecimiento económico acelerado y el
desarrollo sostenible y a erradicar la pobreza, la desigualdad y las privaciones;
106. Subrayamos que recordar los crímenes e injusticias del pasado, cuando quiera y
dondequiera que ocurrieron, condenar inequívocamente las tragedias racistas y decir la verdad
sobre la historia son elementos esenciales para la reconciliación internacional y la creación de
sociedades basadas en la justicia, la igualdad y la solidaridad;
Estrategias para lograr una igualdad plena y efectiva que abarquen la cooperación
internacional y el fortalecimiento de las Naciones Unidas y otros mecanismos
internacionales en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia
107. Destacamos la necesidad de diseñar, promover y aplicar en el plano nacional,
regional e internacional estrategias, programas y políticas, así como legislación adecuada, que
puede incluir medidas especiales y positivas, para promover un desarrollo social equitativo y la
realización de los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales de todas las
víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
particularmente dándoles un acceso más efectivo a las instituciones políticas, judiciales y
administrativas, así como la necesidad de incrementar el acceso efectivo a la justicia, y de
garantizar que los beneficios del desarrollo, la ciencia y la tecnología contribuyan efectivamente
a mejorar la calidad de vida de todos, sin discriminación;
108. Reconocemos la necesidad de adoptar medidas afirmativas o medidas especiales a
favor de las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia para promover su plena integración en la sociedad. Esas medidas de acción
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efectiva, que han de incluir medidas sociales, deben estar destinadas a corregir las condiciones
que menoscaban el disfrute de los derechos y a introducir medidas especiales para alentar la
participación igual de todos los grupos raciales y culturales, lingüísticos y religiosos en todos los
sectores de la sociedad y para situarlos en pie de igualdad. Entre estas medidas deberían figurar
medidas especiales para lograr una representación apropiada en las instituciones de enseñanza, la
vivienda, los partidos políticos, los parlamentos y el empleo, en particular en los órganos
judiciales, la policía, el ejército y otros servicios civiles, lo que en algunos casos puede exigir
reformas electorales, reformas agrarias y campañas en pro de la participación equitativa;
109. Recordamos la importancia de fomentar la cooperación internacional para promover
a) la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia; b) la aplicación efectiva de los tratados e instrumentos internacionales que
prohíben esas prácticas; c) los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas a este respecto;
d) el logro de las metas establecidas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992, la Conferencia Mundial de
Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, la Conferencia Internacional sobre la Población
y el Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social
celebrada en Copenhague en 1995, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en
Beijing en 1995, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos
(Hábitat II) celebrada en Estambul en 1996 y la Cumbre Mundial sobre la Alimentación
celebrada en Roma en 1996, velando por que esas metas beneficien en forma equitativa a todas
las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
110. Reconocemos la importancia de la cooperación entre los Estados, las organizaciones
internacionales y regionales pertinentes, las instituciones financieras internacionales, las
organizaciones no gubernamentales y los particulares en la lucha mundial contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y que para el éxito de
esta lucha se requiere específicamente tener en cuenta las quejas, opiniones y exigencias de las
víctimas de esa discriminación;
111. Reiteramos que la respuesta y la política internacionales, incluida la asistencia
financiera con respecto a los refugiados y las personas desplazadas en diferentes partes del
mundo, no deben basarse en la discriminación por motivos de raza, color, linaje u origen
nacional o étnico de los refugiados y las personas desplazadas de que se trate y, en este contexto,
exhortamos a la comunidad internacional a prestar asistencia suficiente, y equitativa a los países
de acogida, en particular cuando se trate de países en desarrollo o de países en transición;
112. Reconocemos la importancia de unas instituciones nacionales independientes de
derechos humanos que se ajusten a los Principios relativos al estatuto de las instituciones
nacionales de promoción y protección de los derechos humanos, anexos a la resolución 48/134
de la Asamblea General, de 20 de diciembre de 1993, y de otras instituciones especializadas
pertinentes creadas por ley para la promoción y protección de los derechos humanos, como la
del defensor del pueblo, en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia, así como para la promoción de valores democráticos y el
Estado de derecho. Alentamos a los Estados a que establezcan tales instituciones, según
proceda, y exhortamos a las autoridades y a la sociedad en general de los países en que esas
instituciones están desempeñando sus funciones de promoción, protección y prevención a que
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cooperen en la mayor medida posible con dichas instituciones, respetando al mismo tiempo su
independencia;
113. Reconocemos el importante papel que pueden desempeñar los órganos regionales
competentes, incluidas las asociaciones regionales de instituciones nacionales de derechos
humanos, en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia, y la función crucial de supervisión y sensibilización de la opinión
pública respecto de la intolerancia y la discriminación que pueden desempeñar en el plano
regional, y reafirmamos el apoyo a esos órganos donde existen y recomendamos su creación;
114. Reconocemos la importancia fundamental que tienen los parlamentos en la lucha
contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en
la tarea de adoptar legislación apropiada, supervisar su aplicación y asignar los recursos
financieros necesarios;
115. Destacamos la importancia de la participación de los agentes sociales y otras
organizaciones no gubernamentales en el diseño y la aplicación de programas de formación
y desarrollo;
116. Reconocemos el importante papel que desempeña la sociedad civil en la lucha contra
el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en
particular en la asistencia a los gobiernos para desarrollar reglamentos y estrategias, así como
adoptar medidas y desplegar actividades contra esas formas de discriminación y observar su
aplicación;
117. Reconocemos también que la promoción de un mayor respeto y confianza entre los
diferentes grupos de la sociedad debe ser una responsabilidad compartida pero diferenciada de
las instituciones gubernamentales, los dirigentes políticos, las organizaciones de base y los
ciudadanos. Subrayamos que la sociedad civil desempeña un papel importante en la promoción
de los intereses públicos, especialmente en la lucha contra el racismo, la discriminación racial,
la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
118. Acogemos complacidos la función catalítica que desempeñan las organizaciones no
gubernamentales promoviendo la enseñanza de los derechos humanos y sensibilizando al público
acerca del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Esas instituciones también pueden desempeñar una función importante en la tarea de señalar esas
cuestiones a la atención de los órganos pertinentes de las Naciones Unidas, sobre la base de sus
experiencias nacionales, regionales o internacionales. Teniendo presentes las dificultades a que
hacen frente, nos comprometemos a establecer un clima propicio al funcionamiento eficaz de las
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, en particular las organizaciones no
gubernamentales antirracistas, en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Reconocemos la precaria situación de las
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, incluidas las que luchan contra el
racismo, en muchas partes del mundo y expresamos nuestro compromiso de cumplir nuestras
obligaciones internacionales y de eliminar todo obstáculo ilícito que entorpezca su
funcionamiento eficaz;
-26-
119. Alentamos la plena participación de las organizaciones no gubernamentales en el
seguimiento de la Conferencia Mundial;
120. Reconocemos que el intercambio y el diálogo internacional y nacional y el desarrollo
de una red mundial entre los jóvenes son elementos importantes y fundamentales en la formación
de la comprensión intercultural y el respeto y contribuirán a la eliminación del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
121. Destacamos la utilidad de hacer participar a los jóvenes en el desarrollo de
estrategias y políticas nacionales, regionales e internacionales orientadas hacia el futuro para
luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
122. Afirmamos que nuestro esfuerzo mundial por lograr la eliminación total del racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, así como las
recomendaciones contenidas en el Programa de Acción, se hacen en un espíritu de solidaridad y
cooperación internacional y se inspiran en los propósitos y principios de la Carta de las
Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales pertinentes. Esas recomendaciones se
formulan teniendo debidamente en cuenta el pasado, el presente y el futuro, y con un enfoque
constructivo y orientado al futuro. Reconocemos que la formulación y aplicación de esas
estrategias, políticas, programas y medidas, que deberían ponerse en práctica con rapidez y
eficiencia, son responsabilidad de todos los Estados, con la plena participación de la sociedad
civil a nivel nacional, regional e internacional.
-27-
Programa de Acción
Reconociendo la necesidad urgente de convertir los objetivos de la Declaración en un
Programa de Acción práctico y aplicable, la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia:
I. Orígenes, causas, formas y manifestaciones contemporáneas
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia
1. Insta a los Estados a que, en el marco de sus iniciativas nacionales y en cooperación
con otros Estados y con organizaciones e instituciones financieras regionales e internacionales,
promuevan la utilización de inversiones públicas y privadas en consulta con las comunidades
afectadas a fin de erradicar la pobreza, en particular en las zonas donde viven
predominantemente las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia;
2. Exhorta a los Estados a que adopten todas las disposiciones necesarias y apropiadas
para poner fin a la esclavitud y a las formas contemporáneas de prácticas análogas a la esclavitud
y a que inicien un diálogo constructivo entre Estados y apliquen medidas con el fin de remediar
los problemas y reparar los daños que ocasionan;
II. Las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia
Víctimas en general
3. Insta a los Estados a que trabajen a nivel nacional y en cooperación con otros Estados
y con las organizaciones y los programas regionales e internacionales pertinentes para fortalecer
los mecanismos nacionales de promoción y protección de los derechos humanos de las víctimas
del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia que estén
contagiadas, o presuntamente contagiadas, con enfermedades pandémicas como el VIH/SIDA y
a que adopten medidas concretas, en particular de prevención y de facilitación del acceso a
medicamentos y tratamientos y programas de educación, capacitación e información pública, con
el fin de eliminar la violencia, la estigmatización, la discriminación, el desempleo y otras
consecuencias negativas de esas pandemias;
Africanos y afrodescendientes
4. Insta a los Estados a que faciliten la participación de los afrodescendientes en todos
los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales de la sociedad y en el adelanto y el
desarrollo económico de sus países, y a que promuevan el conocimiento y el respeto de su
patrimonio y su cultura;
5. Pide a los Estados que, apoyados en su caso por la cooperación internacional,
consideren favorablemente la posibilidad de concentrar nuevas inversiones en sistemas de
atención sanitaria, educación, salud pública, electricidad, agua potable y control del medio
-28-
ambiente, así como en otras medidas de acción afirmativa o positiva en las comunidades
integradas principalmente por afrodescendientes;
6. Pide a las Naciones Unidas, a las instituciones financieras y de desarrollo
internacionales y a otros mecanismos internacionales competentes que elaboren programas de
fomento de la capacidad destinados a los africanos y a los afrodescendientes de las Américas y
de todo el mundo;
7. Pide a la Comisión de Derechos Humanos que considere la posibilidad de establecer
un grupo de trabajo u otro mecanismo en las Naciones Unidas para que estudie los problemas de
discriminación racial a que hacen frente los afrodescendientes que viven en la diáspora africana
y haga propuestas para la eliminación de la discriminación racial contra esas personas;
8. Exhorta a las instituciones financieras y de desarrollo y a los programas
operacionales y organismos especializados de las Naciones Unidas a que, de conformidad con
sus presupuestos ordinarios y los procedimientos de sus órganos rectores:
a) Atribuyan especial prioridad y destinen suficientes recursos financieros, dentro de
sus esferas de competencia y en sus presupuestos, a la mejora de la situación de los africanos y
los afrodescendientes, prestando especial atención a las necesidades de estas poblaciones en los
países en desarrollo, entre otras cosas mediante la preparación de programas de acción
específicos;
b) Realicen proyectos especiales, por los conductos apropiados y en colaboración con
los africanos y los afrodescendientes, para prestar apoyo a sus iniciativas comunitarias y facilitar
el intercambio de información y de conocimientos técnicos entre estas poblaciones y los expertos
en estas esferas;
c) Elaboren programas destinados a los afrodescendientes por los que se inviertan
recursos adicionales en sistemas de salud, educación, vivienda, electricidad, agua potable y
medidas de control del medio ambiente, y que promuevan la igualdad de oportunidades en el
empleo, así como otras iniciativas de acción afirmativa o positiva;
9. Pide a los Estados que refuercen las medidas y políticas públicas a favor de las
mujeres y los jóvenes afrodescendientes, tendiendo presente que el racismo los afecta más
profundamente, poniéndolos en situación de mayor marginación y desventaja;
10. Insta a los Estados a que garanticen el acceso a la educación y promuevan el acceso a
las nuevas tecnologías de modo que los africanos y los afrodescendientes, en particular las
mujeres y los niños, dispongan de suficientes recursos para la educación, el desarrollo
tecnológico y el aprendizaje a distancia en las comunidades locales, y los insta también a que
hagan lo necesario para que en los programas de estudios se incluya la enseñanza cabal y exacta
de la historia y la contribución de los africanos y los afrodescendientes;
11. Alienta a los Estados a que determinen los factores que impiden el igual acceso y la
presencia equitativa de los afrodescendientes en todos los niveles del sector público, incluida la
administración pública, y en particular la administración de justicia; a que adopten las medidas
apropiadas para eliminar los obstáculos identificados, y a que alienten a su vez al sector privado
-29-
a promover la igualdad de acceso y la presencia equitativa de los afrodescendientes en todos los
niveles de sus organizaciones;
12. Hace un llamamiento a los Estados para que adopten medidas concretas que
garanticen el acceso pleno y efectivo de todas las personas, en particular los afrodescendientes,
al sistema judicial;
13. Insta a los Estados a que, con arreglo a la normativa internacional de los derechos
humanos y a sus respectivos ordenamientos jurídicos, resuelvan los problemas de la propiedad
respecto de las tierras habitadas desde épocas ancestrales por afrodescendientes y promuevan la
utilización productiva de la tierra y el desarrollo integral de esas comunidades, respetando su
cultura y sus modalidades particulares de adopción de decisiones;
14. Insta a los Estados a que reconozcan los problemas particularmente graves del
prejuicio y la intolerancia religiosos con que tropiezan muchos afrodescendientes y a que
apliquen políticas y medidas encaminadas a prevenir y eliminar toda discriminación basada en la
religión y las creencias que, combinada con ciertas otras formas de discriminación, constituye
una forma de discriminación múltiple;
Pueblos indígenas
15. Insta a los Estados a:
a) Que adopten o sigan aplicando, en concierto con ellos, medidas constitucionales,
administrativas, legislativas y judiciales y todas las disposiciones necesarias para promover,
proteger y garantizar el ejercicio por los pueblos indígenas de sus derechos, así como para
garantizarles el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales sobre la base
de la igualdad, la no discriminación y la participación plena y libre en todas las esferas de la
sociedad, en particular en los asuntos que les afectan o interesan;
b) Que promuevan el conocimiento y el respeto de las culturas y el patrimonio
indígenas; y celebra las medidas ya adoptadas por los Estados a este respecto;
16. Insta a los Estados a que trabajen con los pueblos indígenas para estimular su acceso
a la actividad económica e incrementar sus índices de empleo, cuando proceda, mediante el
establecimiento, la adquisición o la expansión de empresas por los pueblos indígenas y medidas
como capacitación, prestación de asistencia técnica y servicios de crédito;
17. Insta a los Estados a que trabajen con los pueblos indígenas para establecer y poner
en marcha programas que les brinden acceso a medios de formación y a servicios que puedan
contribuir al desarrollo de sus comunidades;
18. Pide a los Estados que adopten políticas públicas y den impulso a programas a favor
de las mujeres y las niñas indígenas y en concierto con ellas con el fin de promover sus derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; poner fin a su situación de desventaja por
razones de género y origen étnico; resolver los apremiantes problemas que las afectan en materia
de educación, salud física y mental y vida económica y el problema de la violencia contra la
mujer, comprendida la violencia en el hogar; y eliminar la situación de discriminación
-30-
exacerbada que padecen las mujeres y las niñas indígenas al combinarse el racismo y la
discriminación sexual;
19. Recomienda que los Estados examinen, de conformidad con los instrumentos y
normas internacionales de derechos humanos pertinentes, sus constituciones, leyes,
ordenamientos jurídicos y políticas con el fin de identificar y erradicar el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, ya sean implícitos,
explícitos o inherentes, contra los pueblos y las personas indígenas;
20. Invita a los Estados interesados a cumplir y respetar los tratados y acuerdos
concertados con los pueblos indígenas y a reconocerlos y observarlos debidamente;
21. Pide a los Estados que consideren cabal y debidamente las recomendaciones
formuladas por los pueblos indígenas en sus propios foros sobre la Conferencia Mundial;
22. Pide a los Estados que:
a) Creen mecanismos institucionales, y cuando ya existan les den su apoyo, para
promover el logro de los objetivos y medidas relativos a los pueblos indígenas acordados en el
presente Plan de Acción;
b) Promuevan, en colaboración con las organizaciones indígenas, las autoridades
locales y las organizaciones no gubernamentales, medidas encaminadas a superar el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia contra los pueblos
indígenas y efectúen evaluaciones periódicas de los progresos logrados a este respecto;
c) Promuevan la comprensión en la sociedad en general de la importancia de las
medidas especiales para superar las desventajas a que hacen frente los pueblos indígenas;
d) Consulten a los representantes indígenas en el proceso de adopción de decisiones
relativas a las políticas y medidas que les afecten directamente;
23. Invita a los Estados a que reconozcan los problemas particulares a que hacen frente
los pueblos y personas indígenas que viven en un entorno urbano y los exhorta a aplicar
estrategias eficaces para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia con que tropiezan, prestando especial atención a las oportunidades para
que continúen practicando sus modos de vida tradicionales, culturales, lingüísticos y espirituales;
Migrantes
24. Pide a todos los Estados que luchen contra las manifestaciones de rechazo
generalizado de los migrantes y que se opongan activamente a todas las manifestaciones racistas
y actos que engendren conductas xenófobas y sentimientos negativos hacia los migrantes o su
rechazo;
25. Invita a las organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales a que
incorporen la vigilancia y la protección de los derechos humanos de los migrantes en sus
programas y actividades y a que sensibilicen a los gobiernos y aumenten la conciencia pública en
-31-
todos los Estados respecto de la necesidad de prevenir los actos racistas, las manifestaciones de
discriminación racial, xenofobia y las formas conexas de intolerancia contra los migrantes;
26. Pide a los Estados que promuevan y protejan cabal y efectivamente los derechos
humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos y sus obligaciones en virtud de los instrumentos
internacionales de derechos humanos, prescindiendo de la situación de inmigración de los
migrantes;
27. Alienta a los Estados a promover la educación sobre los derechos humanos de los
migrantes y organizar campañas de información para velar por que el público esté debidamente
informado de los migrantes y de los asuntos de los migrantes, incluida la contribución positiva
de éstos a sus sociedades de acogida y su vulnerabilidad, particularmente la de quienes están en
una situación irregular;
28. Invita a los Estados a que faciliten la reunión de familias en forma rápida y eficaz, la
cual favorece la integración de los migrantes, tomando debidamente en cuenta el deseo de
muchos miembros de las familias de ser independientes;
29. Insta a los Estados a que adopten medidas concretas que eliminen el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en el lugar de trabajo
contra todos los trabajadores, en particular los migrantes, y aseguren la plena igualdad de todos
ante la ley, incluida la legislación laboral, e insta además a los Estados a que eliminen los
obstáculos, según proceda, a: la participación en la formación profesional, la negociación
colectiva, el empleo, los contratos y las actividades sindicales; el acceso a los tribunales
judiciales y administrativos para plantear quejas; el derecho a buscar empleo en diferentes partes
del país de residencia, y el trabajo en condiciones seguras y saludables;
30. Insta a los Estados a que:
a) Elaboren y pongan en práctica políticas y planes de acción, y refuercen y apliquen
medidas preventivas, para promover la armonía y la tolerancia entre los migrantes y las
sociedades que los acogen con el fin de eliminar las manifestaciones de racismo, discriminación
racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, incluidos actos de violencia, por parte de
personas o grupos en muchas sociedades;
b) Revisen y modifiquen, según proceda, sus leyes, políticas y procedimientos de
inmigración a fin de eliminar de ellos todo elemento de discriminación racial y hacerlos
compatibles con las obligaciones de los Estados en virtud de los instrumentos internacionales de
derechos humanos;
c) Apliquen medidas concretas que abarquen a la comunidad de acogida y a los
migrantes para fomentar el respeto de la diversidad cultural, promover el trato equitativo de los
migrantes y desarrollar programas, según proceda, que faciliten su integración en la vida social,
cultural, política y económica;
d) Garanticen que los migrantes, independientemente de su situación, que hayan sido
detenidos por las autoridades públicas sean tratados de forma humana e imparcial y reciban
-32-
protección jurídica y, en su caso, la asistencia de un intérprete competente de acuerdo con las
normas pertinentes del derecho internacional y de derechos humanos, particularmente durante
los interrogatorios;
e) Velen por que la policía y las autoridades de inmigración traten a los migrantes de
forma digna y no discriminatoria de acuerdo con las normas internacionales mediante, entre
otros cosas, la organización de cursos de formación especializada para administradores, policías,
funcionarios de inmigración y otros grupos interesados;
f) Consideren la cuestión de promover el reconocimiento de las credenciales
educacionales, profesionales y técnicas de los migrantes con miras a aumentar al máximo su
contribución a sus nuevos Estados de residencia;
g) Adopten todas las medidas posibles para promover el pleno disfrute por todos los
migrantes de todos los derechos humanos, en particular los relacionados con los sueldos justos y
la remuneración equitativa por trabajo de igual valor sin distinción de ninguna especie, y el
derecho a seguridad en caso de desempleo, enfermedad, discapacidad, viudedad, vejez u otra
falta de medios de subsistencia en circunstancias ajenas a su voluntad, la seguridad social,
incluido el seguro social, el acceso a la educación, la atención sanitaria, los servicios sociales y el
respeto a su identidad cultural;
h) Consideren la posibilidad de adoptar y aplicar políticas y programas de inmigración
que permitan a los inmigrantes, en particular a las mujeres y los niños que son víctimas de la
violencia conyugal o doméstica, escapar de unas relaciones opresivas;
31. Insta a los Estados, en vista de que aumenta la proporción de las mujeres migrantes, a
que presten una atención especial a las cuestiones de género, en especial a la discriminación
sexual, y en particular cuando los múltiples obstáculos con que tropiezan las mujeres migrantes
se combinan; a que realicen investigaciones exhaustivas, no sólo sobre las violaciones
perpetradas contra los derechos humanos de las mujeres migrantes sino también sobre la
contribución que esas mujeres hacen a las economías de sus países de origen y de sus países de
acogida, y a que incluyan los resultados de esas investigaciones en los informes destinados a los
órganos creados en virtud de tratados;
32. Exhorta a los Estados a que reconozcan las mismas oportunidades y
responsabilidades económicas a los migrantes documentados que son residentes a largo plazo
que a los demás miembros de la sociedad;
33. Recomienda que los países de acogida de los migrantes consideren la posibilidad de
prestar servicios sociales adecuados, en particular en materia de salud, educación y una vivienda
adecuada, como cuestión prioritaria, en cooperación con los organismos de las Naciones Unidas,
las organizaciones regionales y las instituciones financieras internacionales; pide también que
estos organismos den una respuesta adecuada a las solicitudes de tales servicios;
Refugiados
34. Exhorta a los Estados a cumplir sus obligaciones dimanantes de la normativa
internacional de los derechos humanos y del derecho de los refugiados y humanitario que se
-33-
refieren a los refugiados, los solicitantes de asilo y las personas desplazadas e insta a la
comunidad internacional a que les brinde protección y asistencia de forma equitativa y teniendo
debidamente en cuenta sus necesidades en diversas partes del mundo, de conformidad con los
principios de la solidaridad internacional, el reparto de la carga y la cooperación internacional,
para compartir las responsabilidades;
35. Insta a los Estados a que reconozcan el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia a que están expuestos los refugiados al intentar
integrarse en la vida de las sociedades de sus países de acogida y alienta a los Estados a que
preparen estrategias para hacer frente a esta discriminación y a que faciliten el pleno disfrute
de los derechos humanos de los refugiados, de acuerdo con sus obligaciones y compromisos
internacionales. Los Estados Partes deberían procurar que todas las medidas relacionadas
con los refugiados estén en perfecta consonancia con la Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967;
36. Insta a los Estados a que adopten medidas eficaces para proteger a las mujeres y las
niñas internamente desplazadas o refugiadas contra actos de violencia, para investigar ese tipo de
violaciones y enjuiciar a los responsables, en colaboración con las organizaciones competentes,
según corresponda;
Otras víctimas
37. Insta a los Estados a que adopten todas las medidas posibles para garantizar que
todas las personas, sin discriminación, estén inscritas en el registro y tengan acceso a la
documentación necesaria que refleje su identidad jurídica y les permita beneficiarse de los
procedimientos y recursos legales disponibles y las oportunidades de desarrollo, así como para
reducir la trata de personas;
38. Reconoce que las víctimas de la trata están particularmente expuestas al racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Los Estados
garantizarán que todas las medidas adoptadas contra la trata de personas, en particular las que
afectan a las víctimas de la trata, correspondan a los principios internacionalmente reconocidos
de la no discriminación, incluida la prohibición de la discriminación racial y la existencia de un
resarcimiento jurídico apropiado;
39. Hace un llamamiento a los Estados para que garanticen a los niños y los jóvenes
romaníes, gitanos, sintis y nómadas, en particular las niñas, igualdad de oportunidades de acceso
a la educación y que los programas de estudio a todos los niveles, incluidos programas
complementarios para la educación intercultural, que puedan, entre otras cosas, incluir la
oportunidad de aprender el idioma oficial en la etapa preescolar, la contratación de maestros y
ayudantes de clase romaníes, gitanos, sintis y nómadas y oportunidades para estos niños y
jóvenes de aprendizaje en la lengua materna, respondan a sus necesidades;
40. Alienta a los Estados a que adopten políticas y medidas apropiadas y concretas,
desarrollen mecanismos de aplicación, en los casos en que todavía no existan, e intercambien
experiencias, en cooperación con representantes de los romaníes, los gitanos, los sintis y los
nómadas, para erradicar la discriminación contra ellos, permitirles lograr la igualdad y asegurar
su pleno disfrute de todos los derechos humanos, según recomendó el Comité para la
-34-
Eliminación de la Discriminación Racial en el caso de los romaníes en su Recomendación
general XXVII, con objeto de atender sus necesidades;
41. Recomienda que las organizaciones intergubernamentales aborden debidamente en
sus proyectos de cooperación con diversos Estados y de asistencia a ellos la situación de las
comunidades romaníes, gitanas, sintis y nómadas y promuevan su desarrollo económico, social y
cultural;
42. Insta a los Estados y alienta a las organizaciones no gubernamentales a que aumenten
la conciencia sobre el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia que experimentan los romaníes, los gitanos, los sintis y los nómadas y a que
promuevan el conocimiento y el respeto de su cultura e historia;
43. Alienta a los medios de comunicación a que promuevan el acceso igual y la
participación de los romaníes, los gitanos, los sintis y los nómadas en los medios de información
y a que los protejan de informaciones racistas, estereotipadas y discriminatorias e insta a los
Estados a que faciliten los esfuerzos de los medios de comunicación al respecto;
44. Invita a los Gobiernos a formular políticas encaminadas a combatir el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia basadas en datos
estadísticos fiables que reconozcan los motivos de preocupación existentes determinados en
consulta con los propios romaníes, gitanos, sintis y nómadas y que reflejen con la mayor
precisión posible su situación en la sociedad. Toda esa información deberá reunirse de
conformidad con las disposiciones relativas con los derechos humanos y las libertades
fundamentales, como la reglamentación sobre la protección de datos y las garantías de respeto de
la intimidad, y en consulta con las personas interesadas;
45. Alienta a los Estados a que aborden los problemas del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia contra las personas de ascendencia
asiática y los exhorta a que adopten todas las medidas necesarias para eliminar las barreras con
que tropiezan esas personas para participar en la vida económica, social, cultural y política;
46. Insta a los Estados a que garanticen dentro de su jurisdicción que las personas
pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas puedan ejercer plena y
efectivamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales sin discriminación alguna
y en condiciones de plena igualdad ante la ley, y también exhorta a los Estados y a la comunidad
internacional a que promuevan y protejan los derechos de esas personas;
47. Exhorta a los Estados a garantizar el derecho de las personas pertenecientes a
minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas, individualmente o en comunidad con
otros miembros de sus grupos, a disfrutar de su propia cultura, a profesar y a practicar su propia
religión y a utilizar su propio idioma, en privado y en público, libremente y sin injerencia, y a
participar efectivamente en la vida cultural, social, económica y política del país en que viven, a
fin de protegerlos de cualquier forma de racismo, discriminación racial, xenofobia o intolerancia
conexa de que sean objeto o puedan serlo;
48. Insta a los Estados a que reconozcan el efecto que la discriminación, la marginación
y la exclusión social han tenido y siguen teniendo para muchos grupos raciales que viven en una
-35-
situación numéricamente minoritaria dentro de un Estado; a que se cercioren de que las personas
pertenecientes a esos grupos puedan, como miembros individuales de ellos, ejercer plena y
efectivamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales sin ninguna distinción y
en condiciones de plena igualdad ante la ley, y a que, si procede, tomen medidas apropiadas con
respecto al empleo, la vivienda y la educación con miras a evitar la discriminación racial;
49. Insta a los Estados a que adopten, según proceda, medidas apropiadas para prevenir
la discriminación racial contra las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas,
religiosas y lingüísticas con respecto al empleo, la atención sanitaria, la vivienda, los servicios
sociales y la educación y a que, en este contexto, tengan en cuenta las formas de discriminación
múltiple;
50. Insta a los Estados a que incorporen una perspectiva de género en todos los
programas de acción contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia y a que consideren la carga de discriminación que recae particularmente
en las mujeres indígenas, africanas y asiáticas, las de ascendencia africana o asiática, las
migrantes y las mujeres de otros grupos desfavorecidos, de manera que se asegure su acceso a
los recursos de producción en condiciones de igualdad con los hombres, como medio de
promover su participación en el desarrollo económico y productivo de sus comunidades;
51. Insta a los Estados a que, en sus esfuerzos por erradicar la discriminación, incluyan a
las mujeres, especialmente a las víctimas de racismo, discriminación, xenofobia y formas
conexas de intolerancia, en los procesos de decisión a todo nivel, y a que adopten medidas
concretas para incorporar las consideraciones relativas a la raza y el género en la aplicación de
todos los aspectos del Programa de Acción y en los planes de acción nacionales, en particular en
los programas y servicios de empleo y la asignación de recursos;
52. Reconoce que la pobreza determina la situación económica y social y crea obstáculos
a la participación política efectiva de mujeres y hombres de maneras diferentes y en distinta
medida, e insta a los Estados a que emprendan análisis basados en el género de todos los
programas y medidas económicos y sociales, especialmente de las medidas de erradicación de
la pobreza, incluidas las concebidas y aplicadas en beneficio de personas o grupos que son
víctimas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia;
53. Insta a los Estados y alienta a todos los sectores de la sociedad a que potencien a las
mujeres y las niñas que son víctimas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas
conexas de intolerancia, a fin de que puedan ejercitar plenamente sus derechos en todas las
esferas de la vida pública y privada, y aseguren la participación plena, efectiva y en pie de
igualdad de la mujer en los procesos de decisión a todo nivel, en particular en la formulación,
aplicación y evaluación de las políticas y medidas que les conciernen;
54. Exhorta a los Estados:
a) A que reconozcan que la violencia sexual que se ha utilizado sistemáticamente como
arma de guerra, a veces con la aquiescencia o a instigación del Estado, es una grave violación del
derecho internacional humanitario que, en determinadas circunstancias, constituye un crimen de
lesa humanidad y/o un crimen de guerra, y que la incidencia de la discriminación por motivos de
raza y de género hace especialmente vulnerables a las mujeres y las niñas a este tipo de
-36-
violencias que a menudo está relacionada con el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia;
b) A que pongan fin a la impunidad y enjuicien a los responsables de crímenes de lesa
humanidad y crímenes de guerra, incluidos los delitos de violencia sexual u otro tipo de
violencia basada en el género contra las mujeres y las niñas, y a que velen por que se identifique,
investigue, enjuicie y castigue a las autoridades que sean responsables de esos delitos por el
hecho de cometer, ordenar, solicitar, inducir a la comisión, apoyar, encubrir o a ayudar de
cualquier manera a la comisión de esos delitos o la tentativa de cometerlos;
55. Pide a los Estados que, en colaboración de ser necesario con organizaciones
internacionales y teniendo presente ante todo el interés superior del niño, ofrezcan protección
contra los actos de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia a
los niños, en particular los que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad, y presten
una atención especial a esos niños al formular las políticas, estrategias y programas pertinentes;
56. Insta a los Estados a que, de conformidad con su legislación nacional y sus
obligaciones dimanantes de los instrumentos internacionales pertinentes, tomen todas las
medidas, utilizando al máximo los recursos disponibles, para garantizar sin discriminación
alguna el derecho equitativo de todos los niños a la inscripción inmediata en el registro al nacer,
para permitirles ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales. Los Estados
concederán a las mujeres iguales derechos que a los hombres en lo que respecta a la
nacionalidad;
57. Insta a los Estados y a las organizaciones internacionales y regionales y alienta a las
organizaciones no gubernamentales y al sector privado a que se ocupen de la situación de las
personas con discapacidades que también están sometidas al racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y formas conexas de intolerancia; insta también a los Estados a que adopten las
medidas necesarias para garantizar su pleno disfrute de todos los derechos humanos y para
facilitar su plena integración en todos los ámbitos de la vida;
III. Medidas de prevención, educación y protección destinadas a
erradicar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia en los ámbitos
nacional, regional e internacional
58. Insta a los Estados a adoptar y aplicar, en los ámbitos nacional e internacional,
medidas y políticas eficaces, además de la legislación nacional vigente de lucha contra la
discriminación y los instrumentos y mecanismos internacionales pertinentes, que alienten a todos
los ciudadanos e instituciones a oponerse al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia, y a reconocer, respetar y maximizar los beneficios de la
diversidad dentro de todas las naciones y entre ellas al aunar sus esfuerzos para construir un
futuro armonioso y productivo poniendo en práctica y promoviendo valores y principios como la
justicia, la igualdad y la no discriminación, la democracia, la lealtad y la amistad, la tolerancia y
el respeto dentro de las comunidades y naciones y entre ellas, en particular mediante programas
de información pública y educación destinados a mejorar el conocimiento y la comprensión de
los beneficios de la diversidad cultural, incluidos programas en que las autoridades públicas
-37-
actúen en asociación con organizaciones internacionales y no gubernamentales y otros sectores
de la sociedad civil;
59. Insta a los Estados a que incorporen una perspectiva de género en la formulación y
preparación de medidas de prevención, educación y protección encaminadas a la erradicación del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a todos los
niveles, a fin de poder hacer frente con eficacia a las distintas situaciones de las mujeres y los
hombres;
60. Insta a los Estados a que adopten o refuercen, según proceda, programas nacionales
destinados a erradicar la pobreza y reducir la exclusión social en que se tengan en cuenta las
necesidades y experiencias de las personas o grupos víctimas del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, e insta también a los Estados a que
intensifiquen sus esfuerzos por fomentar la cooperación bilateral, regional e internacional al
aplicar esos programas;
61. Insta a los Estados a que traten de garantizar que sus sistemas políticos y legales
reflejen la diversidad multicultural de la sociedad y, de ser necesario, mejorar las instituciones
democráticas a fin de que éstas sean más participativas y evitar la marginación, la exclusión y la
discriminación de determinados sectores de la sociedad;
62. Insta a los Estados a que adopten todas las medidas necesarias para hacer frente
específicamente, mediante políticas y programas, al racismo y a la violencia de motivación racial
contra las mujeres y las niñas, y para incrementar la cooperación, las respuestas normativas y la
aplicación efectiva de la legislación nacional y de sus obligaciones con arreglo a los
instrumentos internacionales pertinentes, y las demás medidas de protección y prevención
destinadas a eliminar todas las formas de discriminación y violencia de motivación racial contra
las mujeres y las niñas;
63. Alienta al sector empresarial, en particular a la industria turística y a los proveedores
de servicios de Internet, a que elaboren códigos de conducta con el fin de impedir la trata de
seres humanos y de proteger a las víctimas de esa trata, especialmente las implicadas en la
prostitución, contra la discriminación motivada por el género y la raza y promover sus derechos,
su dignidad y su seguridad;
64. Insta a los Estados a que elaboren y apliquen, y en su caso refuercen, en los planos
nacional, regional e internacional, las medidas encaminadas a prevenir, combatir y eliminar
eficazmente todas las formas de trata de mujeres y niños, en particular niñas, mediante
estrategias integrales contra la trata que incluyan medidas legislativas, campañas de prevención
e intercambios de información. Exhorta también a los Estados a que habiliten los recursos
necesarios para poner en marcha programas integrales de asistencia, protección, tratamiento,
reinserción y rehabilitación social de las víctimas. Los Estados deberán establecer o reforzar la
capacitación en ese ámbito de los funcionarios de las fuerzas del orden, los funcionarios de
inmigración y los demás funcionarios que se ocupan de las víctimas de tal trata;
65. Alienta a los órganos, los organismos y los programas pertinentes del sistemas de las
Naciones Unidas y a los Estados a que promuevan y utilicen los Principios rectores aplicables a
-38-
los desplazamientos internos (E/CN.4/1998/53/Add.2), en particular las disposiciones relativas a
la no discriminación;
A. Medidas en el plano nacional
1. Medidas legislativas, judiciales, normativas, administrativas y de otro tipo para la
prevención y protección contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia
66. Insta a los Estados a establecer y ejecutar sin demora políticas y planes de acción
nacionales para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia, en particular las manifestaciones basadas en el género;
67. Insta a los Estados a que conciban, promuevan y apliquen medidas legislativas y
administrativas eficaces, así como otras medidas preventivas, o refuercen las existentes, para
remediar la grave situación en que se encuentran ciertos grupos de trabajadores, como los
migrantes, que son víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia. Debe prestarse especial atención a la protección de los trabajadores
domésticos extranjeros y a las víctimas de trata contra la discriminación y la violencia, así como
a la lucha contra los prejuicios de que son objeto;
68. Insta a los Estados a que adopten y apliquen leyes y medidas administrativas a nivel
nacional o refuercen las existentes, con miras a combatir expresa y específicamente el racismo y
prohibir la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, directas o
indirectas, en todas las esferas de la vida pública, de conformidad con sus obligaciones
dimanantes de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial, velando por que sus reservas no sean contrarias al objeto y propósito de
la Convención;
69. Insta a los Estados a que aprueben y apliquen, según proceda, leyes para reprimir la
trata de personas, en especial mujeres y niños, y el tráfico de migrantes, teniendo en cuenta las
prácticas que ponen en peligro vidas humanas o provocan diversas formas de servidumbre y
explotación, como la servidumbre por deudas, la esclavitud y la explotación sexual o laboral;
también alienta a los Estados a que creen, si todavía no los hay, mecanismos para combatir tales
prácticas y a que asignen recursos suficientes para garantizar la aplicación de la ley y la
protección de los derechos de las víctimas, y a que refuercen la cooperación bilateral, regional e
internacional, en particular con las organizaciones no gubernamentales que prestan asistencia a
las víctimas, para combatir la trata de personas y el tráfico de migrantes;
70. Insta a los Estados a que adopten las medidas constitucionales, legislativas y
administrativas necesarias para fomentar la igualdad entre las personas y los grupos víctimas del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia o las formas conexas de intolerancia, y a que
reexaminen las medidas vigentes para enmendar o derogar las leyes nacionales y las
disposiciones administrativas que puedan dar lugar a esas formas de discriminación;
71. Insta a los Estados, incluidos los organismos encargados de hacer cumplir la ley, a
que elaboren y apliquen cabalmente políticas y programas eficaces para prevenir y detectar los
casos de faltas graves de los funcionarios de policía y otros miembros de las fuerzas del orden
-39-
motivadas por el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, y a que enjuicien a los autores de esas faltas;
72. Insta a los Estados a que elaboren, apliquen y hagan cumplir medidas eficaces para
eliminar el fenómeno conocido comúnmente como "establecimiento de perfiles raciales" y que
comprende la práctica de los agentes de policía y otros funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley de basarse, en uno u otro grado, en la raza, el color, la ascendencia o el origen nacional o
étnico como motivo para someter a las personas a actividades de investigación o para determinar
si una persona realiza actividades delictivas;
73. Insta a los Estados a que adopten medidas a fin de impedir que la investigación
genética o sus aplicaciones se utilicen para promover el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, de proteger la confidencialidad de la
información contenida en el código genético de las personas y de evitar que esa información se
utilice con fines discriminatorios o racistas;
74. Insta a los Estados, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado a que:
a) Establezcan y apliquen políticas que promuevan una policía variada, de gran calidad
y exenta de toda discriminación por motivos de raza, y a que se esfuercen por contratar a
personas de todos los grupos, incluidas las minorías, para la administración pública, en particular
en la policía y otros organismos del sistema de justicia penal, como las fiscalías;
b) Traten de reducir la violencia, en particular la violencia por el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia:
i) elaborando material docente para enseñar a los jóvenes la importancia de la
tolerancia y el respeto;
ii) combatiendo los prejuicios antes de que éstos den lugar a actividades delictivas
violentas;
iii) estableciendo grupos de trabajo compuestos, entre otras personas, por dirigentes
comunitarios locales y agentes de orden público nacionales y locales, para mejorar la
coordinación, la participación comunitaria, la capacitación, la educación y la reunión
de datos, a fin de prevenir las actividades delictivas violentas;
iv) garantizando que las leyes de derechos civiles que prohíben las actividades delictivas
violentas se apliquen con rigor;
v) mejorando la reunión de datos sobre la violencia motivada por el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
vi) prestando asistencia apropiada a las víctimas e impartiendo educación pública para
impedir futuros incidentes de violencia motivada por el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
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Ratificación y aplicación efectiva de los instrumentos jurídicos internacionales y
regionales pertinentes relativos a los derechos humanos y a la no discriminación
75. Insta a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren la posibilidad de
ratificar los instrumentos internacionales de derechos humanos de lucha contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, o a que se adhieran a
esos instrumentos, y en particular, a que se adhieran con carácter urgente a la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, con miras a su
ratificación universal para el año 2005; los insta también a que consideren la posibilidad de hacer
la declaración prevista en el artículo 14, a que cumplan su obligación de presentar informes y a
que publiquen y apliquen las observaciones finales del Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial. También insta a los Estados a que retiren las reservas contrarias a los
propósitos y objetivos de la Convención y a que consideren la posibilidad de retirar otras
reservas;
76. Insta a los Estados a tener debidamente en cuenta las observaciones y
recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial. A tal fin, los
Estados deberían considerar la posibilidad de establecer mecanismos nacionales adecuados de
supervisión y evaluación para asegurar que se adopten todas las medidas apropiadas para el
seguimiento de esas observaciones y recomendaciones;
77. Insta a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren la posibilidad de
hacerse partes en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como de acceder a los Protocolos
Facultativos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
78. Insta a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren la posibilidad de
firmar y ratificar los siguientes instrumentos, o de adherirse a ellos:
a) Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948;
b) Convenio (Nº 97) sobre los trabajadores migrantes (revisado), 1949, de la OIT;
c) Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la
prostitución ajena, de 1949;
d) Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, de 1951, y su Protocolo de 1967;
e) Convenio (Nº 111) sobre la discriminación (empleo y ocupación), de 1958, de
la OIT;
f) Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la esfera de la
enseñanza, aprobada el 14 de diciembre de 1960 por la Conferencia General de la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura;
g) Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer, de 1979, con miras a lograr su ratificación universal en el plazo de cinco años, y su
Protocolo Facultativo de 1999;
-41-
h) Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, y sus dos Protocolos Facultativos
de 2000, y Convenio (Nº 138) sobre la edad mínima, 1973, y Convenio (Nº 182) sobre las peores
formas de trabajo infantil, 1999, de la OIT;
i) Convenio (Nº 143) sobre los trabajadores migrantes (disposiciones
suplementarias), 1975, de la OIT;
j) Convenio (Nº 169) sobre pueblos indígenas y tribales, 1989, de la OIT, y Convenio
sobre la Diversidad Biológica, de 1992;
k) Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y de sus familias, de 1990;
l) Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, de 1998;
m) Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional y Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente
mujeres y niños, que complementa la Convención y el Protocolo contra el tráfico ilícito de
migrantes por tierra, mar y aire, que complementa la Convención de 2000;
Insta además a los Estados partes en estos instrumentos a que los apliquen plenamente;
79. Exhorta a los Estados a que protejan y promuevan el ejercicio de los derechos
enunciados en la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y
discriminación fundadas en la religión o las convicciones, proclamada por la Asamblea General
en su resolución 36/55, de 25 de noviembre de 1981, para evitar la discriminación religiosa que,
combinada con otros tipos de discriminación, constituye una forma de discriminación múltiple;
80. Insta a los Estados a que traten de que se respete plenamente y se cumpla la
Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, de 1963, especialmente en lo relacionado
con el derecho de los extranjeros, cualquiera que sea su condición jurídica y su situación en
materia de inmigración, a ponerse en contacto con el funcionario consular de su propio Estado en
caso de detención o encarcelamiento;
81. Insta a todos los Estados a que prohíban el trato discriminatorio basado en la raza, el
color, la ascendencia o el origen nacional o étnico de los extranjeros y los trabajadores
migrantes, entre otras cosas, y en su caso, en lo que se refiere a la concesión de visados y
permisos de trabajo, la vivienda, la atención de la salud y el acceso a la justicia;
82. Subraya la importancia de luchar contra la impunidad, incluso en los casos de delitos
de motivación racista o xenófoba, también en el ámbito internacional, y señala que la impunidad
por las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario es un grave
obstáculo para un sistema de justicia justo y equitativo y, en última instancia, para la
reconciliación y la estabilidad; apoya también plenamente la labor de los tribunales penales
internacionales existentes y la ratificación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,
e insta a todos los Estados a que cooperen con estos tribunales penales internacionales;
83. Insta a los Estados a que hagan todo lo posible para aplicar plenamente las
disposiciones pertinentes de la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en
-42-
el trabajo, 1998, de la Organización Internacional del Trabajo, a fin de combatir el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
Enjuiciamiento de loa autores de actos racistas
84. Insta a los Estados a que adopten medidas eficaces para combatir los delitos
motivados por el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, a que adopten medidas para que esas motivaciones se consideren circunstancia
agravante al imponer la pena, a que impidan que esos delitos queden impunes y a que garanticen
el imperio de la ley;
85. Insta a los Estados a que efectúen investigaciones para examinar las posibles
vinculaciones entre el enjuiciamiento penal, la violencia policial y las sanciones penales, por un
lado, y el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
por el otro, a fin de disponer de pruebas que permitan adoptar las medidas necesarias para
eliminar esas vinculaciones y prácticas discriminatorias;
86. Exhorta a los Estados a que promuevan medidas para desalentar la aparición y
contrarrestar las ideologías nacionalistas neofascistas y violentas que promueven el odio racial y
la discriminación racial, así como los sentimientos racistas y xenófobos, incluidas medidas para
combatir la influencia negativa de esas ideologías, especialmente entre los jóvenes, a través de la
educación académica y no académica, los medios de comunicación y los deportes;
87. Insta a los Estados Partes a promulgar la legislación necesaria para cumplir las
obligaciones que hayan contraído de enjuiciar y castigar a las personas que hayan cometido u
ordenado que se cometan violaciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto
de 1949 y del Primer Protocolo Adicional, así como otras violaciones graves de las leyes y
usos de la guerra, en particular en relación con el principio de no discriminación;
88. Exhorta a los Estados a que tipifiquen como delito la trata de personas, en particular
de mujeres y niños, en todas sus formas y a que condenen y sancionen a los tratantes e
intermediarios, garantizando a la vez protección y asistencia a las víctimas de la trata, en el
pleno respeto de sus derechos humanos;
89. Insta a los Estados a que lleven a cabo sin demora y a fondo investigaciones
exhaustivas e imparciales sobre todos los actos de racismo y discriminación racial, y que
persigan de oficio los delitos de carácter racista o xenófobo, cuando proceda, o promuevan o
faciliten los procedimientos pertinentes instruidos respecto de los delitos de carácter racista o
xenófobo, a que garanticen que se dé alta prioridad, de forma coherente y enérgica, a las
investigaciones penales y civiles y al enjuiciamiento por los delitos de carácter racista o
xenófobo y a que garanticen el derecho a la igualdad de trato ante los tribunales y todos los
demás órganos de administración de justicia. A este respecto, la Conferencia Mundial subraya la
importancia de sensibilizar a los diversos agentes del sistema de justicia penal y de capacitarlos
para que la ley se aplique de manera equitativa e imparcial. En este contexto, recomienda que se
establezcan servicios de vigilancia para luchar contra la discriminación;
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Establecimiento y consolidación de instituciones nacionales especializadas e
independientes y de procedimientos de medicación
90. Insta a los Estados a que, cuando proceda, establezcan, fortalezcan, examinen y
promuevan la eficacia de instituciones nacionales independientes de derechos humanos, en
particular sobre cuestiones de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de
intolerancia, de conformidad con los Principios relativos al estatuto de las instituciones
nacionales de promoción y protección de los derechos humanos anexos a la resolución 48/134 de
la Asamblea General, de 20 de diciembre de 1993, y los doten de adecuados recursos
financieros, competencia y capacidad de encuesta, investigación, educación y actividades de
sensibilización del público para combatir esos fenómenos;
91. Insta asimismo a los Estados a:
a) Promover la cooperación entre esas instituciones y otras instituciones nacionales;
b) Adoptar medidas para asegurar que las personas y grupos que sean víctimas del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia puedan
participar plenamente en esas instituciones;
c) Apoyar esas instituciones y órganos análogos, entre otras cosas, mediante la
publicación y divulgación de la legislación y la jurisprudencia nacionales vigentes y la
cooperación con instituciones de otros países a fin de poder obtener conocimientos sobre las
manifestaciones, el funcionamiento y los mecanismos de esas prácticas y sobre las estrategias
destinadas a prevenirlas, luchar contra ellas y erradicarlas;
2. Políticas y prácticas
Reunión y desglose de datos, investigación y estudios
92. Insta a los Estados a que recojan, recopilen, analicen, difundan y publiquen datos
estadísticos fidedignos a nivel nacional y local y a que tomen todas las demás medidas conexas
necesarias para evaluar periódicamente la situación de los individuos y los grupos que son
víctimas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia:
a) Esos datos estadísticos deberían estar desglosados de conformidad con la legislación
nacional; toda esta información se recogerá, según proceda, con el consentimiento explícito de
las víctimas, teniendo en cuenta la forma en que se definan a sí mismos y de conformidad con las
normas relativas a los derechos humanos y las libertades fundamentales, como las disposiciones
sobre protección de datos y las garantías de la intimidad; esta información no deberá utilizarse
indebidamente;
b) Los datos estadísticos y la información deberían reunirse con el objetivo de vigilar la
situación de los grupos marginados, y el desarrollo y la evaluación de la legislación, las políticas,
las prácticas y otras medidas encaminadas a prevenir y combatir el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, así como con el fin de determinar si
algunas medidas tienen un impacto involuntario desigual sobre las víctimas; con ese fin,
-44-
recomienda la elaboración de estrategias voluntarias, consensuales y participatorias en el proceso
de reunión, elaboración y utilización de la información;
c) La información debería tener en cuenta los indicadores económicos y sociales tales
como, cuando resulte apropiado, la salud y la situación de salud, la mortalidad infantil y materna,
la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, la educación, el empleo, la vivienda, la propiedad
de la tierra, los servicios de salud mental y física, el agua, el saneamiento, la energía y los
servicios de comunicaciones, la pobreza y el ingreso disponible medio, a fin de elaborar políticas
de desarrollo social y económico con miras a reducir las disparidades existentes en las
condiciones sociales y económicas;
93. Invita a los Estados, las organizaciones intergubernamentales, las organizaciones no
gubernamentales, las instituciones académicas y el sector privado a que mejoren los conceptos y
métodos de recogida y análisis de datos; a que promuevan la investigación, intercambien
experiencias, se comuniquen las prácticas que hayan tenido éxito y conciban actividades de
promoción en esta esfera; y a que elaboren indicadores de los progresos y de la participación de
los individuos y los grupos de la sociedad que son objeto de racismo, discriminación racial,
xenofobia y formas conexas de intolerancia;
94. Reconoce que las políticas y los programas encaminados a combatir el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia deben basarse en
investigaciones cuantitativas y cualitativas en que se incorpore una perspectiva de género; en
esas políticas y programas se deben tener en cuenta las prioridades identificadas por las personas
y los grupos que sean víctimas u objeto de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas
conexas de intolerancia;
95. Insta a los Estados a que lleven a cabo una fiscalización periódica de los actos de
racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia en los sectores
público y privado, incluidos los cometidos por las fuerzas del orden público;
96. Invita a los Estados a que promuevan y lleven a cabo estudios y adopten un objetivo
integral y un criterio a largo plazo respecto de todas las etapas y aspectos de la migración, que
aborden de forma eficaz tanto sus causas como manifestaciones; estos estudios y criterios deben
prestar especial atención a las causas profundas de las corrientes migratorias, tales como la falta
de pleno disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales y los efectos de la
globalización económica sobre las tendencias migratorias;
97. Recomienda que se hagan nuevos estudios sobre la manera en que el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia pueden reflejarse en las
leyes, las políticas, las instituciones y las prácticas y de qué forma pueden haber contribuido a la
victimización y la exclusión de los migrantes, en particular las mujeres y los niños;
98. Recomienda que los Estados incluyan, según proceda, en sus informes periódicos a
los órganos de las Naciones Unidas creados en virtud de tratados de derechos humanos, en una
forma apropiada, información estadística relativa a las personas, los miembros de los grupos y
las comunidades dentro de su jurisdicción, en particular datos estadísticos sobre la participación
en la vida política y sobre su situación económica, social y cultural; toda esta información se
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reunirá de acuerdo con las disposiciones sobre derechos humanos y libertades fundamentales,
tales como las normas de protección de la información y las garantías de la intimidad;
Políticas orientadas a la adopción de medidas y planes de acción, incluidas las
medidas positivas para garantizar la no discriminación, en particular sobre el
acceso a los servicios sociales, el empleo, la vivienda, la educación, la atención
de la salud, etc.
99. Reconoce que la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia es una responsabilidad primordial de los Estados.
Por consiguiente, alienta a los Estados a elaborar o desarrollar planes de acción nacional para
promover la diversidad, la igualdad, la equidad, la justicia social, la igualdad de oportunidades y
la participación de todos. Con ayuda de, entre otras cosas, medidas y estrategias afirmativas o
positivas, esos planes deberían tener por finalidad crear las condiciones necesarias para que
todos participaran efectivamente en el proceso de adopción de decisiones y ejercieran los
derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales en todas las esferas de la vida sobre
la base de la no discriminación. La Conferencia Mundial alienta a los Estados a que, al elaborar
y desarrollar dichos planes, establezcan, o refuercen, un diálogo con las organizaciones no
gubernamentales a fin de hacerlas participar más estrechamente en la formulación, aplicación y
evaluación de las políticas y programas;
100. Insta a los Estados a que establezcan, sobre la base de información estadística,
programas nacionales, con inclusión de medidas afirmativas o positivas, para promover el acceso
de personas y grupos que sean o puedan ser víctimas de la discriminación racial a los servicios
sociales básicos, incluidas la enseñanza primaria, la atención primaria de salud y la vivienda
adecuada;
101. Insta a los Estados a que establezcan programas para promover el acceso, sin
discriminación alguna, de las personas que son víctimas del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia a la atención de salud, y promover que se hagan
enérgicos esfuerzos para eliminar las diferencias, entre otras cosas, en las tasas de mortalidad
infantil y materna, la inmunización infantil, el VIH/SIDA, las enfermedades cardíacas, el cáncer
y las enfermedades contagiosas;
102. Insta a los Estados a que promuevan la integración en cuanto a residencia de todos
los miembros de la sociedad en la etapa de planificación de los planes de ordenación urbana y
otros asentamientos humanos, y cuando se renueven las zonas abandonadas de las viviendas
públicas, para contrarrestar la exclusión social y la marginación;
Empleo
103. Insta a los Estados a que promuevan y apoyen, cuando proceda, la organización y el
funcionamiento de empresas propiedad de personas que sean víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia promoviendo el acceso
en pie de igualdad al crédito y a los programas de capacitación;
104. Insta a los Estados y alienta a las organizaciones no gubernamentales y al sector
privado a:
-46-
a) Apoyar la creación de lugares de trabajo en que no haya discriminación mediante una
estrategia múltiple que incluya el cumplimiento de los derechos civiles, la enseñanza pública y la
comunicación en el lugar de trabajo, y a promover y proteger los derechos de los trabajadores
que son objeto de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia;
b) Promover la creación, el crecimiento y la ampliación de empresas dedicadas a
mejorar las condiciones económicas y educacionales en zonas con pocos servicios y
desfavorecidas, aumentando el acceso al capital mediante, entre otras cosas, bancos de desarrollo
comunitario, reconociendo que las nuevas empresas pueden tener una repercusión positiva y
dinámica en las comunidades necesitadas, y trabajar con el sector privado para crear puestos de
trabajo, ayudar a mantener los puestos existentes y estimular el crecimiento industrial y
comercial en las zonas económicamente deprimidas;
c) Mejorar las posibilidades de los grupos fijados como objetivo que tropiezan, entre
otras cosas, con los mayores obstáculos para encontrar, conservar o recuperar un trabajo, en
particular un empleo cualificado; deberá prestarse especial atención a las personas que son objeto
de discriminación múltiple;
105. Insta a los Estados a que, al formular y aplicar leyes y políticas destinadas a
aumentar la protección de los derechos de los trabajadores, presten especial atención a la grave
situación de falta de protección, y, en algunos casos, de explotación, como en el caso de las
personas objeto de trata y los migrantes entrados clandestinamente, que los hace más vulnerables
a los malos tratos, como el confinamiento en el caso de los empleados domésticos, y también a
ser empleados en trabajos peligrosos y mal remunerados;
106. Insta a los Estados a que eviten los efectos negativos de las prácticas
discriminatorias, el racismo y la xenofobia en el empleo y la ocupación mediante la promoción
de la aplicación y la observancia de los instrumentos y las normas internacionales sobre los
derechos de los trabajadores;
107. Exhorta a los Estados y alienta a los representantes de los sindicatos y el sector
empresarial a promover prácticas no discriminatorias en el lugar de trabajo y a proteger los
derechos de los trabajadores, en particular, los de las víctimas del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
108. Exhorta a los Estados a que proporcionen un acceso efectivo a los procedimientos
administrativos y jurídicos, así como a otros recursos, a las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en el lugar de trabajo;
Salud, medio ambiente
109. Insta a los Estados a que, individualmente y mediante la cooperación internacional,
mejoren las medidas encaminadas a satisfacer el derecho de cada persona a disfrutar el máximo
nivel alcanzable de salud física y mental, con miras a eliminar las diferencias en el estado de
salud, que se reflejan en los índices de salud normalizados, que puedan ser resultado del racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
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110. Insta a los Estados y alienta a las organizaciones no gubernamentales y el sector
privado a:
a) Establecer mecanismos eficaces para la vigilancia y eliminación del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en el sistema de atención
de la salud, tales como la aprobación y aplicación de leyes eficaces contra la discriminación;
b) Adoptar medidas para asegurar a todas las personas el acceso en pie de igualdad a
servicios de salud completos, asequibles y de calidad, incluida la atención primaria de la salud de
las personas con acceso deficiente a servicios médicos; facilitar la capacitación de una fuerza de
trabajo en el sector de la salud que tenga diversidad y esté motivada para trabajar en
comunidades con pocos servicios; y procurar aumentar la diversidad en la profesión de atención
de la salud contratando a mujeres y hombres de todos los grupos, sobre la base del mérito y del
potencial, que representen la diversidad de sus sociedades, para las profesiones de atención de la
salud, y manteniéndolos en esas profesiones;
c) Trabajar con profesionales de la salud, personal de atención de la salud de la
comunidad, organizaciones no gubernamentales, investigadores científicos y la industria privada
como medio de mejorar el estado de la salud de las comunidades marginalizadas, en particular de
las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
d) Trabajar con profesionales de la salud, investigadores científicos y organizaciones
regionales de salud para estudiar las diferentes consecuencias de los tratamientos médicos y las
estrategias de salud en las distintas comunidades;
e) Adoptar y aplicar políticas y programas para mejorar la prevención del VIH/SIDA en
comunidades de alto riesgo y hacer lo posible para ampliar la disponibilidad de atención,
tratamiento y otros servicios de apoyo en relación con el VIH/SIDA;
111. Invita a los Estados a estudiar medidas no discriminatorias para garantizar un entorno
seguro y saludable para los individuos y los miembros de grupos víctimas u objeto de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y en particular a:
a) Mejorar el acceso a la información pública sobre cuestiones de salud y medio
ambiente;
b) Velar por que se tengan en cuenta los intereses pertinentes en el proceso público de
adopción de decisiones sobre el medio ambiente;
c) Compartir las tecnologías y las prácticas que hayan dado mejores resultados para
promover la salud de las personas y el medio ambiente en todas las zonas;
d) Adoptar las medidas correctivas apropiadas para limpiar, reutilizar y rehabilitar en lo
posible los lugares contaminados y, cuando corresponda, trasladar a los interesados a otras zonas
con carácter voluntario y después de consultarlos;
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Participación, en pie de igualdad, en la adopción de decisiones políticas, económicas,
sociales y culturales
112. Insta a los Estados y alienta al sector privado y a las instituciones financieras y de
desarrollo internacionales, como el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo, a
promover la participación de las personas o grupos que son víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en la adopción de
decisiones económicas, culturales y sociales en todas las fases, en particular en la elaboración y
aplicación de estrategias de alivio de la pobreza, proyectos de desarrollo y programas de
asistencia en la esfera del comercio y acceso a los mercados;
113. Insta a los Estados a que promuevan, cuando proceda, el acceso efectivo en pie de
igualdad de todos los miembros de la comunidad, en especial los que son víctimas del racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, al proceso de
adopción de decisiones de la sociedad a todos los niveles y, en particular, en el plano local, e
insta también a los Estados y alienta al sector privado a que faciliten la participación efectiva de
esas personas en la vida económica;
114. Insta a todas las instituciones financieras y de desarrollo multilaterales, en particular
al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional, a la Organización Mundial del Comercio y
a los bancos regionales de desarrollo, a que promuevan, con cargo a su presupuesto ordinario y
con arreglo a los procedimientos de sus órganos rectores, la participación de todos los miembros
de la comunidad internacional en los procesos de adopción de decisiones en todas las fases y a
todos los niveles con objeto de facilitar la realización de proyectos de desarrollo y, en su caso, de
programas de comercio y de acceso a los mercados;
Papel de los políticos y los partidos políticos
115. Destaca el papel clave que pueden desempeñar los políticos y los partidos políticos
en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y las formas conexas de
intolerancia, y alienta a los partidos políticos a que tomen medidas concretas para promover la
igualdad, la solidaridad y la no discriminación en la sociedad, entre otras cosas mediante el
establecimiento de códigos voluntarios de conducta que incluyan medidas disciplinarias internas
por las violaciones de esos códigos, de manera que sus miembros se abstengan de hacer
declaraciones o de realizar acciones públicas que alienten o inciten al racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
116. Invita a la Unión Interparlamentaria a que aliente la realización de debates y la
adopción de decisiones por los parlamentos sobre diversas medidas, incluidas leyes y políticas,
para luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
3. Educación y sensibilización
117. Insta a los Estados a que, cuando proceda en colaboración con otros órganos
pertinentes, asignen recursos financieros a la educación contra el racismo y a campañas de
información que promuevan los valores de la aceptación, la tolerancia, la diversidad y el respeto
por las culturas de todos los pueblos indígenas que viven dentro de sus fronteras nacionales.
-49-
En particular, los Estados deberían promover la comprensión cabal de la historia y la cultura de
los pueblos indígenas;
118. Insta a las Naciones Unidas, a otras organizaciones internacionales y regionales
competentes y a los Estados a que contrarresten la minimización de la contribución de África a la
historia y la civilización mundiales, desarrollando y aplicando a tal efecto un programa
específico y amplio de investigación, educación y comunicación social a fin de difundir
ampliamente una visión equilibrada y objetiva de la fundamental y valiosa contribución de
África a la humanidad;
119. Invita a los Estados y a las organizaciones internacionales y no gubernamentales
pertinentes a que aprovechen las actividades del Proyecto "La Ruta del Esclavo" de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, así como su
tema "Romper el Silencio", preparando textos y testimonios creando programas y/o centros
multimedia sobre la esclavitud que reúnan, organicen, expongan y publiquen los datos existentes
que guarden relación con la historia de la esclavitud y con la trata de esclavos transatlántica,
mediterránea y del Océano Índico, prestando especial atención a los pensamientos y actos de las
víctimas de la esclavitud y la trata de esclavos, en su búsqueda de la libertad y la justicia;
120. Encomia los esfuerzos que la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura realiza en el marco del Proyecto de "La Ruta del Esclavo",
y pide que los resultados se pongan lo antes posible a disposición de la comunidad internacional;
Acceso a la educación sin discriminación
121. Insta a los Estados a que se comprometan a garantizar el acceso a la enseñanza, en
particular el acceso de todos los niños, tanto hembras como varones, a la enseñanza primaria
gratuita y el acceso de los adultos al aprendizaje y la enseñanza permanentes, sobre la base del
respeto de los derechos humanos, la diversidad y la tolerancia, sin discriminación de ningún tipo;
122. Insta a los Estados a que garanticen a todos la igualdad de acceso a la enseñanza en
la legislación y en la práctica, y a que se abstengan de adoptar medidas jurídicas o de otro tipo
que contribuyan a imponer cualquier forma de segregación racial en el acceso a las instituciones
docentes;
123. Insta a los Estados a que:
a) Adopten y apliquen leyes que prohíban la discriminación por motivos de raza, color,
ascendencia u origen nacional o étnico a todos los niveles de la enseñanza, tanto académica
como no académica;
b) Adopten todas las medidas apropiadas para eliminar los obstáculos que limitan el
acceso de los niños a la educación;
c) Garanticen que todos los niños tengan acceso, sin discriminación alguna, a una
enseñanza de buena calidad;
d) Elaboren y apliquen métodos estandarizados para evaluar y controlar el rendimiento
académico de los niños y jóvenes marginados;
-50-
e) Asignen recursos para eliminar, cuando exista, toda desigualdad en el rendimiento
académico de los niños y los jóvenes;
f) Apoyen las medidas para garantizar un entorno seguro en las escuelas, en que no
haya violencia ni hostigamiento motivados por el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia; y
g) Consideren la posibilidad de poner en marcha programas de asistencia financiera
para que todos los estudiantes, independientemente de su raza, color, ascendencia u origen étnico
o nacional, puedan asistir a las instituciones de enseñanza superior;
124. Insta a los Estados a que, cuando proceda, adopten medidas adecuadas para
garantizar que las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y
lingüísticas tengan acceso a la educación sin discriminación de ningún tipo y que, cuando sea
posible, tengan oportunidad de aprender su propia lengua a fin de protegerlas de toda forma de
racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexa de la que puedan ser objeto;
Educación sobre los derechos humanos
125. Pide a los Estados que incluyan la lucha contra el racismo, la discriminación racial,
la xenofobia y las formas conexas de intolerancia entre las actividades del Decenio de las
Naciones Unidas para la Educación sobre los Derechos Humanos (1995-2004) y tengan en
cuenta las recomendaciones del informe de evaluación de mitad de período del Decenio;
126. Alienta a todos los Estados a que, en cooperación con las Naciones Unidas, la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y otras
organizaciones internacionales competentes, inicien y desarrollen programas culturales y
educativos de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia, con objeto de garantizar el respeto de la dignidad humana y el valor de
todos los seres humanos, así como de aumentar la comprensión mutua entre todas las culturas y
civilizaciones. Insta además a los Estados a que apoyen y lleven a cabo campañas de
información pública y programas concretos de formación en la esfera de los derechos humanos,
formulados, cuando proceda, en las lenguas locales, para combatir el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y promover el respeto de los valores de
la diversidad, el pluralismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la sensibilidad cultural, la
integración y la cohesión. Esos programas y campañas deberán dirigirse a todos los sectores de
la sociedad, en particular los niños y los jóvenes;
127. Insta a los Estados a que intensifiquen sus esfuerzos en la esfera de la enseñanza,
incluida la enseñanza de los derechos humanos, a fin de promover el conocimiento y la
comprensión de las causas, las consecuencias y los males del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, e insta también a los Estados, en consulta con las
autoridades educativas y el sector privado, cuando proceda, y alienta a las autoridades educativas
y al sector privado a que, cuando proceda, elaboren material didáctico, en particular libros de
texto y diccionarios, dirigidos a luchar contra esos fenómenos, y, en ese contexto, exhorta a los
Estados a que den importancia, si procede, a la revisión y modificación de los libros de texto y
los programas de estudio a fin de eliminar todo elemento que pueda promover el racismo, la
-51-
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia o pueda reforzar
estereotipos negativos, y a que incluyan material que invalide esos estereotipos;
128. Insta a los Estados, si procede en cooperación con las organizaciones competentes,
incluidas las organizaciones juveniles, a que apoyen y apliquen programas oficiales de
enseñanza académica y no académica destinados a promover el respeto de la diversidad cultural;
Educación sobre derechos humanos para niños y jóvenes
129. Insta a los Estados a que introduzcan y, en su caso, refuercen los elementos de lucha
contra la discriminación y el racismo en los programas de derechos humanos de los planes de
estudio escolares, preparen o mejoren los materiales didácticos pertinentes, tales como manuales
de historia y otros libros de texto, y se aseguren de que todos los maestros estén bien formados y
debidamente motivados para inculcar actitudes y pautas de comportamiento, basados en los
principios de la no discriminación, el respeto mutuo y la tolerancia;
130. Exhorta también a los Estados a que emprendan y faciliten actividades para educar a
los jóvenes en materia de derechos humanos, valores democráticos y civismo, y a que les
inculquen la solidaridad, el respeto y el aprecio de la diversidad, en particular el respeto a los
grupos diferentes. Debe hacerse un esfuerzo especial por enseñar a los jóvenes a respetar los
valores democráticos y los derechos humanos, y sensibilizarlos al respecto, a fin de luchar contra
las ideologías basadas en la falaz teoría de la superioridad racial;
131. Insta a los Estados a que alienten a todas las escuelas a que consideren la posibilidad
de desarrollar actividades educacionales incluso de carácter no académico para aumentar la
concienciación sobre el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, entre otras cosas, mediante la conmemoración del Día Internacional de la
Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo);
132. Recomienda a los Estados que, en los programas de estudios y en las instituciones de
enseñanza superior, introduzcan o fortalezcan la enseñanza de los derechos humanos, con el fin
de eliminar los prejuicios que propician la discriminación racial y de promover la comprensión,
la tolerancia y la amistad entre los distintos grupos raciales o étnicos, y que apoyen los
programas de enseñanza académica y no académica concebidos para promover la diversidad
cultural y fomentar la autoestima de las víctimas;
Educación sobre derechos humanos para los funcionarios públicos y los profesionales
133. Insta a los Estados a que organicen y refuercen las actividades de capacitación sobre
los derechos humanos con enfoque antirracista y antisexista, para los funcionarios públicos,
incluido el personal de la administración de justicia, especialmente el de los servicios de
seguridad, penitenciarios y de policía, así como entre las autoridades de salud, enseñanza y
migración;
134. Insta a los Estados a que presten especial atención a los efectos negativos del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en la
administración de justicia y la imparcialidad de los juicios y a que realicen campañas a nivel
nacional, entre otras medidas, a fin de dar a conocer a los órganos estatales y a los funcionarios
-52-
públicos las obligaciones que les corresponden en virtud de la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y otros instrumentos pertinentes;
135. Pide a los Estados que organicen y faciliten, cuando proceda en colaboración con
organizaciones intergubernamentales, instituciones nacionales, organizaciones no
gubernamentales y el sector privado, actividades de capacitación, en particular cursos o
seminarios, sobre las normas internacionales que prohíben la discriminación racial y su
aplicación en el derecho interno, y sobre sus obligaciones internacionales en materia de derechos
humanos para fiscales, miembros de la judicatura y otros funcionarios públicos;
136. Exhorta a los Estados a que velen por que en la enseñanza y la capacitación,
especialmente en la capacitación de maestros, se promueva el respeto de los derechos humanos,
y la lucha contra el racismo, la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia, y
que las instituciones de enseñanza apliquen la igualdad de oportunidades y programas acordados
por las autoridades pertinentes sobre la igualdad entre los sexos y la diversidad cultural, religiosa
y de otra índole, y velen por su aplicación, con la participación de los maestros, los padres y los
alumnos. Insta además a todos los educadores, incluidos los profesores de los distintos niveles
de educación, las comunidades religiosas y la prensa escrita y electrónica, a que desempeñen una
labor eficaz en el ámbito de la educación de los derechos humanos y también como medio de
lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
137. Alienta a los Estados a considerar la posibilidad de adoptar medidas para aumentar la
contratación, la retención y el ascenso de mujeres y hombres perteneciente a los grupos que estén
actualmente insuficientemente representados en el sector de la enseñanza como consecuencia del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y a
garantizarles un acceso efectivo en pie de igualdad a ese sector. Se debe hacer todo lo posible
por contratar a mujeres y hombres que tengan capacidad para interrelacionarse de modo eficaz
con todos los grupos;
138. Insta a los Estados a que refuercen las actividades de capacitación y sensibilización
en materia de derechos humanos destinadas a los funcionarios de inmigración, la policía de
fronteras, el personal de los centros de detención y las cárceles, las autoridades locales y otros
funcionarios de orden público, así como los maestros, prestando especial atención a los derechos
humanos de los migrantes, los refugiados y los solicitantes de asilo, con el fin de prevenir actos
de discriminación racial y xenofobia y evitar situaciones en que los prejuicios puedan hacer que
se adopten decisiones basadas en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas
conexas de intolerancia;
139. Insta a los Estados a que impartan o intensifiquen la capacitación a las fuerzas del
orden, los funcionarios de inmigración y otros funcionarios competentes sobre la prevención de
la trata de personas. La capacitación debería centrarse en los métodos de prevención de la trata,
el enjuiciamiento de los responsables y la protección de los derechos de las víctimas, en
particular protegiéndolas de los tratantes. En la capacitación también debería tenerse en cuenta
la necesidad de prestar atención a los derechos humanos y las cuestiones relacionadas con los
derechos del niño y de la mujer, y se debería fomentar la cooperación con las organizaciones
no gubernamentales, otras organizaciones pertinentes y otros sectores de la sociedad civil;
-53-
4. Información, comunicaciones y medios de difusión, incluidas las nuevas tecnologías
140. Acoge favorablemente la positiva contribución que aportan las nuevas tecnologías de
la información y las comunicaciones, inclusive Internet, a la lucha contra el racismo gracias a
una comunicación rápida y de gran alcance;
141. Señala las posibilidades de aumentar la utilización de las nuevas tecnologías de la
información y las comunicaciones, inclusive Internet, para crear redes educativas y de
sensibilización contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, en las escuelas y fuera de ellas, y el potencial de Internet para promover el respeto
universal de los derechos humanos, así como el respeto del valor de la diversidad cultural;
142. Subraya la importancia de reconocer el valor de la diversidad cultural y de adoptar
medidas concretas para que las comunidades marginadas tengan acceso a los medios de
comunicación tradicionales y alternativos, en particular mediante la presentación de programas
que reflejen sus culturas e idiomas;
143. Expresa preocupación por el aumento del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, incluidas sus formas y manifestaciones
contemporáneas, como la utilización de las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, inclusive Internet, para difundir ideas de superioridad racial;
144. Insta a los Estados y alienta al sector privado a que promuevan la elaboración por los
medios de difusión, incluidos la prensa y los medios electrónicos, entre ellos Internet y los
medios de comunicación, inclusive las publicaciones impresas y los medios electrónicos, Internet
y la publicidad, teniendo en cuenta su independencia y a través de sus asociaciones y
organizaciones pertinentes a nivel nacional, regional e internacional, de un código de conducta
de carácter voluntario y medidas de autorregulación y de políticas y prácticas encaminados a:
a) Luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia;
b) Promover una representación justa, equilibrada y equitativa de la diversidad de sus
sociedades, así como garantizar que esa diversidad se refleje en su personal;
c) Luchar contra la proliferación de ideas de superioridad racial y la justificación del
odio racial y de toda forma de discriminación;
d) Promover el respecto, la tolerancia y la comprensión entre todas las personas,
pueblos, naciones y civilizaciones, por ejemplo apoyando las campañas de sensibilización de la
opinión pública;
e) Evitar toda clase de estereotipos, y en particular la promoción de falsas imágenes de
los migrantes, incluidos los trabajadores migrantes y refugiados, a fin de prevenir la difusión de
sentimientos xenófobos entre el público y de fomentar una representación objetiva y equilibrada
de las personas, los acontecimientos y la historia;
145. Insta a los Estados a que, de conformidad con el derecho internacional relativo a los
derechos humanos pertinente, apliquen sanciones legales contra la incitación al odio racial
-54-
mediante las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, inclusive Internet,
y les insta asimismo a que apliquen todos los instrumentos de derechos humanos pertinentes en
los que sean Partes, en particular la Convención Internacional para la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial, a fin de luchar contra el racismo en Internet;
146. Insta a los Estados a que alienten a los medios de comunicación a que eviten los
estereotipos basados en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
147. Pide a los Estados que, teniendo plenamente en cuenta las normas internacionales y
regionales existentes en relación con la libertad de expresión, y al tiempo que adoptan todas las
medidas necesarias para garantizar el derecho a la libertad de opinión y expresión, consideren la
posibilidad de:
a) Alentar a los proveedores de servicios de Internet a que establezcan y difundan
códigos de conducta específicos de carácter voluntario y medidas de autorregulación contra la
difusión de mensajes racistas y mensajes que promuevan la discriminación racial, la xenofobia o
toda forma de intolerancia y discriminación; a esos efectos, se alienta a los proveedores de
servicios de Internet a que establezcan órganos mediadores en los planos nacional e
internacional, en los que participen las instituciones pertinentes de la sociedad civil;
b) Adoptar y, en la medida de lo posible, aplicar leyes apropiadas para enjuiciar a los
responsables de la incitación al odio o la violencia racial por medio de las nuevas tecnologías de
la información y las comunicaciones, inclusive Internet;
c) Hacer frente al problema de la difusión de material racista por medio de las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones, inclusive Internet, entre otras cosas
impartiendo capacitación al personal de las fuerzas de orden público;
d) Denunciar y desalentar activamente la transmisión de mensajes racistas y xenófobos
a través de todos los medios de comunicación, incluidas las nuevas tecnologías de la información
y las comunicaciones, como Internet;
e) Estudiar la posibilidad de una respuesta internacional pronta y coordinada al
fenómeno, en rápida evolución, de la difusión de mensajes de odio y material racista mediante
las tecnologías de la información y las comunicaciones, en particular Internet, y, en este
contexto, fortalecer la cooperación internacional;
f) Alentar el acceso de todos a Internet y el uso por todos de ese medio como foro
internacional e imparcial, teniendo presente que hay disparidades en la utilización de Internet y
en el acceso a ésta;
g) Examinar formas de mejorar la contribución positiva que aportan las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones, como Internet, reproduciendo buenas
prácticas para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
-55-
h) Alentar la representación de la diversidad de sociedades entre el personal de las
organizaciones de medios de difusión y las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, como Internet, mediante la promoción de una presencia adecuada de los
distintos sectores de las sociedades a todos los niveles de su estructura organizacional;
B. Medidas en el plano internacional
148. Insta a todos los que actúan en el plano internacional a que establezcan un orden
internacional basado en la inclusión, la justicia, la igualdad y la equidad, la dignidad humana, la
comprensión mutua y la promoción y el respeto de la diversidad cultural y los derechos humanos
universales, y rechacen todas las doctrinas de la exclusión basada en el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
149. Considera que todos los conflictos y controversias deberían ser resueltos por medios
pacíficos y el diálogo político. La Conferencia hace un llamamiento a todas las partes
implicadas en esos conflictos a que hagan muestra de moderación y respeten los derechos
humanos y el derecho internacional humanitario;
150. Exhorta a los Estados a que, en la lucha contra todas las formas de racismo,
reconozcan la necesidad de oponerse al antisemitismo, el antiarabismo y la islamofobia en todo
el mundo e insta a todos los Estados a que adopten medidas eficaces para prevenir la aparición
de movimientos basados en el racismo y en ideas discriminatorias contra esas comunidades;
151. En cuanto a la situación en el Oriente Medio, pide el fin de la violencia y la pronta
reanudación de las negociaciones, el respeto del derecho internacional humanitario y de los
derechos humanos, el respeto del principio a la libre determinación y el fin de todos los
sufrimientos, permitiendo así a Israel y a los palestinos reanudar el proceso de paz y crecer y
prosperar en un clima de seguridad y libertad;
152. Alienta a los Estados y a las organizaciones regionales e internacionales, entre ellas
las instituciones financieras, así como a la sociedad civil a que traten los aspectos de la
globalización que puedan propiciar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia en el seno de los mecanismos existentes o, en caso necesario,
establezcan o elaboren mecanismos para tratar esos problemas;
153. Recomienda que el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, de la
Secretaría, y otros organismos, órganos y programas pertinentes de las Naciones Unidas
fortalezcan su coordinación con objeto de percibir mejor las pautas de violaciones graves de los
derechos humanos y del derecho humanitario para poder evaluar el riesgo de que siga
empeorando la situación hasta llegar al genocidio, a crímenes de guerra o a crímenes de lesa
humanidad;
154. Alienta a la Organización Mundial de la Salud y a otras organizaciones
internacionales pertinentes a que promuevan y realicen las actividades que permitan reconocer el
impacto del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia
como importantes determinantes sociales del estado de salud física y mental, incluida la
pandemia del VIH/SIDA, y el acceso a la atención de salud, y a que preparen proyectos
-56-
específicos, en particular de investigación, para que las víctimas tengan acceso a sistemas de
salud equitativos;
155. Alienta a la Organización Internacional del Trabajo a que efectúe actividades y
programas para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia en el mundo del trabajo, y a que respalde las medidas de los Estados, las
organizaciones de empleadores y los sindicatos en esta esfera;
156. Exhorta a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura a que preste apoyo a los Estados en la preparación de materiales e instrumentos
didácticos con el fin de fomentar la enseñanza, la formación y las actividades educacionales
relacionadas con los derechos humanos y la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
IV. Establecimiento de remedios, recursos, vías de reparación
y otras medidas eficaces en los ámbitos nacional,
regional e internacional
157. Reconoce los esfuerzos de los países en desarrollo, y en particular el compromiso y
la determinación de los dirigentes africanos para abordar seriamente los desafíos de la pobreza,
el subdesarrollo, la marginalización, la exclusión social, las disparidades económicas, la
inestabilidad y la inseguridad, mediante iniciativas tales como la Nueva Iniciativa africana y
otros mecanismos innovadores como el Fondo Mundial de Solidaridad para la Erradicación de la
Pobreza, e insta a los países desarrollados, las Naciones Unidas y sus organismos especializados,
así como a las instituciones financieras internacionales, a que proporcionen, por conducto de sus
programas operacionales, los recursos financieros nuevos y adicionales que convenga en apoyo
de esas iniciativas;
158. Reconoce que estas injusticias históricas han contribuido innegablemente a la
pobreza, el subdesarrollo, la marginalización, la exclusión social, las desigualdades económicas,
la inestabilidad y la inseguridad que afectan a muchas personas en diferentes partes del mundo,
sobre todo en los países en desarrollo. La Conferencia reconoce la necesidad de elaborar
programas para el desarrollo social y económico de esas sociedades y la diáspora, en el marco de
una nueva asociación basada en un espíritu de solidaridad y respeto mutuo, en las siguientes
esferas:
- Alivio de la deuda;
- Erradicación de la pobreza;
- Creación o fortalecimiento de instituciones democráticas;
- Fomento de las inversiones extranjeras directas;
- Acceso a los mercados;
- Intensificación de los esfuerzos para alcanzar las metas convenidas internacionalmente
para las transferencias de asistencia oficial para el desarrollo a los países en desarrollo;
-57-
- Nuevas tecnologías de información y comunicación para cerrar la brecha digital;
- Agricultura y seguridad alimentaria;
- Transferencia de tecnología;
- Gobernanza transparente y responsable;
- Inversión en las infraestructuras de salud para hacer frente al VIH/SIDA, la
tuberculosis y el paludismo, en particular a través del Fondo Mundial contra el SIDA y
para la Salud;
- Desarrollo de las infraestructuras;
- Desarrollo de los recursos humanos, incluido el fomento de la capacidad;
- Educación, capacitación y desarrollo cultural;
- Asistencia jurídica mutua para la repatriación de fondos obtenidos y transferidos
(acumulados) ilegalmente, de conformidad con los instrumentos nacionales e
internacionales;
- Tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras;
- Restitución de objetos de arte, artefactos históricos y documentos a sus países de
origen, de conformidad con los acuerdos bilaterales o instrumentos internacionales;
- Trata de personas, en particular de mujeres y niños;
- Facilitación del ansiado regreso y reasentamiento de los descendientes de los esclavos
africanos;
159. Insta a las instituciones financieras y de desarrollo internacionales y a los programas
operacionales y organismos especializados de las Naciones Unidas a que den mayor prioridad y
asignen recursos financieros adecuados a los programas destinados a hacer frente a los
problemas del desarrollo de los Estados y sociedades afectados, en particular los del continente
africano y la diáspora;
Asistencia legal
160. Insta a los Estados a que adopten todas las medidas indispensables para atender, con
urgencia, la necesidad apremiante de justicia en favor de las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y garantizarles que
tengan pleno acceso a la información, el apoyo, la protección efectiva y los remedios
administrativos y judiciales nacionales, incluido el derecho de solicitar una reparación o
satisfacción justa y adecuada por los daños sufridos, así como la asistencia legal, cuando sea
necesario;
-58-
161. Insta a los Estados a que faciliten el acceso de las víctimas de la discriminación
racial, incluidas las víctimas de torturas y malos tratos, a todos los procedimientos judiciales
apropiados y les proporcionen gratuitamente asistencia jurídica en una forma que se adapte a sus
necesidades específicas y su vulnerabilidad, en particular mediante la representación legal;
162. Insta a los Estados a que garanticen la protección de los denunciantes y los testigos
de actos de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra la
victimización y a que, cuando proceda, consideren la adopción de medidas tales como
proporcionar asistencia legal, incluida asistencia letrada, a los denunciantes que buscan amparo
legal y, si fuera factible, dar a las organizaciones no gubernamentales la posibilidad de
proporcionar apoyo a los denunciantes de actos de racismo, previo consentimiento de éstos, en
los procedimientos legales incoados;
Leyes y programas nacionales
163. A los efectos de luchar eficazmente contra el racismo y la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, la Conferencia recomienda a todos los Estados
que en sus marcos legislativos nacionales se prohíba expresa y específicamente la discriminación
racial y se proporcionen remedios o vías de reparación eficaces, judiciales y de otro tipo, entre
otras cosas mediante la designación de órganos nacionales independientes y especializados;
164. Insta a los Estados a que, en relación con los recursos procesales previstos en su
legislación interna, tengan en cuenta las siguientes consideraciones:
a) El acceso a estos recursos debe ser lo más amplio posible, sobre una base de igualdad
y no discriminatoria;
b) Los recursos procesales existentes deben darse a conocer en el contexto de las
acciones pertinentes, y debe ayudarse a las víctimas de discriminación racial a que utilicen estos
recursos de acuerdo con cada caso particular;
c) Debe procederse a la investigación de las denuncias de discriminación racial y al
examen judicial de esas denuncias con la mayor rapidez posible;
d) Las personas que sean víctimas de discriminación racial deberían recibir asistencia
letrada y ayuda, en forma gratuita cuando proceda, para la tramitación de las denuncias y, en
caso necesario, deberá facilitárseles la ayuda de intérpretes competentes para la tramitación de
dichas denuncias o en cualquier acción civil o penal derivada de ellas o conexa con ellas;
e) La creación de órganos nacionales competentes para investigar eficazmente las
denuncias de discriminación racial y brindar protección a los denunciantes contra todo acto de
intimidación u hostigamiento es una medida conveniente y debe adoptarse; deben tomarse
medidas para promulgar leyes que prohíban las prácticas discriminatorias por motivos de raza,
color, ascendencia u origen nacional o étnico, y que prevean la aplicación de castigos adecuados
a los infractores y la existencia de recursos, incluida la indemnización adecuada de las víctimas;
f) Debe facilitarse el acceso de las víctimas de discriminación a los recursos legales y, a
este respecto, debe considerarse seriamente la innovación de conferir a instituciones nacionales u
-59-
otras instituciones, así como a las organizaciones no gubernamentales pertinentes, la capacidad
de prestar asistencia a esas víctimas, y deben elaborarse programas para que los grupos más
vulnerables tengan acceso al sistema legal;
g) Deben estudiarse y, cuando sea posible, establecerse métodos y procedimientos
nuevos e innovadores de solución de conflictos, mediación y conciliación entre las partes
involucradas en conflictos o controversias basados en el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
h) La elaboración de políticas y programas de justicia reparadora en beneficio de las
víctimas de las formas de discriminación correspondientes es una medida conveniente que debe
considerarse seriamente;
i) Los Estados que han hecho la declaración con arreglo al artículo 14 de la
Convención Internacional para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial
deben hacer mayores esfuerzos para informar a la opinión pública de la existencia del
mecanismo de denuncia previsto en el artículo 14;
Remedios, reparaciones e indemnizaciones
165. Insta a los Estados a que refuercen la protección contra el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia, y las formas conexas de intolerancia garantizando a todas las personas el
acceso a remedios eficaces y adecuados y el derecho a dirigirse a los tribunales nacionales
competentes y otras instituciones nacionales para pedir una reparación o satisfacción justa y
adecuada por los perjuicios que les ocasionen esas formas de discriminación. Asimismo subraya
la importancia de que los denunciantes víctimas de actos de racismo y discriminación racial
tengan acceso a la protección de la ley y de los tribunales, y señala la necesidad de dar a conocer
ampliamente los recursos judiciales y otros remedios legales existentes y de que éstos sean
fácilmente accesibles, rápidos y no excesivamente complicados;
166. Insta a los Estados a que adopten las medidas necesarias, conforme a lo previsto en la
legislación nacional, para garantizar el derecho de las víctimas a obtener una reparación o
satisfacción justa y adecuada a fin de combatir los actos de racismo, discriminación racial,
xenofobia y formas conexas de intolerancia, y a que adopten medidas efectivas para impedir la
repetición de esos actos;
V. Estrategias para lograr una igualdad plena y efectiva que
abarquen la cooperación internacional y el fortalecimiento de
las Naciones Unidas y otros mecanismos internacionales en la
lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia, y su seguimiento
167. Exhorta a los Estados a que apliquen con diligencia todos los compromisos asumidos
por ellos en las declaraciones y planes de acción de las conferencias regionales en las que hayan
participado, y a que formulen políticas y planes de acción nacionales para luchar contra el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia de
conformidad con los objetivos establecidos en dichas declaraciones y planes y según se prevé en
otros instrumentos y decisiones pertinentes, y les pide también que, en caso de contar ya con
-60-
dichas políticas y planes de acción nacionales para luchar contra el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, incluyan en ellos los acuerdos
emanados de las conferencias regionales;
168. Insta a los Estados que todavía no lo hayan hecho a que consideren la posibilidad de
adherirse a los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949 y sus dos Protocolos adicionales
de 1977, así como a otros tratados de derecho humanitario internacional, y a que promulguen,
con la máxima prioridad, la legislación apropiada, adoptando a tal efecto las medidas necesarias
para cumplir plenamente las obligaciones que les incumben en virtud del derecho humanitario
internacional, en particular en lo que se refiere a las normas que prohíben la discriminación;
169. Insta a los Estados a que elaboren programas de cooperación para promover la
igualdad de oportunidades a favor de las víctimas del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia y les alienta a que propongan la creación de
programas multilaterales de cooperación con el mismo objetivo;
170. Invita a los Estados a que incluyan en los programas de trabajo de los organismos de
integración regional y de los foros de diálogo regional transfronterizo el tema de la lucha contra
el racimos, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
171. Insta a los Estados a que reconozcan los obstáculos con que tropiezan las personas de
razas, colores, ascendencias, orígenes nacionales o étnicos, religiones o idiomas socialmente
diferentes que tratan de vivir juntos y establecer sociedades multirraciales y multiculturales
armoniosas; insta también a los Estados a que reconozcan que deben estudiarse y analizarse los
ejemplos positivos de las sociedades multirraciales y multiculturales que han tenido relativo
éxito, como algunas de las sociedades de la región del Caribe, y que también deben estudiarse y
fomentarse sistemáticamente las técnicas, mecanismos, políticas y programas para solucionar los
conflictos basados en factores relacionados con la raza, el color, la ascendencia, el idioma, la
religión o el origen nacional o étnico y establecer sociedades multirraciales y multiculturales
armoniosas, y pide en consecuencia a las Naciones Unidas y a sus organismos especializados
competentes que consideren la posibilidad de establecer un centro internacional de estudios
multirraciales y multiculturales y de elaboración de políticas en esta esfera que se encargaría de
llevar a cabo esta labor de importancia crítica en provecho de la comunidad internacional;
172. Insta a los Estados a que protejan la identidad nacional o étnica, cultural, religiosa y
lingüística de las minorías en sus respectivos territorios y a que adopten las medidas legislativas
y de otra índole apropiadas para fomentar condiciones que permitan promover dicha identidad, a
fin de protegerlas de cualquier tipo de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas
conexas de intolerancia. En este contexto, deben tenerse plenamente en cuenta las formas de
discriminación múltiples;
173. Insta además a los Estados a que garanticen la igual protección y promoción de la
identidad de las comunidades históricamente desfavorecidas en las circunstancias particulares en
que proceda;
174. Insta a los Estados a que tomen medidas o refuercen las existentes, en particular
mediante la cooperación bilateral o multilateral, para atacar causas fundamentales, como la
pobreza, el subdesarrollo y la falta de igualdad de oportunidades, algunas de las cuales pueden
-61-
estar vinculadas a prácticas discriminatorias, que hacen que haya personas, especialmente
mujeres y niños, que están expuestas a la trata, lo que puede ser motivo de racismo,
discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia;
175. Alienta a los Estados a que, en cooperación con las organizaciones no
gubernamentales, realicen campañas destinadas a explicar las oportunidades, las limitaciones y
los derechos en caso de migración, para ayudar a todas las personas, en particular las mujeres, a
tomar decisiones con conocimiento de causa e impedir que lleguen a ser víctimas del tráfico de
migrantes;
176. Insta a los Estados a que aprueben y apliquen políticas de desarrollo social basadas
en datos estadísticos fiables y centradas en el logro, antes del año 2015, de los compromisos de
atender las necesidades básicas de todos, establecidos en el párrafo 36 del Programa de Acción
de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995, con el fin de
superar de forma significativa los desfases existentes en las condiciones de vida a que hacen
frente las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia, en particular en lo que respecta a las tasas de analfabetismo, la enseñanza primaria
universal, la mortalidad infantil, la mortalidad de los niños menores de 5 años, la salud, la
atención de salud reproductiva para todos y el acceso al agua potable. En la aprobación y
aplicación de esas políticas también se tendrá en cuenta la promoción de la igualdad entre los
géneros;
Marco jurídico internacional
177. Insta a los Estados a que sigan cooperando con el Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial y otros órganos de vigilancia creados en virtud de tratados de derechos
humanos, a fin de promover, en particular mediante un diálogo constructivo y transparente, la
aplicación efectiva de los instrumentos correspondientes y la debida consideración de las
recomendaciones aprobadas por esos órganos respecto de las denuncias de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia;
178. Solicita recursos adecuados para el Comité para la Eliminación de la Discriminación
Racial a fin de que pueda desempeñar cabalmente su mandato y subraya la importancia de
proporcionar recursos suficientes a todos los órganos de las Naciones Unidas creados en virtud
de tratados de derechos humanos;
Instrumentos internacionales generales
179. Apoya los esfuerzos de la comunidad internacional, en particular las medidas
tomadas con los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, por promover el respeto y preservar la diversidad cultural dentro de las
comunidades y las naciones y entre ellas, con miras a crear un mundo multicultural armonioso,
en particular mediante la elaboración de un posible instrumento internacional sobre la materia de
forma compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos;
180. Invita a la Asamblea General de las Naciones Unidas a que considere la posibilidad
de elaborar una convención internacional integral y amplia para proteger y promover los
-62-
derechos y la dignidad de las personas discapacitadas, que comprenda especialmente
disposiciones para abordar las prácticas y tratos discriminatorios que las afectan;
Cooperación regional a internacional
181. Invita a la Unión Interparlamentaria a que contribuya a las actividades del Año
Internacional de la Movilización contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia animando a los parlamentos nacionales a debatir los progresos
hechos en la realización de los objetivos de la Conferencia;
182. Alienta a los Estados a que participen en diálogos regionales sobre los problemas de
la migración y les invita a que consideren la posibilidad de negociar acuerdos bilaterales y
regionales sobre los trabajadores migrantes y a que elaboren y pongan en práctica programas con
los Estados de otras regiones con el fin de proteger los derechos de los migrantes;
183. Insta a los Estados a que, en consulta con la sociedad civil, apoyen los amplios
diálogos regionales que estén en marcha sobre las causas y consecuencias de la migración, o si
no existen a que los establezcan, para debatir no sólo los temas de la aplicación de la ley y el
control en las fronteras sino también las cuestiones de la promoción y protección de los derechos
humanos de los migrantes y la relación entre migración y desarrollo;
184. Alienta a las organizaciones internacionales que se ocupan específicamente de las
cuestiones relativas a la migración a que, con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, intercambien información y coordinen sus
actividades en asuntos relacionados con el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia contra los migrantes, incluidos los trabajadores migrantes;
185. Expresa su profunda preocupación por la gravedad de los sufrimientos humanitarios
de las poblaciones civiles afectadas y por la carga que tienen que soportar muchos países de
acogida, particularmente países en desarrollo y países en transición, y pide a las instituciones
internacionales competentes que aseguren que se mantenga a un nivel suficiente la asistencia
financiera y humanitaria urgente a los países de acogida para que éstos puedan ayudar a las
víctimas y hacer frente, de manera equitativa, a las dificultades de las poblaciones expulsadas de
sus hogares, y pide que se adopten salvaguardias suficientes para permitir a los refugiados
ejercer libremente su derecho a regresar voluntariamente a sus países de origen, en condiciones
de seguridad y dignidad;
186. Alienta a los Estados a que adopten acuerdos bilaterales, subregionales, regionales e
internacionales para combatir el problema de la trata de mujeres y niños, en particular de niñas,
así como el tráfico clandestino de migrantes;
187. Pide a los Estados que promuevan, cuando proceda, intercambios en los planos
regional e internacional entre instituciones nacionales independientes y ,según los casos, otros
órganos independientes pertinentes con miras a fomentar la cooperación en la lucha contra el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
188. Insta a los Estados a que apoyen las actividades de los órganos o centros regionales
que combaten el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
-63-
intolerancia cuando existan en su región, y recomienda la creación de tales órganos o centros allí
donde no existan. Esos órganos o centros pueden llevar a cabo, entre otras, las actividades
siguientes: evaluar y seguir la situación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia y de los grupos que sean víctimas de estas prácticas o vulnerables
a ellas; identificar las tendencias, cuestiones y problemas; reunir, difundir e intercambiar
información relativa, entre otras cosas, a los resultados de las conferencias regionales y de la
Conferencia Mundial y crear redes con ese fin; dar a conocer ejemplos de buenas prácticas;
organizar campañas de sensibilización; elaborar propuestas, soluciones y medidas preventivas,
cuando sea posible y procedente, mediante un esfuerzo conjunto en coordinación con las
Naciones Unidas, las organizaciones regionales y los Estados, así como con las instituciones
nacionales de derechos humanos;
189. Insta a las organizaciones internacionales a que, en el ámbito de sus mandatos,
contribuyan a combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
190. Alienta a las instituciones financieras y de desarrollo y a los programas operacionales
y organismos especializados de las Naciones Unidas a que, de conformidad con sus presupuestos
ordinarios y los procedimientos de sus órganos rectores:
a) Concedan particular prioridad y asignen fondos suficientes, dentro de sus esferas de
competencia y de sus presupuestos, al mejoramiento de la situación de las víctimas del racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a fin de combatir las
manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia y
las incluyan en la elaboración y ejecución de proyectos que les conciernan;
b) Integren los principios y normas de derechos humanos en sus políticas y programas;
c) Consideren la inclusión, en los informes que presentan periódicamente a sus consejos
de administración, de información sobre su contribución al fomento de la participación de las
víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia
en sus programas y actividades, así como información sobre los esfuerzos realizados para
facilitar dicha participación y asegurar que esas políticas y prácticas contribuyan a la
erradicación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia;
d) Examinar de qué manera sus políticas y prácticas afectan a las víctimas del racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y se cercioren de que
esas políticas y prácticas contribuyan a la erradicación de esos fenómenos;
191. La Conferencia Mundial:
a) Exhorta a los Estados a que, en consulta con las instituciones nacionales de derechos
humanos, otras instituciones creadas por ley para combatir el racismo y la sociedad civil,
elaboren y proporcionen al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos planes de acción y otro material pertinente sobre las medidas emprendidas para aplicar
las disposiciones de la presente Declaración y el Programa de Acción;
-64-
b) Pide al Alto Comisionado para los Derechos Humanos que, como seguimiento de la
Conferencia Mundial, coopere con cinco eminentes expertos independientes, uno de cada región,
nombrados por el Secretario General entre los candidatos propuestos por el Presidente de la
Comisión de Derechos Humanos, tras consultar a los grupos regionales, para que supervisen la
aplicación de las disposiciones de la Declaración y el Programa de Acción. El Alto
Comisionado presentará a la Comisión de Derechos Humanos y a la Asamblea General un
informe anual sobre la marcha de la aplicación de estas disposiciones, teniendo en cuenta la
información y las opiniones proporcionadas por los Estados, los órganos competentes creados en
virtud de tratados de derechos humanos, los procedimientos especiales y otros mecanismos de la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, organizaciones internacionales,
regionales y no gubernamentales y las instituciones nacionales de derechos humanos;
c) Celebra la intención de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos de establecer, como parte de la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos, una dependencia de lucha contra la discriminación para combatir el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y para
promover la igualdad y la no discriminación, e invita a la Alta Comisionada a que considere la
posibilidad de incluir en el mandato de esa dependencia, entre otras cosas, la recogida de
información sobre la discriminación racial y su desarrollo, la prestación de apoyo y
asesoramiento jurídico y administrativo a las víctimas de discriminación racial y la reunión de
material de antecedentes proporcionado por los Estados, las organizaciones internacionales,
regionales y no gubernamentales y las instituciones nacionales de derechos humanos conforme el
mecanismo de seguimiento de la Conferencia Mundial;
d) Recomienda que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en
cooperación con los Estados, las organizaciones internacionales, regionales y no
gubernamentales y las instituciones nacionales de derechos humanos, cree una base de datos que
contenga información sobre los medios prácticos de hacer frente al racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en particular los instrumentos
internacionales y regionales y la legislación nacional, incluida la legislación contra la
discriminación, así como los medios legales existentes para combatir la discriminación racial; los
recursos que brindan los mecanismos internacionales a las víctimas de discriminación racial, así
como los recursos existentes en el ámbito nacional; los programas de educación y prevención
aplicados en los distintos países y regiones; las mejores prácticas para luchar contra el racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia; las posibilidades de
cooperación técnica; y los estudios académicos y documentos especializados, y que vele por que
las autoridades y el público en general tengan el máximo acceso posible a esa base de datos, a
través del sitio de la Oficina en la Web y por otros medios apropiados;
192. Invita a las Naciones Unidas y a la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura a seguir organizando reuniones de alto nivel y otras reuniones
sobre el Diálogo entre Civilizaciones y a movilizar fondos y promover asociaciones con ese fin;
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
193. Alienta a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a
que continúe y amplíe el nombramiento y la designación de embajadores de buena voluntad en
todos los países del mundo con el fin, entre otras cosas, de promover el respeto de los derechos
-65-
humanos y una cultura de tolerancia y de aumentar la sensibilización acerca de la lacra del
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
194. Insta a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos a que continúe
sus esfuerzos encaminados a dar a conocer mejor la labor del Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial y de otros órganos de las Naciones Unidas creados en virtud de tratados
de derechos humanos;
195. Invita a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos a que celebre
consultas periódicas con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura y las organizaciones no gubernamentales que desempeñan actividades en la esfera de
la promoción y protección de los derechos humanos y a que aliente las actividades de
investigación encaminadas a reunir, mantener y actualizar la información y los materiales
técnicos, científicos y educacionales producidos por todas las culturas del mundo con objeto de
combatir el racismo;
196. Pide a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que preste
especial atención a las violaciones de los derechos humanos de las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en particular de los
migrantes, incluidos los trabajadores migrantes, que promueva la cooperación internacional en
la lucha contra la xenofobia y que, a tal fin, elabore programas que se puedan aplicar en los
países sobre la base de acuerdos de cooperación apropiados;
197. Invita a los Estados a que presten ayuda a la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos a fin de elaborar y financiar, a petición de los Estados, proyectos específicos
de cooperación técnica destinados a combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia;
198. La Conferencia Mundial:
a) Invita a la Comisión de Derechos Humanos a que incluya en los mandatos de los
Relatores Especiales y de los grupos de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos, en
particular el Relator Especial sobre las Formas Contemporáneas de racismo, discriminación
racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, recomendaciones para que, en el ejercicio de
sus mandatos, examinen las disposiciones de la Declaración y el Programa de Acción, en
especial presentando informes a la Asamblea General y a la Comisión de Derechos Humanos y a
que consideren asimismo la utilización de cualquier otro medio apropiado para seguir los
resultados de la Conferencia Mundial;
b) Hace un llamamiento a los Estados para que cooperen con los procedimientos
especiales pertinentes de la Comisión de Derechos Humanos y otros mecanismos de las
Naciones Unidas en cuestiones relacionadas con el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en particular con los relatores especiales, los
expertos independientes y los representantes especiales;
199. Recomienda que la Comisión de Derechos Humanos que prepare normas
internacionales complementarias que fortalezcan y actualicen los instrumentos internacionales
-66-
contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, en
todos sus aspectos;
Decenios
200. Insta a los Estados y a la comunidad internacional a que apoyen las actividades del
Tercer Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial;
201. Recomienda que la Asamblea General considere la posibilidad de proclamar un año
o decenio de las Naciones Unidas contra el tráfico de personas, especialmente de mujeres,
jóvenes y niños, a fin de proteger su dignidad y sus derechos humanos;
202. Insta a los Estados a que, en estrecha cooperación con la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, promuevan la aplicación de la
Declaración y Plan de Acción sobre una Cultura de la Paz y los objetivos del Decenio
Internacional de una Cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo, que comenzó el
año 2001, e invita a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura a que contribuya a esas actividades;
Pueblos indígenas
203. Recomienda que el Secretario General de las Naciones Unidas efectúe una
evaluación de los resultados del Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo
(1995-2004) y formule recomendaciones respecto de la forma de celebrar el final de este
decenio, incluidas medidas de seguimiento apropiadas;
204. Pide a los Estados que garanticen financiación suficiente para establecer un marco
operacional y crear unas bases firmes para el desarrollo futuro del Foro Permanente para las
Cuestiones Indígenas en el sistema de las Naciones Unidas;
205. Insta a los Estados a que cooperen con la labor del Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas y pide al Secretario
General y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que tomen
las disposiciones del caso para que el Relator Especial sea dotado de los recursos humanos,
técnicos y financieros necesarios para que el desempeño de sus funciones;
206. Exhorta a los Estados a que concluyan las negociaciones y aprueben cuanto antes el
texto del proyecto de declaración de la Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas, objeto de debates en el grupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos
establecido para elaborar un proyecto de declaración, de conformidad con la resolución 1995/32
de la Comisión de 3 de marzo de 1995;
207. Insta a los Estados a que, teniendo presente la relación que hay entre el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y la pobreza, la
marginación y la exclusión social de los pueblos y las personas tanto en el plano nacional como
en el internacional, refuercen sus políticas y medidas destinadas a reducir la desigualdad de
ingresos y de riqueza y adopten medidas apropiadas, individualmente o mediante la cooperación
-67-
internacional, para promover y proteger los derechos económicos, sociales y culturales sin
discriminación alguna;
208. Insta a los Estados y a las instituciones financieras y de desarrollo a que mitiguen los
efectos negativos de la globalización examinando, entre otras cosas, de qué forma sus políticas y
prácticas afectan a las poblaciones nacionales en general y a los pueblos indígenas en particular;
asegurándose de que sus políticas y prácticas contribuyan a erradicar el racismo mediante la
participación de las poblaciones nacionales y, en particular, de los pueblos indígenas en los
proyectos de desarrollo; democratizando las instituciones financieras internacionales, y
consultando a los pueblos indígenas sobre cualquier asunto que pueda afectar a su integridad
física, espiritual o cultural;
209. Invita a las instituciones financieras y de desarrollo y a los programas operacionales
y los organismos especializados de las Naciones Unidas a que, de conformidad con su
presupuesto ordinario y con los procedimientos vigentes de sus órganos rectores:
a) Den especial prioridad y asignen recursos suficientes, en sus ámbitos de
competencia, al mejoramiento de la situación de los pueblos indígenas, prestando especial
atención a las necesidades de esas poblaciones en los países en desarrollo, en particular mediante
la preparación de programas de acción específicos con miras a lograr los objetivos del Decenio
Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo;
b) Realicen proyectos especiales, por los conductos apropiados y en colaboración con
los pueblos indígenas, para apoyar sus iniciativas a nivel comunitario y facilitar el intercambio
de información y de conocimientos técnicos entre los pueblos indígenas y los expertos en la
materia;
Sociedad civil
210. Exhorta a los Estados a que estrechen la cooperación, establezcan asociaciones y
consulten regularmente a las organizaciones no gubernamentales y todos los demás sectores de la
sociedad civil a fin de aprovechar su experiencia y sus conocimientos y contribuir así a la
elaboración de leyes, políticas y otras iniciativas gubernamentales, de asociarlas más
estrechamente a la formulación y aplicación de políticas y programas encaminados a combatir el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
211. Insta a los líderes de las comunidades religiosas a que sigan combatiendo el racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia mediante, entre otras
cosas, la promoción y el patrocinio de diálogos y asociaciones para conseguir la reconciliación,
la concordia y la armonía en el seno de las sociedades y entre las sociedades, invita a las
comunidades religiosas a participar en la tarea de fomentar la revitalización económica y social,
y alienta a los líderes religiosos a que promuevan una mayor cooperación y un mayor contacto
entre los diversos grupos raciales;
212. Insta a los Estados a que establezcan formas eficaces de colaboración con todos los
actores pertinentes de la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales que se
esfuerzan en promover la igualdad de género y el adelanto de la mujer, especialmente de las
mujeres víctimas de discriminación múltiple, a que refuercen las formas de colaboración
-68-
existentes y a que les proporcionen, según proceda, el apoyo necesario, con el fin de promover la
aplicación de un enfoque integrado y global a la eliminación de todas las formas de
discriminación contra las mujeres y las jóvenes;
Organizaciones no gubernamentales
213. Insta a los Estados a que creen un medio abierto y propicio para que las
organizaciones no gubernamentales puedan funcionar libre y abiertamente en el seno de sus
sociedades, y contribuyan así de manera efectiva a eliminar el racismo, la discriminación racial,
la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en todo el mundo y a promover una mayor
participación de las organizaciones de base;
214. Exhorta a los Estados a que exploren los medios de potenciar el papel de las
organizaciones no gubernamentales en la sociedad mediante, entre otras cosas, el estrechamiento
de los lazos de cooperación entre los ciudadanos, el fomento de una mayor confianza por encima
de las divisiones de raza y de clase y la promoción de una mayor participación y cooperación
voluntaria de los ciudadanos;
Sector privado
215. Insta a los Estados a que adopten medidas, incluidas cuando proceda medidas
legislativas, para asegurar que las empresas transnacionales y otras empresas extranjeras que
operen dentro de sus territorios nacionales respeten principios y prácticas que excluyan el
racismo y la discriminación, y alienta además al sector empresarial, incluidas las empresas
transnacionales y las empresas extranjeras, a colaborar con los sindicatos y otros sectores
pertinentes de la sociedad civil en la elaboración de códigos de conducta voluntarios para todas
las empresas destinados a prevenir, combatir y erradicar el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
Jóvenes
216. Insta a los Estados a que fomenten la participación plena y activa y una colaboración
más estrecha de los jóvenes en la elaboración, planificación y realización de actividades para
combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia,
y exhorta a los Estados a que, en asociación con organizaciones no gubernamentales y otros
sectores de la sociedad, faciliten el diálogo nacional e internacional de la juventud sobre el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a través del
Foro Mundial de la Juventud del sistema de las Naciones Unidas y mediante la utilización de
nuevas tecnologías, los intercambios y otros conductos;
217. Insta a los Estados a fomentar y facilitar el establecimiento de mecanismos juveniles,
establecidos por organizaciones de jóvenes y por los propios hombres y mujeres jóvenes, con el
espíritu de la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia, mediante actividades como las siguientes: difusión e intercambio de
información y creación de redes con tal fin; organización de campañas de sensibilización y
participación en programas multiculturales de educación; elaboración de propuestas y soluciones
cuando resulte posible y apropiado; cooperación y consultas regulares con las organizaciones no
-69-
gubernamentales y otros agentes de la sociedad civil para la elaboración de iniciativas y
programas destinados a promover los intercambios y el diálogo interculturales;
218. Insta a los Estados a que, en cooperación con las organizaciones
intergubernamentales, el Comité Olímpico Internacional y las federaciones deportivas
internacionales y regionales, intensifiquen la lucha contra el racismo en los deportes, en
particular educando a los jóvenes del mundo en la práctica de los deportes sin discriminación de
ningún tipo y en el espíritu olímpico, lo que requiere la comprensión humana, la tolerancia, el
juego limpio y la solidaridad;
219. Reconoce que para que el presente Programa de Acción tenga éxito se necesitarán
voluntad política y fondos suficientes en los ámbitos nacional, regional e internacional, así como
la cooperación internacional.
-70-
Resoluciones aprobadas por la Conferencia
Resolución 1
Credenciales de los representantes en la Conferencia Mundial contra
el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas
Conexas de Intolerancia*
La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia,
Habiendo examinado el informe de la Comisión de Verificación de Poderes y la
recomendación que figura en éste,
Aprueba el informe de la Comisión de Verificación de Poderes.
Resolución 2
Presentación del informe de la Conferencia Mundial contra el Racismo,
la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas
Conexas de Intolerancia**
La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia,
Habiéndose reunido en Durban del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001,
Pide a su Presidenta que presente el informe de la Conferencia Mundial a la Asamblea
General en su quincuagésimo sexto período de sesiones.
Resolución 3
Agradecimiento al país anfitrión***
Nosotros, los representantes de los Estados participantes en esta Conferencia Mundial
contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia,
Habiéndonos reunido en Durban del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001,
* Aprobada en la 16ª sesión plenaria, el 5 de septiembre de 2001.
** Aprobada en la 20ª sesión plenaria, el 8 de septiembre de 2001.
*** Aprobada en la 20ª sesión plenaria, el 8 de septiembre de 2001.
-71-
1. Reiteramos nuestro homenaje a la heroica lucha del pueblo sudafricano por la
libertad, la igualdad y la dignidad;
2. Elogiamos la actuación del Jefe de Estado, el Gobierno y el pueblo de Sudáfrica,
firmemente empeñados en la construcción de una sociedad armoniosa y movilizados por el noble
principio de la reconciliación, a pesar de las injusticias del pasado;
3. Expresamos nuestro agradecimiento y admiración a la Sra. Zuma, Presidenta de la
Conferencia, por la autoridad, competencia y dedicación con que desempeñó sus funciones, que
contribuyeron decisivamente al éxito de nuestras deliberaciones;
4. Expresamos nuestra gratitud a Sudáfrica por haber acogido la Conferencia Mundial,
este importante foro mundial cuyo tema encarna los valores humanistas en su expresión más
acabada, y por haber realizado en este contexto considerables esfuerzos para crear las
condiciones que permitieran el éxito de esta Conferencia gracias al sentido de responsabilidad,
cooperación, diálogo y perseverancia que guió nuestras deliberaciones.
Resolución 4
Agradecimiento a la Sra. Mary Robinson***
Nosotros, los representantes de los Estados participantes en esta Conferencia Mundial
contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia,
Habiéndonos reunido en Durban del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001,
1. Manifestamos nuestra profunda gratitud y todo nuestro aprecio y consideración a la
Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y
Secretaria General de la Conferencia Mundial, cuya actuación estuvo invariablemente guiada por
el interés en hacer prevalecer la causa de los derechos humanos;
2. Apoyamos a la Sra. Mary Robinson por haber impulsado con convicción y
perseverancia las actividades de las Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos, en
particular mediante un criterio de apertura, diálogo y cooperación;
3. Expresamos a la Sra. Mary Robinson, como Secretaria General de la Conferencia
Mundial, nuestro sincero reconocimiento por los incansables esfuerzos que realizó durante el
proceso preparatorio y durante la Conferencia para asegurar el éxito de este importante
encuentro.
-72-
Capítulo II
ASISTENCIA Y ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJOS
A. Fecha y lugar de la Conferencia
1. La Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia se celebró en Durban (Sudáfrica) del 31 de agosto al 8 de
septiembre de 2001, de conformidad con la resolución 52/111 de la Asamblea General, de 12 de
diciembre de 1997. Durante ese período, la Conferencia celebró 20 sesiones plenarias.
B. Apertura de la Conferencia
2. El Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan, declaró abierta la
Conferencia. El discurso inaugural del Secretario General figura en el anexo II del presente
informe.
C. Asistencia
3. Estuvieron representados en la Conferencia los siguientes Estados:
Afganistán
Albania
Alemania
Andorra
Angola
Arabia Saudita
Argelia
Argentina
Armenia
Australia
Austria
Azerbaiyán
Bahamas
Bahrein
Bangladesh
Barbados
Belarús
Bélgica
Belice
Benin
Bhután
Bolivia
Bosnia y Herzegovina
Botswana
Brasil
Brunei Darussalam
Bulgaria
Burkina Faso
Burundi
Cabo Verde
Camboya
Camerún
Canadá
Chad
Chile
China
Chipre
Colombia
Comoras
Congo
Costa Rica
Côte d'Ivoire
Croacia
Cuba
Dinamarca
Ecuador
Egipto
El Salvador
Emiratos Árabes Unidos
Eritrea
Eslovaquia
Eslovenia
España
Estados Unidos de América
-73-
Estonia
Etiopía
ex República Yugoslava de
Macedonia
Federación de Rusia
Fiji
Filipinas
Finlandia
Francia
Gabón
Gambia
Georgia
Ghana
Grecia
Guatemala
Guinea
Guinea Bissau
Guinea Ecuatorial
Guyana
Haití
Honduras
Hungría
India
Indonesia
Irán (República Islámica del)
Iraq
Irlanda
Islandia
Islas Salomón
Israel
Italia
Jamahiriya Árabe Libia
Jamaica
Japón
Jordania
Kazajstán
Kenya
Kirguistán
Kuwait
Lesotho
Letonia
Líbano
Liberia
Liechtenstein
Lituania
Luxemburgo
Madagascar
Malasia
Malawi
Malí
Malta
Marruecos
Mauricio
Mauritania
México
Mongolia
Mozambique
Myanmar
Namibia
Nepal
Nicaragua
Níger
Nigeria
Noruega
Nueva Zelandia
Omán
Países Bajos
Pakistán
Panamá
Paraguay
Perú
Polonia
Portugal
Qatar
Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte
República Árabe Siria
República Centroafricana
República Checa
República de Corea
República de Moldova
República Democrática del Congo
República Democrática Popular Lao
República Dominicana
República Popular Democrática de
Corea
República Unida de Tanzanía
Rumania
Rwanda
San Vicente y las Granadinas
Santa Sede
Senegal
Seychelles
Sierra Leona
-74-
Singapur
Somalia
Sri Lanka
Sudáfrica
Sudán
Suecia
Suiza
Suriname
Swazilandia
Tailandia
Tayikistán
Togo
Trinidad y Tabago
Túnez
Turquía
Tuvalu
Ucrania
Uganda
Uruguay
Venezuela
Viet Nam
Yemen
Yugoslavia
Zambia
Zimbabwe
4. El lunes 3 de septiembre de 2001, las delegaciones de Israel y los Estados Unidos de
América se retiraron de la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la
Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
5. Estuvieron representadas también las siguientes entidades:
Palestina
6. Estuvieron representadas en la Conferencia las siguientes organizaciones que han recibido
una invitación permanente de la Asamblea General para participar en calidad de observadores en
las reuniones y los trabajos de todas las conferencias internacionales convocadas con sus
auspicios:
Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento
Banco Interamericano de Desarrollo
Comité Internacional de la Cruz Roja
Comité Jurídico Consultivo Asiático-Africano
Comunidad Andina
Comunidad de Países de Lengua Portuguesa
Comunidad del África Meridional para el Desarrollo
Comunidad Europea
Consejo de Europa
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
Liga de los Estados Árabes
Orden Soberana y Militar de Malta
Organización de la Conferencia Islámica
Organización de la Unidad Africana
Organización de los Estados Americanos
Organización Internacional de la Comunidad de Habla Francesa
Organización Internacional para las Migraciones
Secretaría del Commonwealth
-75-
7. Estuvieron representados los siguientes miembros asociados de comisiones regionales:
Islas Vírgenes de los Estados Unidos
8. Estuvieron representados los siguientes organismos especializados:
Banco Mundial
Fondo Monetario Internacional
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
Organización Internacional del Trabajo
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
Organización Mundial de la Salud
9. Estuvieron representadas las siguientes organizaciones intergubernamentales y otras
entidades:
Comité Olímpico Internacional
10. Estuvieron representados los siguientes órganos, organismos, programas y mecanismos
pertinentes de las Naciones Unidas, con inclusión de órganos y mecanismos de derechos
humanos:
a) Programas y fondos de las Naciones Unidas
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
Fondo de Población de las Naciones Unidas
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
b) Otras entidades de las Naciones Unidas
Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat)
Universidad de las Naciones Unidas
c) Institutos de investigación y capacitación
Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social
Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones
d) Comisiones regionales
Comisión Económica para África
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
Comisión Económica para Asia Occidental
Comisión Económica para Europa
-76-
e) Órganos y mecanismos de derechos humanos
Comisión de Derechos Humanos
Comité contra la Tortura
Comité de Derechos Humanos
Comité de los Derechos del Niño
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
Grupo de Trabajo sobre las Minorías de la Subcomisión de Promoción y Protección
de los Derechos Humanos
Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y
Protección de los Derechos Humanos
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la libertad de religión o
de creencias
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la promoción y
protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la situación de los
derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la violencia contra la
mujer, sus causas y consecuencias
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre las formas
contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de
intolerancia
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre los derechos humanos
de los migrantes
Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre los derechos humanos
y la extrema pobreza
Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos
11. Estuvieron representadas las siguientes instituciones nacionales de derechos humanos:
Canadian Human Rights Commission
Centre de promotion des droits de la personne humaine et prévention du génocide, Burundi
Centro para los Derechos Humanos de Dinamarca
Comisión Independiente de Palestina pro Derechos de los Ciudadanos
Comisión Nacional de Derechos Humanos de México
Comisión Nacional de Derechos Humanos de Mongolia
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Honduras
Comité sénégalais des droits de l'homme
Comité supérieur des droits de l'homme et des libertés fondamentales, Túnez
Commissariat aux droits de l'homme à la lutte contre la pauvreté et l'insertion, Mauritania
Commission fédérale contre le racisme, Suiza
Commission nationale consultative des droits de l'homme, Francia
Commission nationale des droits de l'homme du Togo
Commission nationale des droits de l'homme et des libertés fondamentales, Níger
Commission nationale des droits de l'homme, Chad
Commission nationale des droits de l'homme, Madagascar
Commission nationale des droits de l'homme, Rwanda
-77-
Commission nationale pour les droits de l'homme, Grecia
Commission on Human Rights and Administrative Justice, Ghana
Commission on Human Rights, Filipinas
Conseil consultatif des droits de l'homme, Marruecos
Defensor del Pueblo de la República de Albania
Defensor del Pueblo, Argentina
Defensor Público Nacional de Ucrania
Defensoría del Pueblo de Colombia
Defensoría del Pueblo, Perú
Defensoría del Pueblo, Venezuela
Fiji Human Rights Commission
Human Rights and Equal Opportunity Commission, Australia
Human Rights Commission of Ireland
Human Rights Commission of Malaysia
Human Rights Commission, Mauricio
Human Rights Commission, Nueva Zelandia
Human Rights Commission, Sri Lanka
Junta pro Igualdad Étnica de Dinamarca
Malawi Human Rights Commission
National Commission on Human Rights and Freedoms, Camerún
National Commission on Human Rights, Indonesia
National Human Rights Commission, India
National Human Rights Commission, Nepal
National Human Rights Commission, Nigeria
Oficina del Defensor Público de Georgia
Ombudsman para la Discriminación Étnica, Suecia
Permanent Human Rights Commission, Zambia
Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala
South African Human Rights Commission
Standing Committee on Human Rights, Kenya
Uganda Human Rights Commission
12. Asistió a la Conferencia un gran número de organizaciones no gubernamentales. La lista
de las organizaciones no gubernamentales acreditadas para participar en la Conferencia figura en
el documento A/CONF.189/INF.1. El anexo V del presente informe contiene información sobre
las actividades paralelas y conexas.
D. Elección del Presidente de la Conferencia
13. En la primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia eligió por
aclamación Presidenta de la Conferencia a la Excma. Sra. Nkosazana Dlamini Zuma (Sudáfrica).
El texto del discurso pronunciado en esa ocasión por la Presidenta de la Conferencia figura en el
anexo II del presente informe.
-78-
E. Discursos de apertura
14. El Presidente de la República de Sudáfrica, Excmo. Sr. Thabo Mbeki, el Presidente de la
Asamblea General, Sr. Harri Holkeri, y la Secretaria General de la Conferencia Mundial,
Sra. Mary Robinson, pronunciaron discursos de apertura cuyo texto figura en el anexo II del
presente informe.
F. Mensajes de Jefes de Estado y otras personalidades
15. La Conferencia recibió mensajes de felicitación del Excmo. Sr. Zine El Abidine Ben Ali,
Presidente de la República de Túnez, y del Excmo. Sr. Nelson Mandela, ex Presidente de la
República de Sudáfrica.
G. Aprobación del reglamento
16. En la primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia aprobó
como su reglamento el reglamento provisional (A/CONF.189/2) recomendado por el Comité
Preparatorio de la Conferencia en su primer período de sesiones, en su decisión PC.1/4,
de 4 mayo de 2000.
H. Elección de los demás miembros de la Mesa
17. En las sesiones plenarias primera y segunda, celebradas el 31 de agosto y el 1º de
septiembre de 2001, la Conferencia, de conformidad con el artículo 17 de su reglamento, eligió
los demás miembros de la Mesa siguientes:
21 Vicepresidentes (por grupos regionales):
Estados de África: Kenya, Nigeria, Senegal, Túnez;
Estados de Asia: China, India, Iraq, Pakistán;
Estados de Europa oriental: Armenia, Azerbaiyán, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia;
Estados de América Latina y del Caribe: Barbados, Chile, Cuba, México;
Estados de Europa occidental y otros Estados: Bélgica, Canadá, Noruega, Suecia.
Relatora General de la Conferencia Mundial:
Sra. Edna Maria Santos Roland (Brasil)
Comisión Principal:
Presidente: Sr. Claudio Moreno (Italia)
Comité de Redacción:
Presidente: Sr. Ali Khorram (República Islámica del Irán)
-79-
I. Aprobación del programa de la Conferencia
18. En su primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia aprobó
como su programa el programa provisional (A/CONF.189/1) recomendado por el Comité
Preparatorio de la Conferencia en su tercer período de sesiones, en su decisión PC.3/2, de 10 de
agosto de 2001, y revisado por la Conferencia. El programa aprobado es el siguiente:
1. Apertura de la Conferencia.
2. Elección del Presidente.
3. Declaraciones de apertura.
4. Aprobación del reglamento.
5. Elección de la Mesa de la Conferencia.
6. Presentación de credenciales de los representantes en la Conferencia:
a) Nombramiento de la Comisión de Verificación de Poderes;
b) Informe de la Comisión de Verificación de Poderes.
7. Aprobación del programa.
8. Organización de los trabajos.
9. Temas de la Conferencia:
- Orígenes, causas, formas y manifestaciones contemporáneas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia;
- Víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia;
- Medidas de prevención, educación y protección destinadas a erradicar el racismo,
la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia en los
ámbitos nacional, regional e internacional;
- Establecimiento de recursos y medidas eficaces de reparación, resarcimiento,
indemnización* y de otra índole a nivel nacional, regional e internacional;
- Estrategias para lograr una igualdad plena y efectiva que abarquen la cooperación
internacional y el fortalecimiento de las Naciones Unidas y otros mecanismos
internacionales en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y su seguimiento.
10. Aprobación del documento final y del informe de la Conferencia.
* La utilización de la palabra "indemnización" se entiende sin perjuicio de cualquiera que sea el
resultado de la Conferencia.
-80-
J. Organización de los trabajos, incluido el establecimiento de la Comisión
Principal y el Comité de Redacción y sus dos grupos de trabajo (Grupo
de Trabajo sobre el proyecto de declaración y Grupo de Trabajo sobre el
proyecto de programa de acción)
19. En la primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia, de
conformidad con el artículo 47 de su reglamento, estableció la Comisión Principal y el Comité
de Redacción, incluidos sus dos grupos de trabajo: el Grupo de Trabajo sobre el proyecto de
declaración y el Grupo de Trabajo sobre el proyecto de programa de acción.
K. Nombramiento de los miembros de la Comisión de Verificación de Poderes
20. En la primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia, de
conformidad con el artículo 4 de su reglamento, estableció una Comisión de Verificación de
Poderes integrada por los Estados siguientes: Bahamas, China, Ecuador, Estados Unidos
de América, Gabón, Irlanda, Mauricio, Federación de Rusia y Tailandia.
L. Otros asuntos
21. La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia concluyó sus trabajos el 8 de septiembre de 2001. En un
principio se había programado que finalizase el 7 de septiembre de 2001.
-81-
Capítulo III
DEBATE GENERAL
1. En sus sesiones 2ª a 19ª, celebradas del 1º al 7 de septiembre de 2001, la Conferencia
celebró un debate general sobre el tema 9, relativo a las cuestiones siguientes: i) orígenes,
causas, formas y manifestaciones contemporáneas del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia; ii) víctimas del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia; iii) medidas de prevención, educación
y protección destinadas a erradicar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia en los ámbitos nacional, regional e internacional; iv) establecimiento de
recursos y medidas eficaces de reparación, resarcimiento, indemnización* y de otra índole a nivel
nacional, regional e internacional; v) estrategias para lograr una igualdad plena y efectiva que
abarquen la cooperación internacional y el fortalecimiento de las Naciones Unidas y otros
mecanismos internacionales en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia, y su seguimiento.
2. Hablaron en la Conferencia representantes de Estados y otras entidades, organizaciones
intergubernamentales, comisiones regionales y miembros asociados de las comisiones
regionales, organismos especializados, órganos y programas de las Naciones Unidas y
mecanismos pertinentes, incluidos los órganos y mecanismos de derechos humanos, instituciones
nacionales de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales.
3. En la segunda sesión, celebrada el 1º de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones de la
Presidenta del Estado de la República de Letonia, Excma. Sra. Vaira Vike-Freiberga; el
Presidente de la República Democrática Popular de Argelia, Excmo. Sr. Abdelaziz Bouteflika; el
Presidente de la República Federal de Nigeria, Excmo. Jefe Olusegun Obasanjo; el Presidente de
la República del Senegal, Excmo. Sr. Abdoulaye Wade; el Presidente de la República de Cabo
Verde, Excmo. Sr. Pedro Pires; el Presidente de la República Togolesa, Excmo. Sr. Gnassingbe
Eyadema; el Presidente de la República de Cuba, Excmo. Sr. Fidel Castro; el Presidente de la
República del Congo, Excmo. Sr. Denis Sassou Nguesso; el Presidente de la República de
Uganda, Excmo. Sr. Yoweri Kaguta Museveni; el Primer Ministro de la República de
Mozambique, Excmo. Sr. Pascoal Mocumbi; el Vicepresidente de la República Gabonesa,
Excmo. Sr. Didjob Divungi Di Ndinge, y el Presidente de la Autoridad Palestina,
Excmo. Sr. Yasser Arafat.
4. En la tercera sesión, celebrada el 1º de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Segundo Vicepresidente de la República de Panamá, Excmo. Sr. Dominador Kaiser Bazán; el
Vicreprimer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores de Bélgica, Excmo. Sr. Louis Michel
(en nombre de la Unión Europea; Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría,
Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Rumania y Turquía se asociaron a la
declaración); la Ministra de Industria, Empleo y Comunicaciones de Suecia, Excma. Sra. Mona
Sahlin; la Viceprimera Ministra de Croacia, Excma. Sra. Jeljka Antunovic; el Viceprimer
Ministro de Eslovaquia, Excmo. Sr. Lubomir Fogas; la Ministra de Planificación y Cooperación
* La utilización de la palabra "indemnización" se entiende sin perjuicio de cualquiera que sea el
resultado de esta Conferencia.
-82-
de Chile, Excma. Sra. Alejandra Krauss Valle; el Ministro de Relaciones Exteriores y
Cooperación de Mauritania, Excmo. Sr. Dah Ould Abdi; el Ministro de Relaciones Exteriores de
la República Federal de Alemania, Excmo. Sr. Joschka Fischer; el Ministro de Relaciones
Exteriores del Principado de Liechtenstein, Excmo. Sr. Ernst Walch; la Ministra encargada de
las Negociaciones del Tratado Waitangi, Ministra Asociada de Justicia de Nueva Zelandia,
Excma. Sra. Margaret Wilson, y el Ministro de Justicia, Igualdad y Reforma Jurídica de Irlanda,
Excmo. Sr. John O’Donoghue.
5. En la misma sesión, hicieron declaraciones el Presidente de la Comisión de Derechos
Humanos en su 57º período de sesiones, Sr. Leandro Despouy; el Administrador del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, Sr. Mark Malloch Brown, y el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados, Sr. Ruud Lubbers.
6. En la cuarta sesión, celebrada el 1º de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Ministro Federal de Relaciones Exteriores de Yugoslavia, Excmo. Sr. Goran Svilanovic; el
Ministro Delegado para la Cooperación y Francofonía de Francia, Excmo. Sr. Charles Josselin;
la Ministra de Trabajo de Finlandia, Excma. Sra. Tarja Filatov; el Ministro de Relaciones
Exteriores de Eslovenia, Excmo. Dr. Dimitrij Rupel; el Ministro de Relaciones Exteriores de
Italia, Excmo. Sr. Renato Ruggiero; el Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación
Regional de Mauricio, Excmo. Sr. Anil K. Gayan; la Ministra del Interior de Dinamarca,
Excma. Sra. Karen Jespersen; el Ministro de Asuntos Sociales de Islandia,
Excmo. Sr. Pall Petursson; el Ministro de Justicia de los Emiratos Árabes Unidos,
Excmo. Sr. Mohammed bin Nukhaira Al Dahri; el Ministro de Relaciones Exteriores de la
República Islámica del Irán, Excmo. Dr. Kamal Kharrazi; el Ministro de Relaciones Exteriores
de Andorra, Excmo. Sr. Juli Minoves-Triquell; el Ministro de Relaciones Exteriores de Haití,
Excmo. Sr. Mr. Joseph Philippe Antonio; la Ministra de Asuntos Sociales de Nicaragua,
Excma. Sra. Jamileth Bonilla; la Ministra de Asuntos Étnicos de Estonia,
Excma. Sra. Katrin Saks; el Ministro de Justicia del Brasil, Excmo. Sr. José Gregori;
la Ministra Alterna de Relaciones Exteriores de Grecia, Excma. Sra. Elissavet Papazoi, y el
Enviado Especial del Presidente de la República de Sri Lanka y Vicepresidente de la Comisión
Nacional de Planificación de Sri Lanka, Excmo. Sr. Lakshman Jayakody.
7. En la misma sesión hizo declaraciones la Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia, Sra. Carol Bellamy.
8. En la quinta sesión, celebrada el 1º de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de España, Excmo. Sr. Juan Carlos Aparicio Pérez; el
Ministro de Relaciones Exteriores del Pakistán, Excmo. Sr. Abdul Sattar; el Ministro de Justicia
de Etiopía, Excmo. Sr. Worede-Wold Wolde; el Ministro de Comunicación y Portavoz del
Gobierno de Burundi, Excmo. Sr. Luc Rukingama; el Ministro de Justicia y Derechos Humanos
de la Argentina, Excmo. Dr. Jorge Enrique de la Rúa; la Secretaria de Estado del Canadá
(Multiculturalismo) (Situación de las Mujeres), Excma. Honorable Hedy Fry; el Ministro
Delegado del Primer Ministro encargado de Derechos Humanos, Comunicaciones y Relaciones
con la Cámara de Diputados de Túnez, Excmo. Sr. Slaheddine Maaoui; el Secretario de Estado
en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rumania, Excmo. Sr. Mihnea Motoc; el
Viceministro de Relaciones Exteriores de Austria, Excmo. Sr. Albert Rohan; la Viceministra de
Relaciones Exteriores de Polonia, Excma. Sra. Grazyna Bernatowicz; el Viceministro de
Relaciones Exteriores de Lituania, Excmo. Dr. Oskaras Jusys; el Viceministro de Relaciones
-83-
Exteriores de la República Democrática Popular Lao, Excmo. Sr. Phongsavath Boupha; la
Secretaria Parlamentaria del Ministro para la Inmigración y Asuntos Multiculturales de
Australia, Excma. Honorable Senadora Kay Paterson; el Subsecretario del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Omán, Excmo. Sr. Sayyid Badr Hamad al Bu Saidi; el
Secretario Parlamentario Principal de Relaciones Exteriores de Singapur,
Excmo. Sr. Zainul Abidin Mohamed Rasheed, y el Representante Permanente de Jordania ante la
Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Shihan Madi.
9. En esa misma sesión, hicieron declaraciones en ejercicio del derecho de respuesta los
representantes de Grecia y Turquía.
10. En la sexta sesión, celebrada el 2 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Presidente de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina, Excmo. Sr. Jozo Krizanovic; el Presidente
Adjunto de la República de Sudáfrica, Excmo. Sr. Jacob Zuma; el Primer Ministro Adjunto y
Ministro de Relaciones Exteriores de la República Checa, Excmo. Sr. Jan Kavan; el Ministro de
Relaciones Exteriores y Cooperación de Marruecos, Excmo. Sr. Mohamed Benaissa; el
representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia, Excmo. Sr. Vahram
Kazhoyan en nombre del Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Excmo. Sr. Vartan
Oskanian; el Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Excmo. Sr. Ahmed Maher El Sayed;
el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de Indonesia, Excmo. Sr. Yusril Ihza Mahendra; el
Ministro del Interior de Bhután, Excmo. Sr. Lyonpo Thinley Gyamtsho; el Ministro de Estado de
Relaciones Exteriores de Kuwait, Su Excelencia el Jeque Dr. Mohammed Sabah Al-Salem
Al-Sabah, y el Ministro de Relaciones Exteriores e Integración Africana de Benin,
Excmo. Sr. Kolawolé A. Idji.
11. En esa misma sesión, hicieron declaraciones el Secretario General de la Liga de los
Estados Árabes, Excmo. Sr. Amre Moussa; y el Secretario General Adjunto de la Organización
de la Unidad Africana, Excmo. Sr. Said Djinnit.
12. También en la sexta sesión, hicieron declaraciones el Presidente del Consejo Económico
y Social, Sr. Martin Belinga-Eboutou; y el Vicepresidente del Banco Mundial para Asuntos
Externos de las Naciones Unidas, Sr. Mats Karlsson.
13. En la séptima sesión, celebrada el 2 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones
del Vicepresidente de la República de Zambia, Su Excelencia el Honorable Enoch P. Kavindele;
el Primer Ministro Adjunto del Reino de Swazilandia, Su Excelencia el Honorable
Arthur R.V. Khoza; la Viceprimera Ministra y Ministra de Relaciones Exteriores y Comercio
Exterior de Luxemburgo, Excma. Sra. Lydie Polfer; el Ministro de Relaciones Exteriores y
Cooperación Internacional de la República Unida de Tanzanía, Su Excelencia el Honorable
Jakaya M. Kikwete; el Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Kenya,
Su Excelencia el Honorable Christopher M. Obure; el Ministro de Relaciones Exteriores de
Lesotho, Su Excelencia el Honorable Motsoahae Thomas Thabane; el Ministro de Estado de
Relaciones Exteriores de la India, Excmo. Sr. Omar Abdullah; la Ministra de la Igualdad de los
Géneros de la República de Corea, Excma. Sra. Han Myeong-Sook; el Ministro de Justicia y
Orden Público de Chipre, Excmo. Sr. Nicos Koshis; el Ministro de Justicia del Sudán,
Excmo. Sr. Ali Mohamed Osman Yasin; el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela,
Excmo. Sr. Luis Alfonso Dávila García; la Ministra de Relaciones Exteriores de Malawi,
-84-
Su Excelencia la Honorable Lilian E. Patel, y el Ministro de Relaciones Exteriores de la
República Árabe Siria, Excmo. Sr. Farouk Al-Shara.
14. En esa misma sesión, hizo una declaración el Director General de la Organización
Internacional del Trabajo, Sr. Juan Somavía.
15. También en la séptima sesión, hicieron declaraciones en ejercicio del derecho de respuesta
los representantes de Armenia, Azerbaiyán y Turquía.
16. En la octava sesión, celebrada el 2 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Ministro Adjunto de Relaciones Exteriores de Angola, Excmo. Sr. Georges Chikoti; el Secretario
Permanente y Ministro de Relaciones Exteriores de Jamaica, Excmo. Sr. Stafford Neil;
el Presidente de la Comisión de Estudios de los Ciudadanos contra la Discriminación de México,
Excmo. Sr. Gilberto Rincón Gallardo; la Ministra para África del Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte, Baronesa Amos de Brondesbury; el Ministro de Política Urbana e
Integración de las Minorías Étnicas de los Países Bajos, Excmo. Sr. Roger van Boxtel;
el Ministro de Relaciones Exteriores de Eritrea, Excmo. Sr. Ali Said Abdella; el Ministro de
Justicia de Namibia, Su Excelencia el Honorable Dr. Ernst N. Tjiriange; el Ministro de
Relaciones Exteriores del Afganistán, Excmo. Dr. A. Abdullah; el Ministro de Justicia y Libertad
Pública de Côte d'Ivoire, Excmo. Sr. Oulaï Siene; el Ministro de Derechos Humanos de la
República Democrática del Congo, Excmo. Sr. Ntumba Luaba Lumu; la Secretaria de Estado
para la Promoción de los Derechos Humanos de Burkina Faso, Excma. Sra. Monique Ilboudo;
el Viceministro de Relaciones Exteriores de la República Popular de China,
Excmo. Sr. Wang Guangya; la Secretaria Parlamentaria de Relaciones Exteriores del Japón,
Excma. Sra. Kaori Maruya; el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores de Hungría,
Excmo. Sr. Iván Bába; el Ministro Adjunto de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita,
Su Alteza el Príncipe Torki bin Mohammed Al-Kaber; el Ministro Adjunto de Relaciones
Exteriores de la Federación de Rusia, Excmo. Sr. Serguei Ordzhonikidze.
17. En esa misma sesión, hizo una declaración la Directora General de la Comisión Europea,
Sra. Odile Quintin (en nombre de la Comunidad Europea).
18. En la novena sesión, celebrada el 3 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones de la
Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, Excma. Sra. Anne Kristin Sydnes; el Alto
Comisionado de Belice ante el Reino Unido, Excmo. Sr. Assad Shoman; la Viceministra de
Relaciones Exteriores de Costa Rica, Excma. Sra. Elayne Whyte Gómez; el Secretario de Estado
y Ministro de Relaciones Exteriores de la ex República Yugoslava de Macedonia,
Excmo. Sr. Viktor Gaber; el Ministro Adjunto de Relaciones Exteriores de Ghana,
Excmo. Sr. Alhaji Mustapha Idris; el Secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores
del Líbano, Excmo. Sr. Zouheir Hamdan; el Representante Permanente de Filipinas ante la
Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Samuel T. Ramel; el Embajador
Extraordinario y Plenipotenciario de Ucrania ante Sudáfrica, Excmo. Sr. Igor Turyansky;
el Director Adjunto del Departamento de Tratados y Asuntos Jurídicos del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, Excmo. Sr. Tofig Musayev; el Representante Permanente
de Bangladesh ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Toufiq Ali;
el Pro-Vicecanciller de la Universidad de las Indias Occidentales de Barbados,
Excmo. Sr. Hilary Beckles; el Alto Comisionado de Guyana ante el Reino Unido,
-85-
Excmo. Sr. L. K. N. Singh, y el Director General Adjunto y Ministro de Relaciones Exteriores
de Israel, Excmo. Sr. Mordechai Yedid.
19. En esa misma sesión, hicieron declaraciones el Secretario General del Consejo de
Europa, Excmo. Sr. Walter Schwimmer, y el Secretario General de la Organización de la
Conferencia Islámica, Excmo. Sr. Abdelouahed Belkeziz.
20. En la décima sesión, celebrada el 3 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones
del Director de la Oficina de la Presidencia y Jefe Adjunto del Comité Nacional Supremo de
Derechos Humanos del Yemen, Excmo. Sr. Ali Mohammed Al-Anisi; el Secretario General del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Albania, Excmo. Sr. Eduard Sulo; el Ministro Adjunto
de Relaciones Exteriores de Bulgaria, Excmo. Sr. Petko Draganov; el Ministro de Justicia de
Zimbabwe, Su Excelencia el Honorable P. A. Chinamasa; el Secretario del Comité Popular
General de la Unidad Africana de la Jamahiriya Árabe Libia, Excmo. Sr. Ali Abdussalam Treiki;
el Ministro de Trabajo y Seguridad Social de Kazajstán, Excmo. Sr. Alikhan Baymenov;
el Viceministro de Relaciones Exteriores de Viet Nam, Excmo. Sr. Nguyen Phu Binh;
el Asesor y Enviado Especial del Ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia,
Excmo. Sr. Pracha Guna-Kasem, y el Subsecretario y Ministro de Relaciones Exteriores del
Estado de Qatar, Excmo. Sr. Abdul Rahman H. Al-Attiyah.
21. En la misma sesión, hicieron declaraciones el Subdirector General de Ciencias Sociales y
Humanas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
Sr. Pierre Sané; el Vicepresidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja
y de la Media Luna Roja, Sr. Ali Bandiare; el Secretario General del Comité Jurídico Consultivo
Asiático-Africano, Sr. Wafik Kamil; el Observador Permanente de la Organización Internacional
de la Comunidad de Habla Francesa ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra,
Sr. Xavier Michel; el Jefe de la División de Organizaciones Internacionales del Comité
Internacional de la Cruz Roja, Sr. Francis Amar; el Director de la Oficina Ejecutiva y de Asuntos
Jurídicos de la Organización Internacional para las Migraciones, Sr. Richard C. Perruchoud, y
el Presidente del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial y Presidente de
la 13ª Reunión de Presidentes de órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos,
Sr. Michael E. Sherifis.
22. También en la décima sesión, hicieron declaraciones en ejercicio del derecho de respuesta
los representantes de Chipre, Iraq, Kuwait y Turquía. En la misma sesión, hizo una declaración
el observador de Palestina en ejercicio del derecho de respuesta.
23. En la 11ª sesión, celebrada el 3 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del Alto
Comisionado para la Inmigración y las Minorías Étnicas de Portugal, Excmo. Sr. José Leitão; el
Representante Permanente del Iraq ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra,
Excmo. Sr. Samir Al-Nima; el Embajador en Misión Especial de la República Dominicana,
Excmo. Sr. Rubén Silié; el Jefe de la delegación del Estado de Bahrein, Excmo. Sr. Ibrahim
Ali Al-Majed; la Directora de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores del
Paraguay, Excma. Sra. Soledad Villara; el Representante Permanente de Turquía ante la Oficina
de las Naciones Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Murat Sungar; el Representante Permanente de
Nepal ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Ram Simkhada; el
Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra,
Su Excelencia el Arzobispo Diarmuid Martin; el Jefe de la delegación del Ecuador,
-86-
Excmo. Sr. Francisco Proano Arandi; el Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación de las
Comoras, Excmo. Sr. Souef Mohamed El-Amine; el Ministro del Interior de Malta,
Su Excelencia el Honorable Tonio Borg, y el Ministro, Director del Instituto Nacional Agrario
de Honduras, Excmo. Sr. Aníbal Delgado Fiallos.
24. En la misma sesión, hizo una declaración el Jefe de la delegación de la Orden Soberana y
Militar de Malta, Excmo. Sr. Mark J. Wolff.
25. También en la 11ª sesión, hizo una declaración la Directora Ejecutiva Adjunta (Gestión)
del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Sra. Imelda Henkin.
26. En la 12ª sesión, celebrada el 4 de septiembre, hicieron declaraciones la Presidenta de la
Conferencia, Excma. Sra. Nkosazana Dlamini Zuma, y la Secretaria General de la Conferencia y
Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Sra. Mary Robinson.
27. También en la 12ª sesión, la Conferencia oyó declaraciones del Fiscal General y Secretario
de Estado de Justicia de Gambia, Su Excelencia el Honorable Joseph Henry Joof; el Ministro de
Justicia y Relaciones Institucionales de Rwanda, Excmo. Sr. Jean de Dieu Mucyo; el Jefe de la
delegación de la República Popular Democrática de Corea, Excmo. Sr. Ri Yong Ho; el Ministro
Adjunto de Relaciones Exteriores de Belarús, Excmo. Sr. Alyaksandr Sychov; el Ministro
Adjunto de Justicia e Interior de Mongolia, Excmo. Sr. Munkh-Orgil Tsend; el Ministro de
Información de Malasia, Su Excelencia el Honorable Mohd Khalil Yaakob; el Embajador de
Sierra Leona en Etiopía y Representante Permanente ante la Organización de la Unidad Africana
y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas, Excmo. Sr. Alhaj Fode M. Dabor;
el Jefe de la delegación de Colombia, Excmo. Sr. Jaime Girón Duarte; el representante del
Gobierno Real de Camboya, Excmo. Sr. Hor Lat, y el Primer Ministro Adjunto y Ministro de
Asuntos Fiyianos, Excmo. Sr. Ratu Epeli Nailatikau.
28. En la misma sesión, hicieron declaraciones la Presidenta de la Asamblea Nacional de
Sudáfrica, Sra. Frene Ginwala (en nombre de la Unión Interparlamentaria); la Directora
Ejecutiva Adjunta de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental, Sra. Mariam
Al-Awadhi; el representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
Sr. Martin Hopenhayn; la Secretaria Ejecutiva Adjunta de la Comisión Económica para África,
Sra. Leila Ben Barka, y el representante del Centro de las Naciones Unidas para los
Asentamientos Humanos (Hábitat), Sr. Joseph Igbinedion.
29. También en la 12ª sesión, hizo una declaración en ejercicio del derecho de respuesta el
representante de Armenia.
30. En la 13ª sesión, celebrada el 4 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del Alto
Comisionado de Trinidad y Tabago en Nigeria, Su Excelencia el Honorable Patrick Edwards; el
Ministro de la Presidencia y de la Administración Pública de Botswana, Su Excelencia el
Honorable Thebe D. Mogami; el Jefe de la delegación de Tuvalu, Excmo. Sr. Iftikahar
Ahmad Ayaz; el Representante Permanente de Madagascar ante la Oficina de las Naciones
Unidas en Ginebra, Excmo. Sr. Maxime Zafera.
31. En la misma sesión, hicieron declaraciones el Ministro de Estado para las Relaciones
Exteriores de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Excmo. Sr. Carlyle G. Corbin; la
-87-
Secretaria Ejecutiva de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, Sra. Dulce Maria Pereira;
la Vicepresidenta del Banco Interamericano de Desarrollo, Sra. K. Burke Dillon;
el Vicepresidente de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos,
Sr. M. Kamel Rezag-Bara; el Director Ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas
sobre el VIH/SIDA, Sr. Peter Piot; la Directora de VIH/SIDA: Estrategia, Sensibilización y
Fórmulas de Asociación, de la Organización Mundial de la Salud, Sra. Winnie
Mpanju-Shumbusho, y la Asesora para los Derechos Fundamentales de la Mujer del Fondo de
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, Sra. Roxana Carrillo.
32. También en la 13ª sesión, hicieron declaraciones la Presidenta del Grupo de Trabajo sobre
Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos,
Sra. Erica-Irene Daes; el Vicepresidente del Comité de Derechos Humanos,
Sr. Hipólito Solari Yrigoyen; el Presidente del Grupo de Trabajo sobre las Minorías de la
Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Sr. Asbjørn Eide, y el
Relator Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y
formas conexas de intolerancia de la Comisión de Derechos Humanos, Sr. Glèlè Ahanhanzo.
33. En la 13ª sesión hizo una declaración la Sra. Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel
de la Paz.
34. También en la 13ª sesión, hicieron declaraciones en ejercicio de su derecho de respuesta
los representantes de la República Democrática del Congo y de Uganda.
35. En la 14ª sesión, celebrada el 4 de septiembre, hicieron declaraciones el Relator Especial
de la Comisión de Derechos Humanos sobre la libertad de religión o de creencias,
Sr. Abdelfattah Amor; la Relatora Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre los
derechos humanos de los migrantes, Sra. Gabriela Rodríguez Pizarro, y la Relatora Especial de la
Comisión de Derechos Humanos sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus causas
y consecuencias, Sra. Radhika Coomaraswamy.
36. También en la 14ª sesión hizo una declaración la Directora del Departamento de
Cooperación Internacional del Comité Olímpico Internacional, Sra. Fékrou Kidané.
37. En la misma sesión la Conferencia oyó declaraciones del portavoz designado de las
institucionales nacionales, Sr. Barney Pityana; el Presidente de la Comisión de Derechos
Humanos de Malawi, Sr. Alfred Nsope; la Comisionada Jefa de la Comisión de Derechos
Humanos del Canadá, Sra. Michelle Falardeau-Ramsay; el representante del Director del Centro
Danés para los Derechos Humanos, Sr. George Ulrich; el Presidente del Consejo Consultivo para
los Derechos Humanos de Marruecos, Sr. Driss Dahak; el Presidente de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos de Togo, Sr. Komi Gnondoli; el Presidente de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos de Rwanda, Sr. Gasana Ndoba; el Presidente de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos de Madagascar, Sr. Justin Rakotonidina; la Presidenta de la Comisión de
Derechos Humanos de Filipinas, Sra. Aurora P. Navarrete-Recina; el Defensor del Pueblo de
Colombia, Sr. Eduardo Cifuentes; el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de
Sri Lanka, Sr. Faiuz Mustapha; el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de
Nigeria, Magistrado Uche Omo; el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y
Libertades del Camerún, Sr. Solomon Nfor Gwei; el Conciliador para las Relaciones Raciales de
Nueva Zelandia, Sr. Gregory Fortuin; el Comisionado Interino sobre Discriminación Racial,
-88-
Comisión de Justicia Social para los Aborígenes y los Isleños del Estrecho de Torres, Comisión
de Derechos Humanos e Igualdad de Oportunidades de Australia, Sr. William Jonas, y la
Vicepresidenta de la Comisión Consultiva Nacional de Derechos Humanos de Francia,
Sra. Martine Valdes-Boulouque.
38. También en la 14ª sesión, hizo una declaración en ejercicio de su derecho de respuesta el
representante del Sudán.
39. En la 15ª sesión, celebrada el 5 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Ministro de Cooperación de Guinea, Excmo. Sr. Mory Kaba; la Secretaria Adjunta de la
Presidencia para los Asuntos de la Mujer de Guatemala, Excma. Sra. Gloria Dominga Tecun
Canil; la Secretaria de Estado de Suiza, Excma. Sra. Claudia Kaufmann; la Ministra Adjunta de
Justicia y Cultos de Guinea Ecuatorial, Sra. Evangelina Filomena Oyo Ebule; el Subsecretario de
Asuntos Multilaterales y Especiales del Perú, Excmo. Sr. Hernan Couturier; el Asesor Especial
del Presidente de Suriname, Excmo. Sr. Willem Udenhout, y el Senador Francis Garlawolu de
Liberia.
40. En la misma sesión hizo una declaración el Sr. Mario Yutzis, miembro del Comité para la
Eliminación de la Discriminación Racial.
41. También en la 15ª sesión, la Conferencia oyó declaraciones de la Vicepresidenta de la
Comisión Federal Suiza contra el Racismo, Sra. Cecile Buhlmann; la Presidenta Adjunta de la
Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica, Sra. Shirley Mabusela; la Vicepresidenta de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales del Níger, Sra. Mariama
Cisse; el Cuarto Comisionado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México,
Sr. Rodolfo Lara Ponte; la Ombudsman Adjunta contra la Discriminación Étnica de Suecia,
Sra. Katri Linna; el representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la India,
Magistrado K. Ramaswamy; el Comisionado de la Comisión de Derechos Humanos de Uganda,
Sr. Joel Aliro-Omara; el Vicepresidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de
Grecia, Sr. L. A. Sicilianos; el Comisionado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos
de Zambia, Sr. Lewis Changufu, y el Sr. Michael Farrell, miembro de la Comisión de Derechos
Humanos de Irlanda.
42. En la 16ª sesión, celebrada el 5 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones de la
Directora de la Comisión de Derechos Humanos de Fiji, Sra. Shaista Shameem; el Secretario
Permanente del Comité de Derechos Humanos del Senegal, Sr. Alioune Ndiaye; el Director
General de la Defensoría del Pueblo de Venezuela, Sr. Germán Saltrón Negretti, y el Director de
la Comisión de Derechos Humanos y Justicia Administrativa de Ghana, Sr. Kenneth Attafuah.
43. En la misma sesión, la Conferencia oyó declaraciones de los representantes de las
siguientes organizaciones no gubernamentales: International Steering Committee; International
Youth Committee; Women's Caucus; Sexual Orientation Caucus; Linkage Caucus; Religious and
Spiritual Caucus; Education Caucus; International and Oecumenical Caucus; Disability Caucus;
African and African Descendants Caucus; Indigenous Peoples' Caucus; Centro Tibetano pro
Derechos Humanos y Democracia (también en nombre de International Campaign for Tibet,
International Fellowship of Reconciliation and Worldview International Foundation);
Organization for Defending Victims of Violence; Centro de Culturas Indias y del Taller
-89-
Permanente de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú; Mehr White Home; Suara Rakyat
Malaysia; Centre for Development Alternatives.
44. También en la 16ª sesión hicieron declaraciones en ejercicio del derecho de respuesta los
representantes de Australia, China, Mauritania, México y el Senegal.
45. En la 17ª sesión, celebrada el 6 de septiembre, la Conferencia oyó declaraciones del
Ministro de Educación y Cultura del Uruguay, Excmo. Sr. Antonio Mercader, y del jefe de la
delegación de Malí, Excmo. Sr. Louis Marie Bastide.
46. En la misma sesión, hicieron declaraciones los representantes de las siguientes
organizaciones no gubernamentales: Instituto de Mujeres Islámicas del Irán; Asia Pacific Forum
on Women, Law and Development (Tailandia); All for Reparations and Emancipation
(AFRE-CURE); Al-Khoei Foundation; Fraternity Notre-Dame; Congreso Hispánico del Canadá;
Union de Escritores y Artistas de Cuba; Centro pro derechos de los roma europeos (Hungría);
Organization for the Solidarity of the Peoples of Asia, Africa and Latin America; International
Institute for Peace; Institute on Race, Health Care and the Law - University of Dayton (Estados
Unidos de América); International Save the Children Alliance; Human Rights Watch; World
Alliance of Reformed Churches; Amnistía Internacional; Grand Council of the Crees; Rights of
Children (Guyana); Guyana Human Rights Association; Te Kawa Maro-Maori Organization;
International Catholic Migration Commission; Asociación de Derechos Humanos de Turquía;
Movimiento Indígena "Tupac Amaru"; Susila Dharma International Association; Asociación
Proyecto Caribe (Costa Rica); Mujeres Peruanas Unidas en Argentina; Espacio Afro-Americano;
World Organization against Torture; Metis National Council.
47. También en la 17ª sesión, hicieron declaraciones en ejercicio del derecho de respuesta los
representantes del Iraq y Malasia.
48. En la 18ª sesión, celebrada el 6 de septiembre, hicieron declaraciones los representantes de
las siguientes organizaciones no gubernamentales: Fundación Ideas (Chile); International
Confederation of Free Trade Unions; Fundación Ecuatoriana de Acción y Educación para la
Promoción de la Salud (Ecuador); World Evangelical Fellowship: Samiraddi; International
Centre for Human Rights and Democratic Development; Professional Institute for Advanced
Wound Recovery (Estados Unidos de América); International Federation of Social Workers;
Minority Rights Group; Red Europea contra el Racismo (Bélgica); Sikh Human Rights Group
(del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte); Conference of Non-Governmental
Organizations (CONGO); Asian Descendant Caucus; Caribbean Caucus; International Criminal
Justice Caucus; Race, Poverty and Globalization Caucus; Dalit Caucus; Palestinian Caucus;
Eastern and Central Europe Caucus; Girl Child Caucus; Labour Caucus; Cultural Diversity
Caucus; Asia Pacific Caucus; International Indian Treaty Council; Franciscans International
(también en nombre de varias otras organizaciones no gubernamentales); Interfaith International
(también en nombre de Forum against Islamophobia and Racism (Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte)); Sovereign Union of Aboriginal Peoples of Australia (Australia); Congrès
mondial Amazigh (Francia); CISM-Veneto; Inclusion International (International League of
Societies for Persons with Mental Handicap); Academia Mexicana de los Derechos Humanos;
World Sindhi Institute (Estados Unidos de América).
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49. En la 19ª sesión, celebrada el 7 de septiembre, hicieron declaraciones los representantes de
las siguientes organizaciones no gubernamentales: World Confederation of Labour; African and
African Descendant Women's Caucus; Service Peace and Justice in Latin America; Women's
National Commission (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte); The 1990 Trust
(Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte); American Psychological Association;
Brahma Kumaris World Spiritual University; Africville Genealogy Society (Canadá); Physicians
for Human Rights; Marangopoulos Foundation for Human Rights; Association of Islamic
Women Researchers; Al-Haq, Law in the Service of Man; Committee on Women, Population
and the Environment (Estados Unidos de América); World Federation of Democratic Youth;
Centro Roma de Políticas Públicas "Aven amentza" (Rumania); Asociación de Seguidoras de
Ahlul Bait; Pax Romana; African Canadian Coalition Against Racism (Canadá); Women's
Health in Women's Hands; Nucleo de Estudos Negros (Brasil); Asociación del pueblo chino pro
amistad con países extranjeros (también en nombre de la Federación China de Mujeres);
Sociedad China para la Promoción del Programa Guangcai (también en nombre de la Asociación
pro Naciones Unidas de China); Christian International Possibilities Unlimited (Estados Unidos
de América); Centro de Estudos e Defensa do Negro do Para (Brasil); Unión de Asociaciones
Comunitarias Árabes - ITTUAH (también en nombre de ADALAH - Centro Jurídico pro
Derechos de las Minorías Árabes en Israel (Israel); Universal Day of Hope Trust; União de
Negros pela Igualdade (Brasil); Pan-Africa Movement (Barbados NGO Committee for UN
World Conference); Youth against Racism.
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Capítulo IV
INFORME DE LA COMISIÓN PRINCIPAL
1. En su primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia aprobó la
organización de los trabajos, publicada con la signatura A/CONF.189/3, que incluía el
establecimiento de la Comisión Principal.
2. En su segunda sesión plenaria, celebrada el 1º de septiembre de 2001, la Conferencia
aprobó el nombramiento del Sr. Claudio Moreno (Italia) como Presidente de la Comisión
Principal.
3. La Comisión Principal celebró tres sesiones, los días 2, 7 y 8 de septiembre de 2001.
4. La Comisión Principal tuvo ante sí los documentos siguientes:
a) Nota de la Secretaría por la que se transmitía el reglamento provisional de la
Conferencia Mundial (A/CONF.189/2) aprobado por la Conferencia en su primera
sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001;
b) Nota del Secretario General por la que se transmitía el proyecto de programa de
trabajo de la Conferencia Mundial (A/CONF.189/3) aprobado por la Conferencia en
su primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001;
c) Nota del Secretario General por la que se transmitía el proyecto de declaración de la
Conferencia Mundial (A/CONF.189/4);
d) Nota del Secretario General por la que se transmitía el proyecto de programa de
acción de la Conferencia Mundial (A/CONF.189/5);
5. La Comisión Principal, en su primera sesión, celebrada el 2 de septiembre de 2001, eligió
por aclamación a los siguientes miembros de la Mesa:
Vicepresidentes: Sr. Alexander Slabi (República Checa)
Sr. Hernán Couturier (Perú)
Sr. Prasad Kariyawasam (Sri Lanka)
6. En la misma sesión, a propuesta del Presidente, la Comisión Principal eligió por
aclamación a la Sra. Najat Al-Hajjaji (Jamahiriya Árabe Libia) como Relatora.
7. En la misma sesión, la Comisión Principal tomó nota de la decisión del Comité de
Redacción de que el proyecto de declaración y el proyecto de programa de acción fueran
examinados por dos grupos de trabajo del Comité de Redacción.
Examen del proyecto de declaración y del proyecto de programa de acción
8. En la segunda sesión, celebrada el 7 de septiembre, el Presidente de la Comisión Principal
anunció que el Comité de Redacción seguiría examinando, por medio de sus grupos de trabajo,
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los párrafos del proyecto de declaración y del proyecto del programa de acción que no se habían
aprobado todavía.
9. En la tercera sesión, celebrada el 8 de septiembre, la Comisión Principal examinó los
proyectos de declaración y de programa de acción convenidos en los dos grupos de trabajo del
Comité de Redacción, presentados por el Presidente de dicho Comité. La Comisión Principal
tuvo ante sí los párrafos aprobados por el Grupo de Trabajo sobre el proyecto de declaración, que
figuran en los documentos A/CONF.189/L.2 y L.2/Add. 1 y en un documento sin signatura, y los
párrafos aprobados por el Grupo de Trabajo sobre el programa de acción, que figuran en los
documentos A/CONF.189/L.3 y L.3/Add. 1 a 3 y en un documento sin signatura.
10. En la misma sesión, la Comisión Principal examinó y aprobó los párrafos nuevos
siguientes, presentados por el Presidente de la Conferencia como resultado de consultas. Esos
párrafos fueron incorporados posteriormente en el proyecto de declaración y en el proyecto de
programa de acción.
Párrafos sobre cuestiones del pasado
"DECLARACIÓN Y PROGRAMA DE ACCIÓN
Orígenes, causas, formas y manifestaciones contemporáneas de racismo,
discriminación racial, xenofobia e intolerancia conexa
(Sustituye los párrafos 10 a 18)
Párr. 10: Reconocemos que la esclavitud y la trata de esclavos, en particular la
trata transatlántica, fueron tragedias atroces en la historia de la humanidad, no sólo por
su aborrecible barbarie, sino también por su magnitud, su carácter organizado y,
especialmente, su negación de la esencia de las víctimas, y reconocemos asimismo que
la esclavitud y la trata de esclavos, especialmente la trata transatlántica de esclavos,
constituyen, y siempre deberían haber constituido, un crimen de lesa humanidad y son una
de las principales fuentes y manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia y
formas conexas de intolerancia, y que los africanos y afrodescendientes, los asiáticos y las
personas de origen asiático y los pueblos indígenas fueron víctimas de esos actos y
continúan siéndolo de sus consecuencias.
Párr. 11: La Conferencia Mundial reconoce que el colonialismo ha llevado al
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y que
los africanos y los afrodescendientes, las personas de origen asiático y los pueblos
indígenas fueron víctimas del colonialismo y continúan siéndolo de sus consecuencias.
Reconocemos los sufrimientos causados por el colonialismo y afirmamos que, dondequiera
y cuandoquiera que ocurrió, debe ser condenado y ha de impedirse que ocurra de nuevo.
Lamentamos también que los efectos y la persistencia de esas estructuras y prácticas se
cuenten entre los factores que contribuyen a desigualdades sociales y económicas
duraderas en muchas partes del mundo de hoy.
-93-
Párr. 12: La Conferencia Mundial reconoce que el apartheid y el genocidio, en
derecho internacional, constituyen crímenes de lesa humanidad y son fuentes y
manifestaciones principales de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas
de intolerancia, reconoce los indecibles males y sufrimientos causados por esos actos, y
afirma que dondequiera y cuandoquiera que ocurrieron, deben ser condenados y ha de
impedirse que ocurran de nuevo.
Establecimiento de recursos y medidas eficaces de reparación,
resarcimiento, indemnización y de otra índole a nivel nacional,
regional e internacional
Párr. 116: La Conferencia Mundial reconoce y lamenta profundamente los masivos
sufrimientos humanos y el trágico padecimiento de millones de hombres, mujeres y niños
causados por la esclavitud, la trata de esclavos, la trata transatlántica de esclavos, el
apartheid, el colonialismo y el genocidio, hace un llamamiento a los Estados interesados
para que honren la memoria de las víctimas de pasadas tragedias y afirma que dondequiera
y cuandoquiera que ocurrieron deben ser condenados y ha de impedirse que ocurran de
nuevo. La Conferencia Mundial lamenta que esas prácticas y estructuras políticas,
socioeconómicas y culturales hayan causado el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Párr. 117: La Conferencia Mundial reconoce y lamenta profundamente los
indecibles sufrimientos y males infligidos a millones de hombres, mujeres y niños como
resultado de la esclavitud, la trata de esclavos, la trata transatlántica de esclavos, el
apartheid, el genocidio y pasadas tragedias. La Conferencia Mundial observa también que
algunos Estados han tomado la iniciativa de pedir perdón y han pagado una indemnización,
en los casos procedentes, por las graves y masivas violaciones perpetradas.
Párr. 118: Con miras a dar por clausurados estos negros capítulos de la historia y
como medio de reconciliación y cicatrización de las heridas, invitamos a la comunidad
internacional y a sus miembros a que honren la memoria de las víctimas de esas tragedias.
La Conferencia Mundial observa también que se han tomado algunas iniciativas para
lamentar lo sucedido, expresar remordimiento o pedir perdón, hace un llamamiento a
quienes todavía no hayan contribuido a restablecer la dignidad de las víctimas para que
encuentren la manera adecuada de hacerlo y, en este sentido, expresa su agradecimiento a
los Estados que ya lo han hecho.
Párr. 119: La Conferencia Mundial, consciente de la obligación moral que tienen
todos los Estados interesados, hace un llamamiento a esos Estados a fin de que adopten
medidas adecuadas y eficaces para que cesen y se inviertan las consecuencias duraderas de
esas prácticas.
Párr. 121: La Conferencia Mundial reconoce las consecuencias de las formas
pasadas y contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia
conexa en cuanto graves desafíos a la paz y la seguridad mundiales, la dignidad humana y
el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales de muchas personas en el
mundo, en particular africanos, afrodescendientes, personas de origen asiático y pueblos
indígenas.
-94-
Párr. 122: Inspirada en los principios enunciados en la Declaración del Milenio y en
el reconocimiento de que tenemos la responsabilidad colectiva de defender los principios
de la dignidad humana, la igualdad y la equidad y de garantizar que la mundialización
llegue a ser una fuerza positiva para todos los pueblos del mundo, la comunidad
internacional se compromete a trabajar en pro de la beneficiosa integración de los países en
desarrollo en la economía mundial, que combaten su marginalización y están determinados
a lograr el crecimiento económico acelerado y el desarrollo sostenible y erradicar la
pobreza, la desigualdad y las privaciones.
Párr. 123: La Conferencia Mundial subraya que recordar los crímenes o injusticias
del pasado, cuandoquiera y dondequiera que ocurrieron, condenar inequívocamente las
tragedias racistas y decir la verdad sobre la historia son elementos esenciales para la
reconciliación internacional y la creación de sociedades basadas en la justicia, la igualdad
y la solidaridad.
Párr. 124: La Conferencia Mundial reconoce los esfuerzos de los países en
desarrollo, y, en particular, el compromiso y la determinación de los dirigentes africanos
para abordar seriamente los desafíos de la pobreza, el subdesarrollo, la marginación, la
exclusión social, las disparidades económicas, la inestabilidad y la inseguridad, mediante
dispositivos tales como la Nueva Iniciativa africana y otros mecanismos innovadores como
el Fondo Mundial de Solidaridad para la Erradicación de la Pobreza, e insta a los países
desarrollados, a las Naciones Unidas y sus organismos especializados, así como a las
instituciones financieras internacionales, a que proporcionen, por conducto de sus
programas operacionales, los recursos financieros nuevos y adicionales que convenga en
apoyo de esas iniciativas.
Párr. 125: La Conferencia Mundial reconoce que estas injusticias históricas han
contribuido innegablemente a la pobreza, el subdesarrollo, la marginación, la exclusión
social, las desigualdades económicas, la inestabilidad y la inseguridad que afectan a
muchas personas en diferentes partes del mundo, sobre todo en los países en desarrollo. La
Conferencia Mundial reconoce la necesidad de elaborar programas para el desarrollo social
y económico de esas sociedades y la diáspora en el marco de una nueva asociación basada
en un espíritu de solidaridad y respeto mutuo en las siguientes esferas:
- Alivio de la deuda;
- Erradicación de la pobreza;
- Creación o fortalecimiento de instituciones democráticas;
- Fomento de la inversión extranjera directa;
- Acceso a los mercados;
- Intensificación de los esfuerzos para alcanzar las metas acordadas
internacionalmente para las transferencias de asistencia oficial para el desarrollo
(AOD) a los países en desarrollo;
-95-
- Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para cerrar la
brecha digital;
- Agricultura y seguridad alimentaria;
- Transferencia de tecnología;
- Gobernanza transparente y responsable;
- Inversión en las infraestructuras de salud para hacer frente al VIH/SIDA, la
tuberculosis y el paludismo, en particular a través del Fondo Mundial contra el
SIDA y para la Salud;
- Desarrollo de las infraestructuras;
- Desarrollo de los recursos humanos, incluido el fomento de la capacidad;
- Educación, capacitación y desarrollo cultural;
- Asistencia jurídica mutua para la repatriación de fondos obtenidos y transferidos
(acumulados) ilegalmente, de conformidad con los instrumentos nacionales e
internacionales;
- Tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras;
- Restitución de objetos de arte, artefactos históricos y documentos a sus países de
origen, de conformidad con los acuerdos bilaterales o instrumentos
internacionales;
- Trata de personas, en particular de mujeres y niños;
- Facilitación del ansiado regreso y reasentamiento de los descendientes de los
esclavos africanos.
Párr. 126: La Conferencia Mundial insta a las instituciones financieras y de
desarrollo internacionales y a los programas operacionales y organismos especializados de
las Naciones Unidas a que den mayor prioridad y asignen recursos financieros adecuados a
los programas destinados a hacer frente a los problemas del desarrollo de los Estados y
sociedades afectados, en particular los del continente africano y la diáspora.
Párr. 127: La Conferencia Mundial saluda los esfuerzos que la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura realiza en el marco del
Proyecto de la Ruta de la Esclavitud, y pide que los resultados se pongan lo antes posible a
disposición de la comunidad internacional."
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Párrafos sobre el Oriente Medio y cuestiones conexas
"PROYECTO DE DECLARACIÓN
1. Somos conscientes de que la historia de la humanidad está repleta de grandes
atrocidades resultantes de violaciones manifiestas de los derechos humanos y pensamos
que puede aprenderse de la historia, rememorándola, para evitar futuras tragedias.
2. Recordamos que jamás debe olvidarse el Holocausto.
3. Reconocemos con profunda preocupación la intolerancia religiosa contra
algunas comunidades religiosas, así como la aparición de actos hostiles y de violencia
contra esas comunidades a causa de sus creencias religiosas y su origen racial o étnico en
diversas partes del mundo, que limitan en particular su derecho a practicar libremente sus
creencias.
4. Reconocemos también con profunda preocupación el creciente antisemitismo e
islamofobia en diversas partes del mundo, así como la aparición de movimientos raciales y
violentos basados en el racismo e ideas discriminatorias contra las comunidades judía,
musulmana y árabe.
5. Somos conscientes de que la historia de la humanidad está repleta de terribles
injusticias infligidas por la falta de respeto a la igualdad de los seres humanos, observamos
con alarma la intensificación de esas prácticas en diversas partes del mundo e instamos a
las personas, sobre todo en situaciones de conflicto, a que desistan de la incitación al
racismo, y del uso de expresiones despectivas y de estereotipos negativos.
6. Nos preocupan los padecimientos del pueblo palestino sometido a ocupación
extranjera. Reconocemos el derecho inalienable del pueblo palestino a la libre
determinación y al establecimiento de un Estado independiente, reconocemos el derecho a
la seguridad de todos los Estados de la región, incluido Israel, y hacemos un llamamiento a
todos los Estados para que apoyen el proceso de paz y lo lleven a una pronta conclusión.
7. Pedimos una paz justa, general y duradera en la región, en la que todos los
pueblos coexistan y disfruten de igualdad, justicia y derechos humanos internacionalmente
reconocidos, y seguridad.
8. Reconocemos el derecho de los refugiados a regresar voluntariamente a sus
hogares y bienes en condiciones de dignidad y seguridad, e instamos a todos los Estados a
que faciliten este retorno."
"PROYECTO DE PROGRAMA DE ACCIÓN
1. Consideramos que todos los conflictos y controversias deben ser resueltos por
medios pacíficos y por el diálogo político. Hacemos un llamamiento a todas las partes
implicadas en esos conflictos a que hagan muestra de moderación y respeten los derechos
humanos y el derecho internacional humanitario.
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2. Exhortamos a los Estados a que, en la lucha contra todas las formas de racismo,
reconozcan la necesidad de oponerse al antisemitismo, el antiarabismo y a la islamofobia
en todo el mundo e instamos a todos los Estados a que adopten medidas eficaces para
prevenir la aparición de movimientos basados en el racismo y en ideas discriminatorias
contra esas comunidades.
3. En cuanto a la situación en el Oriente Medio, pedimos el fin de la violencia y la
pronta reanudación de las negociaciones, el respeto del derecho internacional humanitario
y de los derechos humanos, el respeto del principio de la libre determinación y el fin de
todos los sufrimientos, permitiendo así a Israel y a los palestinos reanudar el proceso de
paz y crecer y prosperar en un clima de seguridad y libertad."
11. En la misma sesión la Comisión Principal también examinó y aprobó un nuevo párrafo
propuesto por su Mesa a raíz de unas consultas. Dicho párrafo se incorporó ulteriormente al
proyecto de declaración:
"Reconocemos que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia se producen por motivos de raza, color, linaje u origen nacional o
étnico y que las víctimas sufren también múltiples o agravadas formas de discriminación
basada en otros motivos, entre los cuales figuran el sexo, el idioma, la religión, las
opiniones políticas o de otra índole, el origen social, la posición económica, el nacimiento
u otras condiciones."
12. La Comisión Principal sostuvo en la misma sesión un debate de procedimiento acerca de
los párrafos respecto de los cuales no se había llegado a ningún consenso en el Comité de
Redacción. Hicieron intervenciones los representantes de Armenia, Bélgica (en nombre de la
Unión Europea), Bosnia y Herzegovina, el Canadá, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, España,
la Federación de Rusia, Filipinas, la India, Irán (República Islámica del), Kenya, el Líbano,
México, el Pakistán, la República Árabe Siria y Turquía.
13. El representante de la República Árabe Siria propuso que la Comisión Principal examinase
el párrafo 30 del preámbulo y el párrafo 33 de la parte dispositiva del proyecto de declaración,
así como el párrafo 179 de la parte dispositiva del proyecto de programa de acción, contenidos
en los documentos A/CONF.189/4 y A/CONF.189/5.
14. El representante del Asesor Jurídico hizo unas aclaraciones acerca del procedimiento
aplicable a los párrafos del proyecto de declaración y del proyecto de programa de acción que
aún seguían pendientes.
15. El Sr. Slabi, Vicepresidente, pasó a ocupar la Presidencia. El Presidente sugirió que la
Comisión Principal adoptase los párrafos que habían sido aprobados en todo o en parte por los
dos grupos de trabajo y por el Comité de Redacción y los remitiese al Pleno de la Conferencia
para que los examinase y aprobase, y que los párrafos o partes de párrafos que no habían sido
aprobados se suprimiesen de los documentos de ambos grupos de trabajo y del Comité de
Redacción.
16. En la misma sesión el representante del Asesor Jurídico de las Naciones Unidas hizo unas
aclaraciones sobre los artículos 26, 34 y 44 del reglamento de la Conferencia.
-98-
17. En virtud del artículo correspondiente del reglamento de la Conferencia, el representante
del Brasil propuso en la misma sesión que la Conferencia no tomase ninguna decisión sobre los
párrafos que no habían sido examinados o no habían sido aprobados por los grupos de trabajo.
Los representantes de Argelia y de la República Árabe Siria se opusieron a la moción, a favor de
la cual habló el representante de Nueva Zelandia. El representante del Brasil retiró la moción.
18. En la misma sesión el representante de Bélgica (en nombre de la Unión Europea) presentó
de nuevo la moción. Hablaron a favor de ella los representantes de la Argentina y de la
Federación de Rusia. Hicieron intervenciones contra la moción los representantes de la
República Árabe Siria y de la República de Sudáfrica.
19. A petición del representante de Australia, se procedió a votación nominal sobre la moción,
que quedó aprobada por 51 votos contra 37 y 11 abstenciones. El resultado de la votación fue el
siguiente:
Votos a favor: Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Bulgaria,
Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Federación de Rusia, Fiji, Finlandia,
Francia, Gabón, Ghana, Guatemala, Honduras, Hungría, Irlanda, Italia,
Japón, la ex República Yugoslava de Macedonia, Letonia,
Liechtenstein, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelandia, Países
Bajos, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
del Norte, República Checa, República Democrática del Congo,
Rumania, Santa Sede, Suecia, Suiza, Turquía, Uruguay, Venezuela,
Yugoslavia.
Votos en contra: Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Barbados, Burkina Faso,
China, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán
(República Islámica del), Iraq, Jamahiriya Árabe Libia, Jordania,
Kuwait, Líbano, Malasia, Mauricio, Mauritania, Namibia, Nigeria,
Omán, Pakistán, Qatar, República Árabe Siria, República Unida de
Tanzanía, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona, Sudáfrica,
Sudán, Trinidad y Tabago, Túnez, Tuvalu, Uganda, Viet Nam, Zambia.
Abstenciones: Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Ecuador, Filipinas, India,
Kenya, Senegal, Seychelles, Singapur, Togo.
20. Los representantes de la Santa Sede, Argelia, Bélgica (en nombre de la Unión Europea),
la República Árabe Siria y la Jamahiriya Árabe Libia intervinieron en la misma sesión para
explicar su voto después de la votación.
21. En la misma sesión, la Comisión Principal decidió adoptar los párrafos o partes de párrafos
aprobados por los dos grupos de trabajo y el Comité de Redacción, suprimir los párrafos o partes
de párrafos que no habían sido aprobados por los dos Grupos de Trabajo y el Comité de
Redacción, y remitir los textos modificados del proyecto de declaración y del proyecto de
programa de acción al Pleno de la Conferencia para que los examinase.
-99-
Capítulo V
INFORME DEL COMITÉ DE REDACCIÓN
1. En la primera sesión plenaria, celebrada el 31 de agosto de 2001, la Conferencia aprobó la
organización de sus trabajos, tal como figuraba en el documento A/CONF.189/3, incluido el
establecimiento del Comité de Redacción.
2. También en la primera sesión plenaria, la Conferencia aprobó la propuesta de nombrar
Presidente del Comité de Redacción al Sr. Ali Khorran (República Islámica del Irán).
3. El Comité de Redacción celebró seis sesiones, del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2001.
4. El Comité de Redacción tuvo a la vista los siguientes documentos:
a) Una nota de la Secretaría por la que se transmitía el reglamento provisional de la
Conferencia Mundial (A/CONF.189/2), aprobado por la Conferencia en la primera
sesión plenaria, el 31 de agosto de 2001;
b) Una nota del Secretario General por la que se transmitía el proyecto de programa de
trabajo provisional de la Conferencia (A/CONF.189/3), aprobado por la Conferencia
en la primera sesión plenaria, el 31 de agosto de 2001;
c) Una nota del Secretario General por la que se transmitía el proyecto de declaración
de la Conferencia Mundial (A/CONF.189/4);
d) Una nota del Secretario General por la que transmitía el proyecto de programa de
acción de la Conferencia Mundial (A/CONF.189/5).
5. El Comité de Redacción, en su primera sesión, celebrada el 31 de agosto de 2001, aprobó
el nombramiento del Sr. John Dauth (Australia) como Vicepresidente/Relator.
6. En la misma sesión, el Comité de Redacción estableció dos grupos de trabajo para que
examinaran el proyecto de declaración y el proyecto de programa de acción. El 31 de agosto,
el Grupo de Trabajo sobre el Proyecto de Programa de Acción eligió Presidente/Relator al
Sr. Bonaventure M. Bowa (Zambia). El 1º de septiembre, el Grupo de Trabajo sobre el Proyecto
de Declaración eligió Presidente/Relator al Sr. Marc Bossuyt (Bélgica).
7. En su segunda sesión, celebrada el 2 de septiembre, el Comité de Redacción fue informado
sobre el resultado de la sesión de la Mesa de la Conferencia celebrada ese mismo día, incluido el
nombramiento de facilitadores para tres cuestiones difíciles, las relativas a las víctimas, al pasado
y al Oriente Medio. También se examinaron los métodos de trabajo de los grupos.
8. En su tercera sesión, celebrada el 6 de septiembre, el Comité de Redacción evaluó los
avances hechos por los dos grupos de trabajo. Se decidió que los dos grupos seguirían
reuniéndose para terminar su labor.
-100-
9. En su cuarta sesión, celebrada el 7 de septiembre, el Comité de Redacción evaluó los
avances hechos por los dos grupos de trabajo. El Sr. Marc Bossuyt, Presidente/Relator del
Grupo de Trabajo sobre el Proyecto de Declaración, y el Sr. Bonaventure M. Bowa,
Presidente/Relator del Grupo de Trabajo sobre el Proyecto de Programa de Acción, informaron
sobre la situación en sus respectivos grupos. El Presidente del Comité de Redacción,
Sr. Ali Khorram, también formuló una declaración.
10. En sus sesiones quinta y sexta, celebradas el 7 de septiembre, el Comité de Redacción
examinó varios párrafos del proyecto de programa de acción, en espera de que se notificara la
programación de las sesiones de la Comisión Principal y del Pleno, inicialmente planificadas
para la tarde del 7 de septiembre. Se decidió que el Grupo de Trabajo sobre el Proyecto de
Programa de Acción proseguiría su labor en la reunión de la noche del 7 de septiembre.
También se decidió que el Grupo de Trabajo sobre el Proyecto de Declaración y el Grupo de
Trabajo sobre el Proyecto de Programa de Acción se reunirían por separado en la mañana del día
siguiente, el 8 de septiembre, para finalizar su labor. Asimismo, se decidió que, cuando los dos
grupos hubiesen terminado su trabajo, el proyecto de declaración y el proyecto de programa de
acción, en su forma enmendada, se remitirían a la Comisión Principal para un examen ulterior.
-101-
Capítulo VI
INFORME DE LA COMISIÓN DE VERIFICACIÓN DE PODERES
1. En su primera sesión plenaria, el 31 de agosto de 2001, la Conferencia, de conformidad
con el artículo 4 de su reglamento, nombró una Comisión de Verificación de Poderes, sobre la
base de la Comisión de Verificación de Poderes de la Asamblea General de las Naciones Unidas
en su quincuagésimo quinto período de sesiones, a saber: Bahamas, China, Ecuador,
Estados Unidos de América, Federación de Rusia, Gabón, Irlanda, Mauricio y Tailandia.
2. La Comisión de Verificación de Poderes se reunió el 4 de septiembre de 2001.
3. La Sra. Yolanda Bike (Gabón) fue elegida Presidenta por unanimidad.
4. La Comisión tuvo ante sí un memorando de la Secretaría de la Conferencia, de fecha 3 de
septiembre de 2001, relativo a las credenciales de los representantes de los Estados en la
Conferencia. La representante del Asesor Jurídico de las Naciones Unidas formuló una
declaración en relación con el memorando en la que, entre otras cosas, informó al Comité de
las credenciales y comunicaciones que se habían recibido después de la preparación del
memorando.
5. Como se indicó en el párrafo 1 del memorando y en la declaración formulada en relación
con dicho memorando, en el momento de celebrarse la reunión de la Comisión de Verificación
de Poderes se habían recibido credenciales oficiales de representantes en la Conferencia, en la
forma estipulada en el artículo 3 del reglamento, procedentes de los 92 Estados siguientes:
Albania, Alemania, Andorra, Angola, Argelia, Armenia, Austria, Bahrein, Barbados, Bhután,
Botswana, Brunei Darussalam, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Chad, China, Chipre,
Costa Rica, Cuba, Dinamarca, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Eslovenia,
España, Etiopía, Federación de Rusia, Fiji, Filipinas, Francia, Gabón, Guatemala, Guinea,
Guinea Ecuatorial, Haití, Honduras, Hungría, India, Indonesia, Iraq, Islandia, Jamaica, Japón,
Jordania, Kenya, Kuwait, la ex República Yugoslava de Macedonia, Lesotho, Letonia, Líbano,
Liberia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Marruecos, Mauricio, Mauritania, México,
Mongolia, Mozambique, Myanmar, Namibia, Níger, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal,
República Árabe Siria, República Centroafricana, República Checa, República de Corea,
República de Moldova, República Democrática Popular de Corea, República Democrática
Popular Lao, República Unida de Tanzanía, Rumania, Santa Sede, Senegal, Singapur, Sudáfrica,
Sudán, Suecia, Suiza, Suriname, Swazilandia, Tailandia, Togo, Trinidad y Tabago, Uruguay,
Viet Nam, Zimbabwe.
6. Como se indicó en el párrafo 2 del memorando y en la declaración formulada en relación
con dicho memorando, en el momento de celebrarse la reunión de la Comisión de Verificación
de Poderes se había comunicado a la secretaría de la Conferencia por cable o fax del jefe de
Estado o de gobierno o del ministro de relaciones exteriores, o por una carta o nota verbal del
ministerio, embajada o misión permanente correspondiente, información relativa al
nombramiento de representantes en la Conferencia de los 78 Estados siguientes: Afganistán,
Arabia Saudita, Argentina, Australia, Azerbaiyán, Bahamas, Bangladesh, Belarús, Bélgica,
Belice, Benin, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Camboya, Camerún, Canadá,
Chile, Colombia, Comoras, Congo, Côte d'Ivoire, Croacia, Ecuador, Egipto, Eritrea,
-102-
Estados Unidos de América, Estonia, Finlandia, Gambia, Georgia, Ghana, Grecia,
Guinea-Bissau, Guyana, Irán (República Islámica del), Irlanda, Islas Salomón, Israel, Italia,
Jamahiriya Árabe Libia, Kazajstán, Kirguistán, Madagascar, Malasia, Malawi, Malí, Malta,
Nepal, Nicaragua, Nigeria, Nueva Zelandia, Omán, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Qatar,
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, República Democrática del Congo,
República Dominicana, Rwanda, San Vicente y las Granadinas, Seychelles, Sierra Leona,
Somalia, Sri Lanka, Tayikistán, Túnez, Turquía, Tuvalu, Ucrania, Uganda, Venezuela, Yemen,
Yugoslavia, Zambia.
7. Habiendo examinado la cuestión de las credenciales del Afganistán, la Comisión decidió
adoptar la posición que había adoptado la Comisión de Verificación de Poderes de la
Asamblea General en el quincuagésimo quinto período ordinario de sesiones.
8. La Presidenta recomendó que la Comisión aceptara las credenciales de los representantes
de todos los Estados miembros mencionados en el memorando de la secretaría de la Conferencia,
en el entendimiento de que las credenciales oficiales de los representantes de los Estados
mencionadas en el párrafo 6 del presente informe serían comunicadas a la secretaría de la
Conferencia lo antes posible.
9. A propuesta de la Presidenta, la Comisión aprobó el siguiente proyecto de resolución:
"La Comisión de Verificación de Poderes,
Habiendo examinado las credenciales de los representantes en la Conferencia
Mundial contra el Racismo de los Estados mencionados en el memorando de la secretaría
de la Conferencia de fecha 3 de septiembre de 2001,
Acepta las credenciales de los representantes de los Estados de que se trata, con
sujeción a la decisión que figura en el párrafo 7 del informe de la Comisión de Verificación
de Poderes."
10. El proyecto de resolución propuesto por la Presidenta fue aprobado sin votación.
11. A continuación, la Presidenta propuso a la Comisión que recomendara al Pleno de la
Conferencia que aprobase un proyecto de resolución (véase el párrafo 12). La propuesta fue
aprobada sin votación.
12. En vista de lo que antecede, el presente informe se remite a la Conferencia Mundial contra
el Racismo.
Recomendación de la Comisión de Verificación de Poderes
13. La Comisión de Verificación de Poderes recomienda al Pleno de la Conferencia Mundial
contra el Racismo que apruebe el proyecto de resolución siguiente:
-103-
"Credenciales de los representantes en la
Conferencia Mundial contra el Racismo
La Conferencia Mundial contra el Racismo,
Habiendo examinado el informe de la Comisión de Verificación de Poderes y la
recomendación que figura en el informe,
Aprueba el informe de la Comisión de Verificación de Poderes."
Medidas adoptadas por la Conferencia
14. En la 16ª sesión plenaria, celebrada el 5 de septiembre de 2001, la Conferencia examinó el
informe de la Comisión de Verificación de Poderes (A/CONF.189/11).
15. En la misma sesión, el representante de Turquía hizo una declaración en relación con el
informe de la Comisión de Verificación de Poderes.
16. La Conferencia aprobó el proyecto de resolución recomendado por la Comisión en su
informe. El texto figura en la sección C del capítulo I, resolución 1.
-104-
Capítulo VII
APROBACIÓN DEL DOCUMENTO FINAL
Y DEL INFORME DE LA CONFERENCIA
1. En la 20ª sesión plenaria, celebrada el 8 de septiembre de 2001, la Conferencia examinó el
tema 10 de su programa, titulado "Aprobación del documento final y del informe de la
Conferencia". La Conferencia tuvo ante sí los siguientes documentos, que habían sido
aprobados por la Comisión Principal y remitidos al Pleno para un examen ulterior: el proyecto
de declaración (A/CONF.189/L.2 y Add.1 y un documento sin signatura que contenía los
párrafos aprobados) y el proyecto de programa de acción (A/CONF.189/L.3 y Add.1 a 3 y un
documento sin signatura), así como dos documentos sin signatura que el Presidente de la
Conferencia había presentado a la Comisión Principal.
2. Antes de la aprobación del proyecto de declaración y del proyecto de programa de acción,
formularon declaraciones y reservas los representantes de Australia, Bélgica (en nombre de la
Unión Europea), el Canadá, Chile, el Ecuador (también en nombre del Brasil, el Canadá, Chile y
Guatemala), la República Árabe Siria, la República Islámica del Irán y Suiza. A petición de los
participantes se reproducen a continuación los textos íntegros de las declaraciones y reservas.
3. El representante de Australia formuló la declaración siguiente:
"Australia rechaza de manera inequívoca el racismo en todas sus formas y se ha
comprometido a adoptar firmes medidas para combatirlo en todos los niveles, tanto en el
plano nacional como en el internacional. Ello se reflejó en el planteamiento que
adoptamos en esta Conferencia Mundial.
Lamentamos haber malgastado tanto tiempo en discusiones amargas y disgregadoras
sobre cuestiones que no han contribuido en modo alguno a hacer avanzar la causa de la
lucha contra el racismo. Esto ha sido particularmente patente en el debate acerca del
Oriente Medio. A pesar de los grandes esfuerzos de muchas delegaciones, incluida la de
Australia, para llegar a un texto equilibrado, las referencias al Oriente Medio se han
formulado en términos que no ayudarán en nada a lograr una mayor paz en esa agitada
región ni a avanzar en la consecución de los objetivos de esta Conferencia.
El debate sobre muchas otras cuestiones también ha sido polarizado y recriminatorio.
Esas discusiones fueron la antítesis misma de los objetivos de la Conferencia y
decepcionaron profundamente a muchos participantes gubernamentales y no
gubernamentales que tantas esperanzas habían puesto en esta Conferencia.
Australia desea reconocer, señora Presidenta, sus denodados esfuerzos por llegar a
resultados positivos. A pesar del trabajo incansable de la Presidencia, otros estuvieron más
interesados en defender intereses estrechos, a expensas del logro de unos buenos resultados
globales.
En cuanto al texto que estamos por aprobar, tenemos algunas reservas concretas que
quisiéramos hacer constar en acta, de la misma manera que lo solicitó la delegación del
Canadá. En relación con el segundo párrafo 5 de su texto sobre el Oriente Medio,
-105-
mi delegación cree que ese párrafo trata de una situación política y no debe figurar entre
los resultados de la Conferencia Mundial, que se refiere al racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
En cuanto al párrafo 7 del texto sobre el Oriente Medio, mi delegación cree que el
lenguaje utilizado socava los acuerdos alcanzados entre Israel y la Organización de
Liberación de Palestina, como representante del pueblo palestino, que desea lograr una
solución justa al problema de los refugiados, de conformidad con las resoluciones
pertinentes de las Naciones Unidas, mediante negociaciones directas para resolver todas las
cuestiones pendientes sobre el estatuto final.
Australia es un país cuyo buen gobierno y cuyas sólidas tradiciones e instituciones
democráticas se derivan directamente de su historia colonial. En relación con el texto
acerca del pasado, expresamos por lo tanto nuestra grave preocupación por el uso de los
mismos términos, en los párrafos 11 y 116, para condenar el colonialismo que los que se
emplean en el párrafo 12 para condenar el apartheid y el genocidio."
4. El representante de Bélgica (en nombre de la Unión Europea) hizo la declaración siguiente:
"En 1978, la Conferencia General de la UNESCO proclamó por unanimidad que
"Todos los seres humanos pertenecen a la misma especie". Esto es fundamental.
Con doctrinas que afirman lo contrario se ha intentado justificar algunas de las tragedias
más atroces y vergonzosas de la historia de la humanidad, como el Holocausto y también el
apartheid. En muchos documentos de consenso de las Naciones Unidas se ha afirmado la
unidad fundamental de la raza humana.
En el artículo 1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial se afirma que es discriminación racial "toda distinción,
exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen
nacional o étnico". Nuestra labor aquí consiste en promover la eliminación de la
discriminación racial. El concepto de raza puede ser útil, a efectos de aplicar la
Convención, para identificar la base de esa discriminación.
Los Estados miembros de la Unión Europea consideran que la aceptación de
cualquier formulación que implique la existencia de "razas" humanas distintas podría ser
interpretada como una medida retrógrada, con la que se corre el riesgo de negar la unidad
de la humanidad. Y tampoco es necesario aceptar una formulación de ese tipo para
identificar o combatir la discriminación racial.
No cabe duda de que la raza humana es diversa. Los Estados miembros de la Unión
Europea valoran la diversidad. Dentro de nuestros Estados es fuente de cohesión social y
enriquecimiento cultural. Nuestra condena de la discriminación racial y de las doctrinas
basadas en la superioridad racial es inequívoca.
Los Estados miembros de la Unión Europea opinan que la terminología existente
cubre ampliamente todas las diferencias y la diversidad entre las personas.
-106-
Los Estados miembros de la Unión Europea rechazan firmemente toda doctrina que
proclame la superioridad racial, junto con las teorías o doctrinas que intentan determinar la
existencia de razas humanas distintas, así como cualquier aceptación implícita de esas
teorías o doctrinas que pueda derivarse del uso de los términos "raza" o "racial" en la
Declaración y el Programa de Acción de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
Esto no implica la negación del concepto de raza como motivo de discriminación,
ni la negación de las manifestaciones de racismo y discriminación racial, según se definen
en el artículo 1 de la Convención, que aún existen en todo el mundo."
5. El representante del Canadá formuló la declaración siguiente:
"Por su lucha contra el apartheid, Sudáfrica era el lugar más apropiado para celebrar
la Conferencia. El mundo sigue inspirándose en el valor y la determinación de la
población de Sudáfrica para aceptar sus diferencias y construir una sociedad menos
exclusiva. Agradecemos al Gobierno de Sudáfrica su liderazgo y hospitalidad, y nos
comprometemos a seguir trabajando con él en la promoción y protección de todos los
derechos humanos y libertades. Asimismo, seguiremos considerando a las Naciones
Unidas como el principal foro para el debate y la acción en estas importantes cuestiones.
Una Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia
y las Formas Conexas de Intolerancia no es sólo un acto más en el continuo teatro
itinerante de la diplomacia multilateral. Es mucho más que eso, o debería serlo.
Es por eso que el Canadá perseveró y no abandonó la Conferencia. Hicimos frente a
las disputas y a las divisiones por nuestro profundo sentido del deber ante las Naciones
Unidas, la comunidad mundial, los canadienses que habían confiado en nosotros para que
los representáramos aquí y los millones de personas de todo el mundo que viven en la
pobreza y la desesperanza a causa del racismo.
No estamos satisfechos de esta Conferencia. No se consagró suficiente tiempo a
promover sus objetivos, es decir, a elaborar estrategias orientadas al futuro y a la acción
para erradicar las numerosas formas de discriminación que existen actualmente.
En cambio, se dedicó demasiado tiempo a un asunto que no correspondía tratar aquí.
Si el Canadá aún está aquí, hoy, es porque quiso hacer oír su voz de condena a los
intentos hechos en esta Conferencia de restar legitimidad al Estado de Israel y de
deshonrar la historia y el sufrimiento del pueblo judío. Creemos, y lo hemos dicho en los
términos más claros posibles, que no fue apropiado -que fue un error- tratar el conflicto
entre los palestinos e Israel en este foro. Hemos dicho, y seguiremos diciendo, que toda
iniciativa que se presente en cualquier foro -todo proceso, declaración o formulación- que
no sirva para hacer avanzar una paz negociada que brinde seguridad, dignidad y respeto a
la población de la región es, y seguirá siendo, inaceptable para el Canadá.
Por ello, la delegación del Canadá hace constar sus más enérgicas objeciones y se
disocia íntegramente de todo texto de este documento que se refiera directa o
-107-
indirectamente a la situación del Oriente Medio. Declaramos firmemente que ese texto es
ultra vires; no corresponde a la competencia ni al mandato de esta Conferencia.
Por ejemplo, el párrafo 7 va al meollo mismo de la legitimidad del Estado de Israel.
Leído en el contexto del Oriente Medio, que es como creemos que debe leerse, la palabra
"Israel" está implícita. Por lo tanto, la formulación relativa al derecho al regreso de los
refugiados no es coherente con la resolución 194 de la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
Este párrafo equivale a un llamamiento a que se violen unilateralmente los acuerdos
de paz convenidos. Su aplicación sería incompatible con el acuerdo entre las partes de que
el regreso de los refugiados se efectuará de conformidad con un arreglo final negociado.
Como tal, es una intrusión inútil e irresponsable de parte de esta Conferencia en uno
de los conflictos más peligrosos del mundo. Además, como se indicó en el proyecto de
documento, el Canadá creía y sigue creyendo que es perfectamente apropiado que la
declaración contenga una referencia independiente y no vinculada a la necesidad de que
todos combatamos el antisemitismo. El Canadá vino a esta Conferencia con posturas muy
claras sobre lo que es importante para nosotros. No sacrificaremos nuestros principios ni
distorsionaremos la política imparcial que desde hace mucho tiempo mantenemos con
respecto al conflicto del Oriente Medio.
El Canadá lamenta que la Conferencia Mundial no haya sido capaz de reconocer que
existe una relación estrecha, a veces indisociable, entre la discriminación basada en la
religión y el idioma y la que se funda en el racismo y la xenofobia.
Esto resulta particularmente deplorable si se recuerda que en 1994 la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en la resolución por la que proclamó el Tercer Decenio de
Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, expresó su profunda preocupación
por la tendencia actual del racismo a convertirse en prácticas discriminatorias fundadas en
la religión, el idioma, la nacionalidad o la cultura. En este sentido, consideramos que la
Conferencia Mundial ha dado un importante paso atrás. Llegados a este punto,
quisiéramos subrayar que, para el Canadá, la discriminación múltiple por "otros motivos"
incluye la orientación sexual, la discapacidad y las barreras culturales.
En cuanto a la cuestión de las injusticias del pasado, que quede muy claro: el Canadá
considera que la trata transatlántica de esclavos fue moralmente repugnante y es una
mancha en la historia de la humanidad.
Con respecto al texto relacionado con esta cuestión, el Canadá quisiera dejar clara
constancia de que entiende que el párrafo 10 de la Declaración significa que una
esclavización generalizada y sistemática de la población civil hoy día constituye un crimen
contra la humanidad, y que si la trata transatlántica de esclavos tuviera lugar hoy día sería
un crimen contra la humanidad.
Además, el Canadá entiende, con respecto a los párrafos 117, 118 y 119 de la
Declaración, que la legislación internacional no prevé el derecho a una reparación por
actos históricos que no eran ilegales en el momento en que se cometieron.
-108-
Por estos motivos, el Canadá pide que quede constancia de esta declaración en las
actas de la Conferencia, y que sus reservas se recojan explícitamente en el informe final de
la Conferencia."
6. El representante de Chile hizo la siguiente declaración:
"La Conferencia de Durban ha estado marcada hasta el último momento por
dificultades y tensiones que son propias de la naturaleza de los problemas que hemos
abordado. Aquí ha estado el centro de nuestra preocupación: la diversidad humana,
su riqueza y sus conflictos. Sin embargo, debemos lamentar que la polarización en torno a
algunos temas haya impedido levantar nuestra mirada hacia el conjunto de los objetivos
definidos por la Asamblea General cuando la convocó. Creemos que, a pesar del
dramatismo y las tragedias que implican algunos de ellos, necesitábamos mayor libertad
para discutir el conjunto de los problemas que nos desafían, particularmente para asumir
los nuevos riesgos y amenazas, simultáneamente con la modernización de las herramientas
para enfrentarlos. Estamos conscientes de que habría sido imposible asumir los problemas
que nos han ocupado sin enfrentar la complejidad que acompaña a la historia de la
humanidad. Tanto en función de su propia interpretación, como del sufrimiento reiterado
de millones de seres, de las esperanzas siempre reiniciadas de un horizonte de igualdad y
justicia y del permanente intento de mujeres y hombres por construir una vida de mayor
calidad material y espiritual.
El compromiso de Chile con el proceso que condujo a Durban tuvo un testimonio
significativo en la Conferencia Regional de Santiago. En ella, las Américas miraron al
interior de sus sociedades con perspectiva histórica, sentido crítico y voluntad política.
De allí el esfuerzo por inscribir nuestra especificidad americana, con sus dificultades y
esperanzas en este mundo global.
Para la delegación de Chile fue prioritario incorporar en los documentos finales los
plenos derechos de los pueblos indígenas. De esta manera, nuestro país ha sido coherente
con los esfuerzos que los gobiernos democráticos vienen desplegando desde 1990.
El énfasis del Gobierno del Presidente Ricardo Lagos se ha orientado a profundizar el
reconocimiento de los derechos de nuestros pueblos originarios, a establecer la verdad
histórica sobre su aporte al desarrollo nacional y a superar el injusto tratamiento que
recibieron durante siglos, promoviendo su dignidad, su identidad y un auténtico desarrollo
en diversidad.
En esta Conferencia el tema de las víctimas era el centro de nuestro quehacer.
No podría ser de otra manera. Un ideal humanista motiva el impulso integrador e
igualitario que enfrenta el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia. Reconocemos los avances que aquí hemos hecho en la protección
de los derechos humanos de las víctimas. Debemos lamentar, en todo caso, que no haya
sido posible llegar a un acuerdo que permita identificar los factores de discriminación
agravada o múltiple. Ello con el fin de impulsar acciones que respondan a las
manifestaciones contemporáneas de racismo. Nos preocupa que la pobreza y la
discapacidad no pudieran singularizarse adecuadamente en este contexto. Comprendemos
las dificultades que la enumeración de factores puede plantear para algunas delegaciones,
pero nuestra responsabilidad es encontrar soluciones a los problemas del presente.
-109-
La Declaración y el Programa de Acción que aprobamos en el día de hoy constituyen
un paso significativo en la lucha de la humanidad contra el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Es una enorme victoria que
refuerza la universalidad de los derechos humanos y las responsabilidades nacionales y
colectivas para dar un adecuado seguimiento a los acuerdos de Durban.
El Gobierno de Chile agradece al Gobierno y al pueblo de Sudáfrica por su notable
esfuerzo y aporte al organizar y recibir esta Conferencia. Los sudafricanos seguirán
simbolizando la lucha por la igualdad y la identidad.
Gracias a la Sra. Zuma por su esfuerzo, inteligencia, voluntad y valentía. Mucho de
nuestro éxito se lo debemos a ella.
Por último, nuestra gratitud a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos,
Sra. Mary Robinson. Su camino hasta Durban no ha sido fácil. Ha estado sembrado de
miedos y fantasmas que tantas veces nos paralizan. Con su voluntad y dedicación, en esta
Conferencia, intentamos exorcizarlos.
No quisiera concluir sin agradecer la presencia y contribución que el mundo no
gubernamental ha hecho a este proceso. Su consciencia y su voz serán siempre el
testimonio de quienes activa o pasivamente sufren de las más diversas manifestaciones de
discriminación e intolerancia.
Pido que se deje constancia de esta declaración en las actas finales de esta
Conferencia."
7. El representante del Ecuador hizo la siguiente declaración:
"Nuestra delegación, integrada por representantes del Gobierno y la sociedad civil
(organizaciones no gubernamentales, pueblos indígenas y afrodescendientes), lamenta que,
a pesar de las intensas gestiones realizadas conjuntamente por varios países de la región,
los párrafos 26, 27 y 51 del proyecto de declaración, que hacen referencia al
reconocimiento de los pueblos indígenas y sus derechos, no hayan avanzado en su
contenido jurídico y político durante las negociaciones de la Conferencia Mundial contra el
Racismo.
Nuestra delegación quiere reafirmar su compromiso con los pueblos indígenas en la
aspiración de que sus derechos sean reconocidos por los Estados. Al igual que los sectores
que sufren de la exclusión y el racismo, nosotros aspiramos a que esta Conferencia
Mundial defina con claridad el racismo y sus consecuencias y asuma las responsabilidades
de los efectos de esta situación en base a un programa de acción que permita superar sus
secuelas.
La República del Ecuador se define en su Constitución como un Estado pluricultural,
multiétnico y multilingüe; con ello reconoce la realidad diversa de su composición
nacional y también los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Con esta nueva
visión jurídica, que parte de un nuevo pacto social, pretendemos superar el racismo y las
formas de exclusión que han sido impuestas desde la colonia.
-110-
Por ello, urgimos la conclusión y adopción de la Declaración de los Derechos de los
Pueblos Indígenas, en base al texto aprobado por la Subcomisión de Promoción y
Protección de los Derechos Humanos en su resolución 1994/45, y reconociendo
definitivamente la categoría de pueblos indígenas.
Finalmente, invitamos a superar este estancamiento; en caso contrario estaremos
consagrando la persistencia de la discriminación hacia dichos pueblos."
8. El representante del Ecuador también hizo la siguiente declaración en nombre del Brasil,
Chile, el Canadá, Guatemala y el Ecuador:
"Muchos precedentes dentro del sistema de las Naciones Unidas establecen que la
orientación sexual es una cuestión de derechos humanos. Tales precedentes se basan en la
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), en la que se proclama que todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (art. 1), y son respaldados por
el principio de la Declaración Universal de Derechos Humanos de que los derechos
humanos son indivisibles. También se basan en la Declaración de Santiago de la
Conferencia Preparatoria Regional para las Américas. La universalidad de los derechos
humanos se hace efectiva haciendo frente a los abusos y protegiendo a las víctimas de la
discriminación. Estos precedentes muestran que las Naciones Unidas ya reconocen que la
orientación sexual es una cuestión de derechos humanos1. En este contexto, subrayamos
los progresos realizados en materia de derechos humanos en el plano internacional,
que establecen los principios de no discriminación y de igualdad sin distinciones de
ningún tipo.
En esta Conferencia, una delegación, apoyada por varias delegaciones más,
manifestó en términos inequívocos que la orientación sexual es un aspecto de la realidad
humana del que no se puede seguir haciendo caso omiso y que requiere un análisis, una
discusión y un debate más a fondo para contribuir al desarrollo de un consenso mundial
sobre la cuestión.
Por consiguiente, las delegaciones del Ecuador, el Brasil, Chile, el Canadá y
Guatemala reafirman la importancia del fortalecimiento y la promoción de los derechos
humanos y de la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia, así como del desarrollo, la aplicación y el perfeccionamiento de
políticas y programas concretos para hacer frente de manera eficaz a una forma grave de
discriminación múltiple, que se produce cuando el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y otras formas conexas de intolerancia coinciden con la discriminación basada
en la orientación sexual."
_____________________
"1 Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas ha
sostenido, en toda su Observación general Nº 14 (2000), relativa al derecho al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental contenido en el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que la orientación sexual es una base
prohibida de discriminación y tiene repercusiones sobre la salud."
-111-
9. El representante de la República Islámica del Irán formuló la siguiente declaración:
"En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.
Quisiera comenzar expresando mi reconocimiento y profundo agradecimiento al
Gobierno y al pueblo de Sudáfrica por la cálida acogida que han dispensado a nuestra
delegación durante esta importante Conferencia.
La delegación de la República Islámica del Irán, que ha concedido gran importancia
y dado la más alta prioridad a la Conferencia Mundial contra el Racismo con la esperanza
de que se vea coronada por el éxito, se ha esforzado durante los dos últimos años por
contribuir a alcanzar plenamente los nobles objetivos de este histórico acontecimiento.
Nuestra delegación participó activamente en el proceso preparatorio y participó en las
deliberaciones en un espíritu de cooperación y buena fe. Nuestro país acogió la
conferencia regional de Asia en Teherán esperando que la Conferencia Mundial se viera
coronada por el éxito y la unidad.
No obstante, en esta etapa final cuando el pleno está a punto de adoptar los
resultados de las prolongadas, complejas y delicadas deliberaciones y negociaciones, no
podemos ocultar nuestra decepción e insatisfacción por el inesperado giro que se ha
producido en los últimos días y que ha llevado súbitamente a la imposición a unos países
de las opiniones de otros. Debido a este enrarecido clima, la cuestión de Palestina y el
Oriente Medio, que la comunidad internacional considera prioritaria, ha quedado
marginada en esta Conferencia Mundial en la que se esperaba que se resolvieran las
injusticias del racismo y la discriminación racial.
Todos los esfuerzos que han hecho los miembros de la Organización de la
Conferencia Islámica para analizar ponderadamente las causas del oprimido pueblo
palestino han sido en vano debido al clima de intimidación, amenazas y presiones que se
ha vivido. Por esa razón, todos los párrafos relativos al Oriente Medio y a la cuestión
palestina se han suprimido y han sido reemplazados por nuevos párrafos en los
documentos finales, pese a la oposición de las partes interesadas. La falta de transparencia
y el uso de métodos antidemocráticos para inducir a Estados soberanos a aceptar ciertas
formulaciones e ideas sobre esta cuestión no tienen precedentes en la historia de las
reuniones y conferencias internacionales.
Por consiguiente, la República Islámica del Irán se ve obligada a expresar su
decepción por esta práctica irracional y reprobable, y es de la firme opinión de que esta
lamentable tendencia no debe constituir un precedente para conferencias mundiales
futuras.
Además, aunque la República Islámica del Irán suscribe las partes restantes de los
documentos finales de la presente Conferencia Mundial, no acepta los párrafos relativos a
la cuestión de Palestina y el Oriente Medio que aparecen en los documentos finales de la
Conferencia. La República Islámica del Irán considera que esta parte de la Declaración y
Programa de Acción de Durban no aborda los problemas fundamentales de la actual
situación del Oriente Medio, particularmente en los territorios palestinos ocupados, y por
consiguiente no es justa, equilibrada ni creíble. Es más, en esa misma parte de los
-112-
documentos mencionados se omite deliberadamente toda referencia a la esencia y la
magnitud de la tragedia y los padecimientos del pueblo palestino.
Como ha hecho en el pasado, la República Islámica del Irán sigue esforzándose por
lograr la plena realización de todos los legítimos derechos del pueblo palestino, en
particular el derecho a la libre determinación y al establecimiento de un Estado
independiente, con Jerusalén como capital, y el derecho a recuperar todos los territorios
ocupados, así como el derecho de todos los refugiados a volver a su patria.
Por lo que hace a los términos "Holocausto" y "antisemitismo" de la Declaración y
Programa de Acción, entendemos por "Holocausto" el Holocausto judío en Europa y
consideramos que el término "antisemitismo" se refiere tanto a los árabes como a
los judíos.
Nuestro mensaje al pueblo palestino es claro y sencillo. Nunca negociaremos sus
legítimos derechos. Nos identificamos profunda y totalmente con su causa y su
padecimiento. Los pueblos del mundo no aceptarán las inhumanas políticas y prácticas
israelíes, que son claras manifestaciones de racismo y discriminación. Las partes
pertinentes del documento final del Foro de organizaciones no gubernamentales presentado
a la Conferencia Mundial corroboran nuestra posición. Estimamos que en esta
Conferencia no se ha prestado la atención que merecen a los sufrimientos del pueblo
palestino ni a sus legítimos derechos, que han sido constante y flagrantemente violados por
la Potencia de ocupación racista a lo largo de los últimos 50 años. Por consiguiente, los
resultados de la Conferencia a este respecto no pueden considerarse como un
verdadero logro.
En conclusión, solicito a la secretaría que incluya la totalidad de la presente
declaración en el informe final de la Conferencia Mundial como posición del Gobierno de
la República Islámica del Irán respecto de la Declaración y Programa de Acción de la
Conferencia Mundial."
10. El representante de la República Árabe Siria formuló la siguiente declaración:
"Quisiera comenzar expresando mi agradecimiento al Presidente, al Gobierno y al
pueblo de Sudáfrica por haber acogido esta importantísima Conferencia. Considero que la
celebración de la Conferencia ha sido uno de los grandes logros de Sudáfrica.
Hubiera querido, como muchos de mis colegas, que esta Conferencia hubiera creado
un ambiente mucho mejor, especialmente en el sentido de la reconciliación y la unión de
todos para condenar el racismo y la discriminación racial en todas sus formas. Esperamos
que en toda reunión como la actual que tenga lugar en el futuro se mejoren el ambiente, las
declaraciones y la sinceridad de las delegaciones.
Decimos esto porque estimamos que algunas intervenciones de ciertos delegados han
atizado los sentimientos racistas en vez de fomentar la reconciliación. Todavía abrigamos
esperanzas y estimamos que esta Conferencia ha hecho grandes avances en la lucha contra
el racismo y la discriminación racial.
-113-
Aunque Siria desearía unos textos más explícitos, en especial sobre el Oriente Medio
-y me refiero a las prácticas, no a una solución política para el Oriente Medio e Israel, pues
desde el comienzo he estado de acuerdo con los colegas que decían que no estábamos aquí
para encontrar una solución- y aunque la Conferencia no es parte de un proceso de paz para
el conflicto árabe-israelí, no debemos olvidar que en los territorios árabes y palestinos
ocupados se llevan a cabo prácticas racistas. Ni que decir tiene que tenemos pruebas
documentales de la demolición de casas, el uso de aviones F-16, de la expulsión de
personas y del arrancamiento de árboles, en particular de olivos, del traslado, el asedio y el
hambre que sufren muchas personas, así como de las muertes de niños: todas esas son
prácticas racistas y es obvio que Israel las lleva a cabo. Sé, desde luego, que a algunos de
nuestros amigos y colegas del hemisferio occidental no les gusta este tipo de afirmaciones,
pero si no les gusta que se hable así ¿por qué asisten a una Conferencia de este tipo?
No obstante, mi país, mi delegación, han cooperado y han hecho todo lo posible para que
esta Conferencia se viera coronada por el éxito; nos hemos esforzado para encontrar
formulaciones adecuadas que todos pudieran suscribir, en vez de las que nos satisficieran a
nosotros.
Quisiera señalar que no hemos vacilado en sumarnos al proyecto de declaración que
se nos ofreció en vez de al texto, o texto oficioso islámico, porque queríamos consolidar la
posición firme de Sudáfrica como anfitriona de esta reunión y convencer a los demás de
que todos los que asistimos a esta Conferencia estamos cooperando para que tenga éxito.
Los que se retiraron de la Conferencia la sabotearon, o intentaron sabotearla, pese a las
explicaciones o pretextos que usaron, y nadie debería haber obrado así. Nosotros, sin
embargo, hicimos todo lo posible para que fuera un éxito porque tenía lugar en Sudáfrica.
Sólo tengo una observación que hacer sobre el documento que se nos ha presentado.
Esa observación se refiere a la comprensión y al fondo del significado de "Holocausto".
Quisiera empezar diciendo que el Holocausto fue algo horrible, independientemente de
donde se produjera. Pero debemos recordar a nuestros amigos europeos que son muy
sensibles a lo relacionado con el Holocausto que éste tuvo lugar en Europa, y que sus
causantes fueron principalmente europeos. Generalizarlo, como si los europeos quisieran
repartir su sentimiento de culpabilidad por todo el mundo, es un error.
Tengamos entereza moral suficiente para decir la verdad: ¿qué quieren decir con
"el Holocausto no debe ser olvidado nunca"? No debería ser olvidado por los que lo
causaron, por los que lo crearon, por los que lo hicieron. Nosotros no tuvimos, no tenemos
y nunca tendremos parte en él, y esa es la razón de que no aceptemos este término general
aquí. Quisiéramos que el término fuera muy conciso y muy específico y que no se aplicara
a todas las naciones de la tierra.
Esto es todo lo que quería decir y quisiera expresar de nuevo mi profundo
agradecimiento al gran pueblo de Sudáfrica."
-114-
11. El representante de Suiza formuló la siguiente declaración:
"La Conferencia Mundial ha sido una experiencia valiosa de aprendizaje y deseamos
agradecer a Sudáfrica, el país anfitrión, su extraordinaria dedicación. Hemos podido
comprobar lo importante que es para muchos países recordar el término y el concepto de
raza.
Ello puede explicarse por su historia, que es única y por consiguiente diferente de la
dolorosa experiencia de Europa. La exclusiva connotación negativa de la palabra "raza"
está relacionada con los conceptos racistas y biológicos de los últimos siglos,
particularmente los conceptos del período nazi. Por consiguiente, en este contexto,
debemos subrayar que consideramos que la "raza" es un concepto inventado por la
sociedad.
En todo caso, la raza no puede usarse nunca como una justificación de las prácticas
discriminatorias o para promover ideologías de superioridad racial. Por consiguiente,
Suiza se suma a la declaración formulada en la Comisión Principal por el representante de
Bélgica en nombre de la Unión Europea acerca de los términos "raza" y "racial"."
12. Los representantes de Barbados (también en nombre de Belice, Cuba, Guyana, Haití,
Honduras, Jamaica, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago), Guatemala, el Japón,
Letonia, Nueva Zelandia, Trinidad y Tabago y Turquía indicaron su intención de formular
declaraciones antes de que se adoptara el proyecto de declaración y programa de acción. Como
ello no fue posible debido al escaso tiempo disponible, el Presidente de la Conferencia propuso
que esas declaraciones se entregaran a la secretaría por escrito y que se incluyeran en su totalidad
en el informe de la Conferencia.
13. La declaración del representante de Barbados (también en nombre de Belice, Cuba,
Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago) dice así:
"Reserva al párrafo 10 de la Declaración:
Declaramos que el comercio transatlántico de esclavos y el sistema conexo de
esclavitud racial de africanos y personas de descendencia africana constituyen crímenes
contra la humanidad."
14. La delegación del representante de Guatemala dice lo siguiente:
"La delegación de Guatemala reconoce plenamente, sin restricción alguna, la
identidad de los pueblos indígenas y sus derechos individuales y colectivos, incluyendo su
derecho a la libre determinación. Así lo ha hecho a nivel nacional en el Acuerdo sobre
Identidad y Derechos de los pueblos maya, xinca y garífuna, en el marco de los Acuerdos
de Paz.
Consideramos necesario que a nivel internacional se haga igualmente un
reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas y así lo hemos sostenido sin
restricción ni condicionamiento alguno en el marco de las negociaciones sobre la
Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Deseamos por ello dejar
-115-
registrada nuestra reserva a algunos contenidos de los párrafos 26, 27 y 51 de la
Declaración de Durban.
La delegación de Guatemala desea también registrar su reserva y disociarse respecto
de los párrafos 6 y 8 del documento de la Presidenta de la Conferencia sobre el Medio
Oriente por contener elementos políticos que deben resolverse en las negociaciones
políticas entre el Estado de Israel y la Autoridad Palestina y que no corresponden al tema
de la Conferencia o no son aplicables a la situación referida, como lo relativo a los
refugiados.
Lamentamos además que el antisemitismo, así como el más grave crimen cometido
por sentimientos racistas en la historia de la humanidad, el Holocausto, no hayan recibido
un adecuado tratamiento. Minimizarlos o querer omitirlos en esta Conferencia es muestra
de que aún existen serias manifestaciones de antisemitismo en el mundo que merecen
nuestra atención.
Solicitamos que queden registradas en su integridad nuestras reservas en el informe
final de la Conferencia."
15. La declaración del representante del Japón dice lo siguiente:
"La delegación del Japón ha sostenido que los documentos finales deberían ser
aprobados por consenso por todos los países, como lo destacó nuestra representante en su
declaración. Por consiguiente, apreciamos altamente la diligente labor de los moderadores
y negociadores encaminada a encontrar terreno común y hacer que esta Conferencia
culminara con éxito. Inspirada por ese aprecio, nuestra delegación se sumó al consenso
para aprobar los párrafos relativos al Oriente Medio y los relativos a las cuestiones del
pasado.
Con respecto a la Declaración y Programa de Acción, la delegación del Japón se ha
sumado al consenso, pero, debido a las inusitadas limitaciones de tiempo, no contó con la
versión definitiva de esos documentos en el momento de su aprobación. Por consiguiente,
quisiéramos reservar el derecho a hacer nuevas observaciones sobre esos dos documentos."
16. La declaración del representante de Letonia dice lo siguiente:
"La delegación de Letonia quisiera expresar su reconocimiento por el liderazgo de la
Presidenta de esta Conferencia. En los últimos nueve días hemos tenido un debate
exhaustivo y a la vez fructífero. Y pensamos así pese a que se plantearon grandes
dificultades en los intentos por llegar a un concepto común de lo que esta Conferencia
realmente es y por decidir si algunos de los párrafos presentados debían incluirse en el
texto de los documentos que tenemos ante nosotros.
Para nosotros es sumamente difícil estar de acuerdo con que se haga una distinción
explícita y se mencione a una región en particular y a un Estado en particular, Israel, en los
documentos finales. A nuestro modo de ver, ello no guarda coherencia con el carácter
mundial de esta Conferencia. Letonia siempre ha expresado su opinión sobre este tema
-116-
durante el proceso preparatorio de la Conferencia y desea reafirmarla claramente en
esta oportunidad."
17. La declaración del representante de Nueva Zelandia dice lo siguiente:
"Nueva Zelandia se suma complacida a otras delegaciones para dar las gracias a
Sudáfrica por los tremendos esfuerzos que ha hecho para que nuestra labor llegara a una
conclusión positiva, a pesar de los problemas que planteaba el programa de esta
Conferencia Mundial.
Sin embargo, debo dejar constancia del pesar de la delegación de Nueva Zelandia
ante las referencias no fundamentadas que aparecen en algunas partes de los textos sobre el
colonialismo en las que se equipara al colonialismo con flagelos tales como la esclavitud,
el apartheid y el genocidio. Especial preocupación provoca el párrafo 116 de la
Declaración. Nueva Zelandia reconoce que durante la era del colonialismo se produjeron
en muchos países injusticias que serían aberrantes desde el punto de vista de las normas de
hoy. Cuando esas injusticias se basaban en actitudes y prácticas racistas, puede
considerarse que el colonialismo fue una fuente de racismo."
18. La declaración del representante de Trinidad y Tabago dice lo siguiente:
"La Conferencia Mundial debería aceptar que las diferencias de identidad étnica se
han venido manifestando de diversas maneras desde hace mucho tiempo, pero al mismo
tiempo reconocer que el racismo de la era colonial constituía una escuela de pensamiento y
de acciones sin precedentes que tuvo origen histórico concreto en el tráfico de esclavos a
través del Atlántico y en la consiguiente esclavización mundial de los africanos sobre la
base de su raza. De resultas de ello se desarrollaron doctrinas de jerarquía racial que
facilitaron la explotación comercial y social de las personas esclavizadas.
Estas ideas falsas e inmorales adquirieron valor mundial a lo largo del tiempo y han
dado forma a las relaciones étnicas de las sociedades en todas partes. De resultas de esta
historia, las diferencias superficiales entre identidades étnicas y raciales han dado lugar a
conflictos muy arraigados, a desconfianza y odios duraderos, y a un sentido de culpa y
vergüenza.
1. Crímenes de lesa humanidad
a) Esclavitud
La Conferencia Mundial debería reconocer que la esclavitud, el tráfico de esclavos a
través del Atlántico, el trabajo en virtud de contratos de cumplimiento forzoso y otras
formas de servidumbre constituyen crímenes de lesa humanidad, son fuentes y
manifestaciones históricas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas
de intolerancia, y que los africanos y afrodescendientes, las personas procedentes de Asia y
de origen asiático y los pueblos indígenas han sido y siguen siendo víctimas de esos actos y
de sus consecuencias.
-117-
b) Apartheid y genocidio
La Conferencia Mundial debería reconocer que el apartheid y el genocidio
constituyen crímenes de lesa humanidad y son fuentes y manifestaciones de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, debería tomar nota de
los males y sufrimientos inenarrables causados por esos actos y afirmar que, cuando quiera
y dondequiera que ocurran, deben ser condenados y se debe evitar que vuelvan a repetirse.
2. Colonialismo
La Conferencia Mundial debería reconocer que el colonialismo fue una de las fuentes
y manifestaciones del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia, y que los africanos y afrodescendientes, las personas procedentes de Asia y
de origen asiático y los pueblos indígenas fueron víctimas del colonialismo y siguen siendo
víctimas de sus consecuencias. Reconocemos los males y sufrimientos inenarrables
causados por el colonialismo y afirmamos que, dondequiera y cuando quiera se produzcan,
deben ser condenados y se debe evitar que vuelvan a repetirse.
3. Verdad y reconciliación
a) Reconocimiento de culpa
La Conferencia Mundial debería reconocer los sufrimientos inenarrables de millones
de hombres, mujeres y niños de resultas de la esclavitud, el tráfico de esclavos a través del
Atlántico, el trabajo en virtud de contratos de cumplimiento forzoso y otras formas de
servidumbre, e instar a los Estados que practicaron esas actividades o se beneficiaron o
enriquecieron a causa de ellas a que pidieran perdón explícitamente a las víctimas de esos
actos y sus consecuencias.
b) Recuerdo
La Conferencia Mundial debería destacar que recordar los crímenes y ofensas del
pasado, cuando quiera y dondequiera que hubieran tenido lugar, condenar inequívocamente
sus tragedias y decir la verdad acerca de la historia son elementos indispensables para
lograr la reconciliación internacional.
c) Reparaciones
La Conferencia Mundial debería reconocer que estos crímenes e injusticias han
contribuido indiscutiblemente a la pobreza, el subdesarrollo, la marginalización, la
exclusión social, las disparidades económicas, la inestabilidad y la inseguridad que afectan
a muchos pueblos de distintas partes del mundo, en particular en los países en desarrollo.
Por lo tanto, debería instar a los Estados que practicaron, se beneficiaron o se
enriquecieron de resultas de la esclavitud, el tráfico de esclavos a través del Atlántico y el
trabajo en virtud de contratos de cumplimiento forzoso a dar reparaciones a los países y
pueblos afectados y adoptar las medidas correctivas y de otro tipo apropiadas a fin de
paliar esas consecuencias.
-118-
Apoyamos a la Presidenta en sus esfuerzos encaminados a lograr la profundización
de diálogo con miras a alcanzar los objetivos de la Conferencia, y seguiremos alentando la
búsqueda del consenso."
19. La declaración del representante de Turquía dice lo siguiente:
"A juicio de la delegación de Turquía, en el párrafo 50 bis del proyecto de
declaración la frase relativa a grupos raciales en una situación numéricamente minoritaria
dentro de un Estado no debe interpretarse como que reconoce implícitamente la existencia
de minorías raciales.
Pido que la presente declaración se refleje textualmente en el informe de la
Conferencia."
20. A continuación, la Conferencia aprobó por consenso el proyecto de declaración y
programa de acción presentados por la Comisión Principal como Declaración y Programa de
Acción de Durban.
21. Los representantes del Brasil, China, el Iraq, México (también en nombre del Grupo de
Estados de América Latina y el Caribe), Qatar (en nombre de la Organización de la Conferencia
Islámica), los Emiratos Árabes Unidos (también en nombre de la Arabia Saudita, Bahrein,
Kuwait, Omán y Qatar) y Venezuela indicaron su intención de formular declaraciones después
de la aprobación de la Declaración y Programa de Acción. Como esto no fue posible por
limitaciones de tiempo, la Presidenta de la Conferencia sugirió que esas declaraciones se
entregaran a la Secretaría por escrito y dijo que se reflejarían en su totalidad en el informe de la
Conferencia.
22. La declaración del representante del Brasil dice lo siguiente:
"En nombre de la delegación del Brasil, quisiera dar las gracias a usted,
señora Presidenta, y al pueblo de Sudáfrica por la cordial recepción y la hospitalidad que
nos han brindado estos días pasados en Durban.
Estamos orgullosos de los documentos que hemos logrado aprobar. Mi delegación
cree que la Declaración y Plan de Acción de Durban representan un paso significativo en la
lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia.
El tamaño y la diversidad de la delegación del Brasil demuestran la importancia que
mi país asigna a nuestras deliberaciones. El consenso que hemos logrado aquí nos permite,
entre otras cosas, reconocer que las personas de origen africano y los pueblos indígenas
han sido víctimas de discriminación y de delitos históricos, y el Brasil considera que el
resultado de nuestras negociaciones en torno a las cuestiones del pasado nos proporciona
un marco para reconocer los errores y expresar formas adecuadas de remordimiento que
exigen la aplicación de políticas nacionales afirmativas y positivas, y que suponen al
mismo tiempo un aumento de la cooperación internacional en la materia. También
creemos que la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia constituye el aspecto crucial de nuestras deliberaciones en esta
-119-
Conferencia. Por esa razón, no se debe permitir que las cuestiones y los trasfondos
políticos empañen de ninguna manera lo que hemos logrado en Durban.
Asignamos la mayor importancia a la protección de los derechos humanos de las
víctimas de formas graves y múltiples de intolerancia. Lamentamos que muchos de esos
motivos múltiples de discriminación, como el género y la discapacidad, entre otros, no se
hayan incluido explícitamente en la lista final de motivos de discriminación. Opinamos
que una referencia clara a estas cuestiones en los párrafos de la Declaración y Programa de
Acción se entenderían como un reconocimiento de su pertinencia. Nuestras opiniones en
lo relativo a la orientación sexual son bien conocidas y se reflejan en la declaración
formulada por el Ecuador y otros países.
Por último, mi delegación querría expresar su agradecimiento por todos los esfuerzos
desplegados por la Sra. Mary Robinson y por el personal de la Oficina del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos, que fueron decisivos para la convocación y el
éxito de esta Conferencia. Mi delegación considera que nuestra Declaración y Programa
de Acción constituyen una victoria enorme, refuerzan la universalidad de los derechos
humanos y reflejan clara, precisa e innegablemente nuestra responsabilidad colectiva en la
protección y promoción de los derechos humanos en todo el mundo."
23. La declaración del representante de China dice lo siguiente:
"La delegación china quisiera formular la siguiente posición sobre la cuestión de la
enseñanza de la historia en la Declaración y Programa de Acción aprobados por la
Conferencia Mundial contra el Racismo.
Sostenemos que todos los Estados, en cumplimiento de lo dispuesto en el documento
final de la Conferencia Mundial, deben tomar medidas concretas para lograr que sus libros
de texto reflejen en forma fiel, objetiva y exacta la historia, con inclusión de las guerras de
invasión que tuvieron lugar en Asia y en otras regiones el siglo pasado."
24. La declaración del representante del Iraq dice lo siguiente:
"La delegación del Iraq desea expresar su reconocimiento por los esfuerzos hechos
por los participantes en esta Conferencia, y especialmente los del Estado anfitrión,
Sudáfrica, para lograr una declaración y programa de acción que sirvieran como guía para
la humanidad en sus esfuerzos por combatir el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Lamentablemente, sin embargo, cabe
observar que muchas de las cuestiones importantes relacionadas con la ocupación y el
asentamiento extranjeros no se debatieron, aun cuando formaban parte intrínseca e
indispensable del programa de la Conferencia. Además, durante la Conferencia un
determinado grupo adoptó prácticas y métodos encaminados a guiar a la Conferencia de
manera acorde a sus propios deseos y conducente a sus propias finalidades.
Mi delegación observa con pesar que los párrafos de la Declaración y Programa de
Acción relativos al Oriente Medio no reflejan la situación actual en los territorios árabes
ocupados, las prácticas racistas a que está siendo sometido el pueblo palestino y la
represión y discriminación racial de que es objeto. Por consiguiente, la delegación de mi
-120-
país declara que no es parte en el consenso sobre los párrafos relativos al Oriente Medio y
que no se siente obligada por dichos párrafos. Solicito que quede constancia de esto en los
documentos de la Conferencia.
Deseamos que la presente declaración se refleje adecuadamente en las actas de la
Conferencia."
25. El representante de México presentó dos declaraciones en nombre del Grupo de
Latinoamérica y el Caribe, con los textos siguientes:
Declaración sobre los pueblos indígenas
"Las delegaciones de los países miembros del Grupo de Latinoamérica y el Caribe,
conscientes de la importancia que tiene para los pueblos indígenas el reconocimiento de los
derechos que les correspondan en el ámbito internacional, se comprometen y exhortan a
todos los Estados a:
i) Avanzar consistentemente en la aplicación y seguimiento de los mandatos y
recomendaciones recogidos en la Declaración y Programa de Acción de
Durban emanados de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia;
ii) Reafirmar la trascendencia que tiene para las sociedades multiétnicas,
pluriculturales y multilingüísticas el reconocimiento de los derechos y de la
participación plena de los pueblos indígenas en el desarrollo económico, social
y cultural de los Estados, así como en la formulación y ejecución de estrategias
para superar la pobreza;
iii) Realizar todos los esfuerzos necesarios para la culminación de las
negociaciones del proyecto de declaración de los derechos de los pueblos
indígenas, en el contexto del Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas
del Mundo."
Declaración sobre la cuestión de las víctimas
"El Grupo de Latinoamérica y el Caribe se ha orientado durante todo el proceso
preparatorio regional y mundial hacia el reconocimiento de las víctimas. La identificación
de ellas no ha atravesado en el ámbito regional las dificultades aparecidas en Durban.
Para nosotros, las fuentes y motivos del racismo, así como la identificación de las
víctimas, han surgido de un diagnóstico objetivo y transparente de la realidad, elaborado
por los países de América en Santiago.
Las víctimas no son una categoría filosófica. Son las comunidades, pueblos, grupos
e individuos afrodescendientes, indígenas y migrantes que sufrieron en el pasado y que
continúan bajo el impacto negativo de estos fenómenos.
-121-
Para el Grupo de Latinoamérica y el Caribe, la situación de estas personas puede
verse agravada por razones de género, edad, discapacidad, condición genética, idioma,
religión, situación económica u origen social.
Para muchas delegaciones del Grupo, la orientación sexual también debe figurar
entre las causas de una discriminación agravada o múltiple.
El Grupo hubiera preferido avanzar más allá y progresar hacia la aceptación de todos
los grupos vulnerables al racismo, la discriminación racial, la xenofobia u otras formas de
intolerancia. En aras del consenso, hemos hecho un enorme esfuerzo en coincidir con el
resto de los grupos regionales.
No estamos plenamente satisfechos con el documento final pero lo concebimos como
un punto de inicio de un proceso que debe necesariamente tener un seguimiento a través de
los órganos principales del sistema universal de promoción y protección de los derechos
humanos.
Advertimos que los resultados alcanzados no son suficientes y, por ello, como región
estamos dispuestos a continuar ofrendando nuestro esfuerzo constructivo y tolerante, con
otras regiones del mundo, para erradicar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
otras formas conexas de intolerancia.
Daremos igualmente cumplimiento a nuestros compromisos adquiridos en la
Conferencia Regional de Santiago."
26. El representante de México también presentó una declaración en nombre de México con el
siguiente texto:
"Agradecemos el apoyo de todas las delegaciones que han coincidido en la necesidad
de una clarificación del párrafo 27 del proyecto de declaración que tan sensible era para los
países del Grupo de Latinoamérica y el Caribe y de otras regiones y, muy especialmente,
para los representantes indígenas que asistieron a esta Conferencia. No obstante, México
reitera que a su juicio este párrafo era innecesario.
En todo caso, el debate realizado confirma la urgencia de acelerar los trabajos de la
declaración de los derechos de los pueblos indígenas que se discute en la Comisión de
Derechos Humanos.
El Gobierno del Presidente Fox, asumiendo como propias las demandas de los
pueblos indígenas mexicanos, ha definido una nueva política hacia ellos en los ámbitos
nacional e internacional. En agosto pasado fue aprobada en México una reforma
constitucional que, aunque insuficiente, representa un avance significativo en el
reconocimiento de la libre determinación y la autonomía de los pueblos indígenas.
Para esta Conferencia Mundial, México, siempre al lado del Grupo de Latinoamérica
y el Caribe, ha impulsado una amplia agenda que ha quedado reflejada en la Declaración y
el Programa de Acción de esta Conferencia y que comprende, de manera central, el
reconocimiento de los pueblos indígenas en cuanto tales.
-122-
También se buscó garantizar un amplio acceso de los pueblos indígenas a los
recursos para su desarrollo en un marco de sustentabilidad; su libre participación en todas
las áreas de la sociedad y a todos los niveles de decisión, sobre la base de la no
discriminación.
México expresa una vez más su firme convicción de respetar y reconocer todos los
derechos de los pueblos indígenas en el ámbito nacional y el compromiso de su Gobierno
de trabajar junto con ellos en la búsqueda de soluciones para sus urgentes problemas.
Lo anterior es una deuda histórica inaplazable. Tenemos claro que la consolidación
de un Estado democrático dependerá en gran medida de la real inclusión del proyecto
colectivo de los pueblos indígenas en las prioridades nacionales.
Finalmente, mi Gobierno quiere señalar que el reconocimiento de los pueblos
indígenas como sujetos de derecho constituye una reparación ineludible para sentar las
bases del futuro."
27. La declaración del representante de Qatar (en nombre de la Organización de la Conferencia
Islámica) dice lo siguiente:
"Hago un llamamiento a la Conferencia para que tome en consideración esta
declaración en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica antes de aprobar sus
documentos finales.
La siguiente es la explicación jurídica de la posición adoptada por los miembros de la
Organización de la Conferencia Islámica acerca de algunos de los principales temas de la
Conferencia.
En primer lugar, con respecto al párrafo 2 y al párrafo 4 del texto de la Presidenta, la
Organización de la Conferencia Islámica quisiera declarar lo siguiente:
i) En relación con la referencia al Holocausto en el párrafo 2 del texto de la
Presidenta sobre el Oriente Medio, los Estados Miembros de la Organización
de la Conferencia Islámica subrayan que el Holocausto tuvo lugar en Europa y
que las poblaciones y los países de fuera de Europa no tienen en ello ninguna
responsabilidad.
ii) En cuanto a la referencia al antisemitismo en el texto de la Presidenta sobre el
Oriente Medio, los Estados Miembros de la Organización de la Conferencia
Islámica destacan que la abrumadora mayoría de los semitas son árabes.
Por lo tanto, pido que esta declaración se reproduzca íntegramente en las actas
oficiales de la Conferencia.
En segundo lugar, pido también a la Presidenta que indique exactamente a la
Conferencia el lugar concreto que cada párrafo del texto de la Presidenta ocupará en la
declaración final y en el programa de acción. Entendemos que el texto de la Presidenta
sustituirá todos los párrafos relativos al Oriente Medio, el Holocausto y el antisemitismo en
el texto inicial de la Declaración y el Programa de Acción.
-123-
En tercer lugar, también pedimos que la declaración hecha hoy por el Estado de
Qatar en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica se reproduzca
íntegramente en las actas oficiales de esta sesión plenaria y en consecuencia en el informe
de la Conferencia."
28. La declaración del representante de los Emiratos Árabes Unidos (también en nombre de la
Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait, Omán y Qatar) dice lo siguiente:
"En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.
En nombre de la delegación de los Emiratos Árabes Unidos y de las delegaciones del
Estado de Bahrein, el Reino de Arabia Saudita, el Sultanato de Omán, el Estado de Qatar y
el Estado de Kuwait, deseamos dar las gracias no solo al amable Gobierno de Sudáfrica por
haber hospedado esta Conferencia sino también a ustedes personalmente por los diligentes
esfuerzos desplegados para que sus trabajos tuvieran éxito.
Las delegaciones de nuestros Estados participaron eficazmente, en colaboración con
las delegaciones de los miembros de la Organización de la Conferencia Islámica, en los
trabajos de la Conferencia y de sus subcomités con vistas a lograr un consenso de
opiniones.
A pesar de las dificultades con que se enfrentó la Conferencia respecto de muchas de
las cuestiones que debía tratar, nuestras delegaciones siguieron hasta el último momento
trabajando de la manera más diligente y sincera para lograr un consenso sobre el texto de
un documento final que reflejara los intereses y las preocupaciones de todos los grupos
regionales.
Sin embargo, no obstante esos esfuerzos, la obstinación de algunas delegaciones en
sus posturas inflexibles y sus prejuicios impidió que se llegara a un acuerdo sobre las
propuestas y las opiniones que se habían presentado durante los trabajos de la Conferencia.
A la vez que destacamos el contenido de la declaración hecha por la Organización de
la Conferencia Islámica en la Comisión Principal, deseamos también señalar que no
podemos aceptar algunos de los conceptos incluidos en el documento final y que, por
consiguiente, las delegaciones de nuestros Estados desean dejar perfectamente en
claro que:
i) El concepto del Holocausto se refiere a acontecimientos históricos que tuvieron
lugar en Europa. Sin embargo, ello no significa que no hayan ocurrido hechos
parecidos en otras partes del mundo. Además, este concepto no se aplica
exclusivamente a una determinada población o grupo, como lo demuestran
claramente las prácticas racistas que a diario se observan en los territorios
árabes ocupados.
ii) Con respecto al concepto del semitismo, debe entenderse claramente que, en
realidad, los árabes también son semitas y que, por lo tanto ningún grupo tiene
el derecho exclusivo a monopolizar este concepto.
-124-
iii) El documento final contiene formulaciones y conceptos que están en conflicto
con las disposiciones de la ley cherámica. Por este motivo, no nos sentimos
obligados por esas formulaciones y conceptos del documento que, por lo tanto,
no entrañará consecuencias políticas o jurídicas y no nos obliga a adoptar
ninguna medida preventiva, legislativa, judicial, administrativa, reglamentaria
o de otra índole en el plano nacional.
iv) En nombre de las delegaciones de nuestros Estados, le pido asimismo,
señora Presidenta, que esta declaración conste en acta y se incluya en los
documentos de trabajo oficiales de esta Conferencia."
29. La declaración del representante de Venezuela dice lo siguiente:
"La delegación de la República Bolivariana de Venezuela desea hacer la siguiente
declaración, con el ruego de que se incluya en el informe de esta reunión:
"Venezuela ha venido a esta reunión con la firme convicción de que la
comunidad internacional necesita un documento final consensuado; por tal razón
apoyamos activamente el desarrollo de los trabajos de esta Conferencia, en especial
los esfuerzos de la Dra. Zuma que han sido determinantes para el éxito alcanzado.
Sin embargo, para nuestra delegación es lamentable que la redacción de
algunos textos y acuerdos logrados en ocasión de la Conferencia Regional de las
Américas, realizada en Santiago de Chile, no hayan encontrado cabida en la
Declaración ni en el Programa de Acción de esta Conferencia Mundial, así como
tampoco otros párrafos de carácter general vinculados a temas difíciles, que no
pudieron formar parte de los textos que hoy aprobamos. A este respecto,
consideramos necesario indicar que si votamos a favor de no continuar debatiendo
los párrafos donde no había consenso, fue para favorecer la aprobación del
documento, pues estimamos que de continuar tal debate, ello no habría sido posible.
Sin embargo, deseamos dejar sentado que tal voto no prejuzga nuestra posición de
apoyo al fondo de los asuntos contenidos en ellos.
En cuanto a la parte relativa a las víctimas, deploramos que en algunos casos
no haya un tratamiento equitativo de todas ellas, en particular los pueblos indígenas.
Los textos no recogen claramente una disculpa, pero los aceptamos sólo en el
entendimiento de que sus sufrimientos y las reparaciones correspondientes, están
incluidos en la referencia al colonialismo. De ser necesario, al disponer de los textos
completos en su versión en castellano, consignaremos comentarios adicionales."
Señora Presidenta,
Mi delegación se ha unido al consenso que ha emergido en el marco de esta
Conferencia. Acepte nuestras felicitaciones por la excelente labor cumplida. Asimismo,
expresamos nuestra gratitud por la hospitalidad que nos han brindado el pueblo y el
Gobierno de Sudáfrica."
-125-
30. También en la 20ª sesión plenaria, el Relator General presentó el informe de la
Conferencia (A/CONF.189/L.1 y Add.1 a 3). La Conferencia aprobó el proyecto de informe y
autorizó al Relator General a que finalizara el informe, de conformidad con la práctica de las
Naciones Unidas, con el fin de presentarlo a la Asamblea General en su quincuagésimo sexto
período de sesiones.
31. En la misma sesión, la Conferencia aprobó, sin votación, un proyecto de resolución
presentado por el Presidente, por el que se remitía el informe de la Conferencia, con inclusión de
la Declaración y el Programa de Acción, a la Asamblea General en su quincuagésimo sexto
período de sesiones. El texto figura en la sección C del capítulo I, resolución 2.
-126-
Capítulo VIII
CLAUSURA DE LA CONFERENCIA
1. En la 20ª sesión plenaria, el 8 de septiembre de 2001, el representante de Kenya, en
nombre de los Estados participantes de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, presentó proyectos
de resolución que contenían expresiones de gratitud al Estado anfitrión y a la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. La Conferencia aprobó los proyectos de
resolución sin proceder a votación (véanse los textos en el capítulo I, resoluciones 3 y 4).
2. El representante de Kenya hizo la siguiente declaración en nombre del Grupo de Estados
de África:
"África tenía una cita con la historia y me parece que esa cita ha sido productiva,
constructiva e inolvidable. Creemos que hemos marcado un hito en Durban y con sobrada
razón. Después de todo, esta gran nación que es Sudáfrica refleja del modo más increíble
los males del racismo y la riqueza de la diversidad.
Es por tanto oportuno que la comunidad internacional haya declarado y reconocido
en Sudáfrica que la esclavitud y la trata de esclavos, especialmente la trata transatlántica de
esclavos, constituye un crimen contra la humanidad; no hoy ni mañana sino siempre y para
todos los tiempos.
En Nurenberg quedó claro que los crímenes contra la humanidad no prescriben con
el tiempo. También es significativo que hoy se espere y proceda que se pida perdón y se
tomen las medidas de reparación apropiadas, según lo señalado en el párrafo 119.
Hoy honramos la memoria de aquellos que fueron sometidos al trato más horrendo e
inhumano que se haya dado jamás."
3. El representante de la India hizo la siguiente declaración en nombre del Grupo de Estados
de Asia:
"Hago uso de la palabra en nombre del Grupo de Asia. Llegamos a esta pintoresca
ciudad de Durban convencidos de que no podía ser mejor garantía del éxito de esta
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
Formas Conexas de Intolerancia la acogedora tierra de Sudáfrica cuyo pueblo libró una
lucha victoriosa contra la manifestación más abominable del racismo: el apartheid.
Nos despediremos del hospitalario pueblo de Durban aún más convencidos de ello.
Nos ha inspirado la visión esbozada por el Presidente Mbeki en su discurso de
inauguración. Y usted, señora Presidenta, nos ha guiado de modo ejemplar en la tarea de
plasmar esa visión en declaraciones de principios y medidas para llevar a la práctica las
nobles ideas que constituyen el mandato de esta Conferencia. Han sido incesantes sus
esfuerzos por acercar las posiciones divergentes y crear un consenso. Ha sido usted
paciente y tolerante. Se ha mostrado disponible y asequible.
-127-
En nombre del Grupo de Asia y de mi propia delegación, quisiera agradecer a usted y
al Gobierno y al pueblo de Sudáfrica el enorme esfuerzo consagrado al éxito de esta
Conferencia Mundial. Quisiéramos también dar las gracias a la Sra. Mary Robinson,
Secretaria General de la Conferencia, por sus incansables esfuerzos. Seguiremos
colaborando con su país y otros en nuestro empeño unido y universal por combatir el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia."
4. El representante de Eslovaquia hizo la siguiente declaración en nombre del Grupo de
Estados de Europa Oriental:
"En nombre del Grupo de Europa Oriental me sumo a las expresiones de gratitud y
aprecio por los esfuerzos que ha hecho, señora Ministra, para llevar a buen término la
Conferencia y por la habilidad con que la ha dirigido, especialmente en los momentos
cruciales.
Doy las gracias al Presidente y al Gobierno de la República de Sudáfrica por su
iniciativa de acoger la Conferencia contra el Racismo, la Discriminación Racial,
la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia y por la excelente organización y la
cooperación de todo el pueblo de Sudáfrica. Vaya nuestro agradecimiento especial a la
Sra. Robinson, Alta Comisionada y Secretaria General de la Conferencia, por su
contribución personal a todo el proceso, al Coordinador Ejecutivo, Sr. Singh, y a todo el
personal.
Valoramos en alto la cooperación con los coordinadores regionales y con todas las
delegaciones y manifestamos nuestra satisfacción por el hecho de que haya prevalecido el
espíritu de avenencia.
Por último, y no en orden de importancia, quiero dar las gracias a los servicios de
conferencia y a los intérpretes por su gran resistencia y arduo trabajo."
5. El representante de México hizo la siguiente declaración en nombre del Grupo de Estados
de América Latina y el Caribe:
"Constituye para mí un honor hacer uso de la palabra en nombre de las delegaciones
de los países de América Latina y el Caribe. Para los países de mi región la Conferencia
de Durban representa sin duda un parteaguas en la lucha secular del hombre para la
igualdad.
Hemos adoptado documentos sin precedente. Hemos hecho una evaluación crítica
del pasado. Hemos extraído lecciones de él. Hemos reconocido y nos hemos reconocido
en las deficiencias en los problemas que aún enfrentamos en el presente. Hemos logrado
articular los elementos de un sólido proceso de reconciliación y hemos adoptado medidas
para promover y dar contenido a una nueva cultura para erradicar el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia conexa.
Permítame expresar a usted nuevamente el profundo agradecimiento del Grupo de
Estados de América Latina y el Caribe (GRULAC) por la hospitalidad del Gobierno de
Sudáfrica y por la calidez con la que hemos sido recibidos y atendidos en Durban.
-128-
Deseo dejar constancia de nuestro sincero y profundo reconocimiento a usted por su
liderazgo. Su talento y habilidad política y diplomática fueron factores claves para
alcanzar los resultados que hemos logrado.
Quiero agradecer también a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos por la
infatigable labor que realizó para elevar el nivel de conciencia mundial en torno a la
Conferencia y por su tenaz optimismo.
En nombre del GRULAC quiero dejar constancia de nuestro reconocimiento al
trabajo realizado por quienes tuvieron a su cargo la conducción de los grupos de trabajo, el
Comité de Redacción y la Comisión Principal, así como a los facilitadores. Les damos a
todos ellos las gracias por su perseverancia y su paciencia.
El GRULAC desea agradecer también al personal de secretaría y a los servicios de
conferencia por el apoyo brindado a las delegaciones durante las deliberaciones de esta
Conferencia.
Los momentos difíciles han sido recompensados. Los miembros del GRULAC
estamos convencidos que los acuerdos de Durban nos permitirán promover y concretar
importantes cambios. Cambios en leyes, en políticas, en fijación de prioridades, pero,
sobre todo, cambios de actitudes, de mentalidades en países, sociedades y personas."
6. El representante de Bélgica hizo la siguiente declaración en nombre de la Unión Europea:
"Es para mí un honor hacer uso de la palabra en nombre de la Unión Europea.
Los países de Europa central y oriental asociados a la Unión Europea -Bulgaria,
Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, la República Checa,
Rumania- y los países asociados Chipre, Malta y Turquía se adhieren a esta declaración.
La Unión Europea acoge con satisfacción la aprobación por consenso de los
documentos finales de esta Conferencia de Durban.
Las felicitamos, señora Presidenta y señora Secretaria General de la Conferencia, por
el esfuerzo gigantesco que han hecho para lograr un acuerdo general sobre esta
Declaración y Programa de Acción de Durban.
En primer lugar quiero añadir las siguientes precisiones:
"La Declaración y el Programa de Acción son documentos políticos y no
jurídicos. Estos documentos no pueden imponer obligaciones o responsabilidades ni
conferir un derecho a indemnización a ninguna persona. Tampoco se lo proponen.
En particular, nada en la presente Declaración o Programa de Acción puede alterar el
principio jurídico general que impide la aplicación retroactiva del derecho
internacional en materias de responsabilidad de los Estados.
Además, la Unión Europea se ha unido al consenso por lo que respecta a
medidas para hacer cesar e invertir las consecuencias duraderas de determinadas
prácticas del pasado. Ello no debe interpretarse como la aceptación de
responsabilidad alguna por esas prácticas; tampoco supone un cambio en los
-129-
principios de la cooperación para el desarrollo, la asociación y la solidaridad
internacionales. No modificará la naturaleza de los actuales criterios que rigen la
cooperación para el desarrollo a nivel nacional e internacional."
Pido que esta declaración se incluya literalmente en el informe de la Conferencia.
La Conferencia de Durban ha sido una ocasión única para que se oiga la voz de
Europa en relación con un tema de máxima importancia. Todos sabemos que el racismo y
la intolerancia son realidades cotidianas en el mundo entero. Combatir el flagelo del
racismo y de la xenofobia es pues una tarea indispensable para cada uno de nosotros.
Por ello es que la Unión Europea estuvo resuelta desde el comienzo a no escatimar
ningún esfuerzo por contribuir al éxito de Durban.
Desde ya, la celebración de esta Conferencia ha permitido varios logros. Gracias a
ella se han podido escuchar miles de voces, de hombres, mujeres y niños, que han
reforzado nuestra determinación de luchar contra este flagelo.
Durban ha permitido también ahondar en la reflexión sobre las causas y los orígenes
del racismo. En particular hemos examinado detenidamente las injusticias del pasado.
Y con toda razón. La Unión Europea reconoce y condena los enormes sufrimientos
causados por las formas pasadas y contemporáneas de la esclavitud y de la trata,
dondequiera que hayan tenido lugar, así como los aspectos más condenables del
colonialismo.
Durban ha sido pues la ocasión de mirar de frente a nuestro pasado común. Algunos
lo consideran una expresión de pesar, otros una expresión de remordimiento y otros una
petición de perdón. Lo que importa sobre todo es la voluntad de cerrar los capítulos más
negros de la historia para poder construir una nueva relación basada en el respeto mutuo, la
solidaridad y la asociación."
7. En la misma sesión, se dio lectura a un mensaje del Sr. Thabo Mbeki, Presidente de
Sudáfrica. Después de las declaraciones de clausura de la Sra. Nkosazana Dlamini Zuma,
Ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica y Presidenta de la Conferencia, y de la
Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y
Secretaria General de la Conferencia, el Presidente de la Conferencia declaró clausurada la
Conferencia. En el anexo IV figuran los textos de las declaraciones de clausura.
-130-
ANEXOS
Anexo I
LISTA DE DOCUMENTOS PREPARADOS PARA LA CONFERENCIA
MUNDIAL CONTRA EL RACISMO, LA DISCRIMINACIÓN RACIAL,
LA XENOFOBIA Y LAS FORMAS CONEXAS DE INTOLERANCIA
Signatura
Tema del
programa Título
A/CONF.189/1 7 Programa provisional
A/CONF.189/1/Rev.1 7 Programa de la Conferencia Mundial
A/CONF.189/1/Add.1 7 Anotaciones al programa provisional
A/CONF.189/2 8 Reglamento provisional
A/CONF.189/3 8 Proyecto de programa de trabajo provisional
A/CONF.189/4 9 Proyecto de declaración
A/CONF.189/5 y Corr.1 9 Proyecto de programa de acción
A/CONF.189/6 8 Organización propuesta de la lista de oradores para
el debate general en las sesiones plenarias de la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas
Conexas de Intolerancia
A/CONF.189/8 8 List of non-governmental organizations accredited
during the preparatory process of the World
Conference against Racism, Racial Discrimination,
Xenophobia and Related Intolerance
A/CONF.189/9 9 Contribution by Mr. Miloon Kothari, Special
Rapporteur on adequate housing as a component of
an adequate standard of living
A/CONF.189/10 9 Nota de la secretaría sobre las aportaciones de las
organizaciones no gubernamentales
A/CONF.189/10/Add.1 9 Aportación presentada por Fraternité Notre Dame
A/CONF.189/10/Add.2 9 Aportación presentada por la Comunidad
Internacional Bahaí
-131-
Signatura
Tema del
programa Título
A/CONF.189/10/Add.3 9 Aportación presentada por el Movimiento Indio
"Tupaj Amaru"
A/CONF.189/10/Add.4 9 Contribution submitted by Human Right Watch
A/CONF.189/10/Add.5 9 Aportación presentada por la Universidad Espiritual
Mundial Brahma Kumaris
A/CONF.189/10/Add.6 9 Contribution submitted by European Women's
Lobby
A/CONF.189/10/Add.7 9 Contribution submitted by Oromia Support Group
A/CONF.189/10/Add.8 9 Aportación presentada por el Centro Neerlandés
para los Pueblos Indígenas
A/CONF.189/10/Add.9 9 Contribution submitted by Zentrum für
Turkeistudien (Turkiye Arastirmalar Merkezi)
A/CONF.189/11 Informe de la Comisión de Verificación de Poderes
A/CONF.189/L.1 y Add.1 a 3 Proyecto de informe de la Conferencia Mundial
A/CONF.189/L.2 y Add.1 10 Informe de la Comisión Principal sobre el proyecto
de declaración
A/CONF.189/L.3 y Add.1 a 3 10 Informe de la Comisión Principal sobre el proyecto
de programa de acción
A/CONF.189/INF.1 Lista de participantes
A/CONF.189/Misc.1 Aportación de instituciones nacionales
-132-
Anexo II
DECLARACIONES DE APERTURA
Declaración del Señor Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas
Ayer Sudáfrica perdió un dirigente y nuestro hermano Thabo un padre. Les pido que nos
pongamos de pie y observemos un momento de silencio.
Cada uno de nosotros debe sentir el simbolismo de este momento: la conjunción del tema,
del momento y del lugar.
Durante decenios, el nombre de este país era equivalente al racismo en su más horrible
forma, pero hoy, señor Presidente, usted y sus compatriotas han transformado su significado:
de un sinónimo de injusticia y opresión a un faro de progresismo y esperanza, no sólo para un
continente aquejado de problemas, sino para todo el mundo.
¿Dónde, si no, amigos míos, hubiéramos podido celebrar esta Conferencia? ¿Quién nos
hubiera podido enseñar a superar el racismo, la discriminación y la intolerancia sino el pueblo de
este país? Saludamos su dirección, señor Presidente. Saludamos el heroico movimiento que
usted representa.
Saludamos a Madiba, cuya ausencia en el día de hoy todos lamentamos, pero cuya
presencia, en un sentido más profundo, sentimos todos.
Saludamos la memoria de todos los que combatieron por la justicia y la libertad en este
país -de Mohandas Gandhi a Oliver Tambo; de Steve Biko a Ruth First- y, por supuesto,
Govan Mbeke, a quien todos lloramos hoy.
Y también reconocemos el valor de F. W. de Klerk, quien hizo frente a lo inevitable y
persuadió a su propio pueblo de aceptarlo.
Pero, en verdad, amigos míos, estamos aquí para aprender y no para congratularnos.
Estamos aquí para compartir experiencias, perspectivas y evaluaciones, de cuánto hemos
avanzado, y de cuánto debemos todavía avanzar para derrotar al racismo.
Algo que podemos celebrar es el hecho de que el racismo sea ahora condenado
universalmente. Pocas personas en el mundo de hoy niegan abiertamente que los seres humanos
nacen con igualdad de derechos.
Pero demasiadas personas son todavía tratadas injustamente por pertenecer a un grupo
determinado, ya sea nacional, étnico o religioso, definido en función del género o del origen.
A menudo esta discriminación se oculta tras falaces pretextos. No se contrata a alguien
porque, aparentemente, carece de calificaciones docentes, o se le deniega una vivienda dada la
elevada tasa de criminalidad en su comunidad. Sin embargo, estos mismos hechos, aun cuando
sean ciertos, son a menudo resultado de la discriminación. La injusticia constriñe a las personas
a la pobreza, la pobreza se convierte en el pretexto para la injusticia y así se acumulan nuevos
agravios sobre los ya existentes.
-133-
En muchos lugares se maltrata a las personas y se les niega protección alegando que no son
ciudadanos, sino inmigrantes indeseados. Sin embargo, acuden con frecuencia a un nuevo país a
realizar trabajos que se necesitan con mucha urgencia o acuden no voluntariamente sino como
refugiados para huir de la persecución en su propio país. Esas personas necesitan una protección
especial y tienen derecho a ella.
En otros casos, se oprime a los pueblos indígenas y a las minorías nacionales porque se
considera que su cultura y libre expresión constituyen amenazas a la unidad nacional y, cuando
protestan, se toma esto como prueba de su culpabilidad.
En casos extremos -que, desgraciadamente son muy frecuentes- las personas pertenecientes
a esos grupos son expulsadas por la fuerza de sus hogares, o incluso asesinadas, aduciendo que
su propia presencia constituye una amenaza para la seguridad de otras personas.
En ocasiones estos problemas son en parte la herencia de terribles injusticias perpetradas
en el pasado, como la explotación y exterminación de los pueblos indígenas por las Potencias
coloniales, o el trato de millones de seres humanos como simple mercancía lista para ser
transportada y enajenada por otros seres humanos con el fin de obtener un beneficio comercial.
Cuanto más se remontan estos hechos en el pasado, más difícil resulta depurar
responsabilidades. Sin embargo, los efectos continúan haciéndose sentir. Todavía se
experimenta el dolor y la furia. Los muertos, por conducto de sus descendientes, claman justicia.
Establecer una conexión con delitos cometidos en el pasado tal vez no sea la manera más
constructiva de remediar en términos materiales las desigualdades actuales. Pero no sólo de pan
vive el hombre. El sentimiento de continuidad con el pasado forma parte integrante de la
identidad de cada hombre o de cada mujer.
Puede seguirse el rastro de algunas injusticias históricas hasta personas que están todavía
en vida, o empresas que todavía siguen funcionando. Esas personas o empresas deben esperar
que se les tenga por responsables. Cabe que la sociedad contra la que han cometido una
injusticia les perdone, como parte del proceso de reconciliación, pero no pueden exigir el perdón,
como si fuera un derecho.
Mucho más difíciles son los casos en que los beneficios y pérdidas individuales se han
visto oscurecidos por una multitud de transacciones más recientes; sin embargo, aun en estos
casos, sigue habiendo una continuidad entre las sociedades y los Estados de hoy y los que
cometieron los delitos iniciales.
Cada uno de nosotros tiene la obligación de considerar cuál es su engarce en esta compleja
cadena histórica. Es siempre más fácil pensar en las injusticias que ha sufrido la sociedad de uno
mismo. Es menos agradable pensar de qué manera nuestra buena fortuna puede estar relacionada
con sufrimientos ajenos, en el pasado o en el presente. Pero, si somos sinceros en nuestro deseo
de superar los conflictos del pasado, todos debemos hacer el esfuerzo mental.
Incumbe una responsabilidad especial a los dirigentes políticos, que han aceptado la tarea
de representar a la sociedad en su conjunto. Deben rendir cuentas a sus compatriotas, pero
también, en cierto sentido, deben rendir cuentas de ellos y de las acciones de sus predecesores.
-134-
Hemos visto, en los últimos decenios, algunos ejemplos notables de dirigentes nacionales que
han asumido esta responsabilidad, reconociendo las injusticias cometidas en el pasado y pidiendo
perdón -u ofreciendo sus excusas- a las víctimas y a sus herederos.
Estos gestos no pueden justificar las injusticias del pasado. Pueden en ocasiones ayudar a
liberar al presente -y el futuro- de las cadenas del pasado.
Pero, en cualquier caso, señor Presidente, las injusticias pasadas no deben hacernos desviar
la atención de los males presentes. Nuestro objetivo debe ser el de hacer desaparecer de este
nuevo siglo los odios y prejuicios que han desfigurado a siglos anteriores.
Este combate constituye la base de nuestra labor en las Naciones Unidas. Concretamente
en este año, en acontecimientos tales como la Conferencia sobre los Países Menos Adelantados,
el período extraordinario de sesiones sobre el VIH/SIDA o el período extraordinario de sesiones
sobre la infancia, que se celebrará el próximo mes, hemos encontrado con frecuencia que el
racismo y la discriminación eran los mayores obstáculos que había que superar.
Y en nuestra labor de mantenimiento y consolidación de la paz nos encontramos a menudo
batallando -una y otra vez- con los efectos de la xenofobia y la intolerancia.
Solamente si atacamos de raíz estos males podemos esperar prevenir los conflictos antes de
que estallen. Y esto significa adoptar medidas firmes para erradicarlos de toda sociedad, ya que,
desgraciadamente, ninguna sociedad es inmune.
El pasado año, los dirigentes de nuestros Estados Miembros decidieron, en su Declaración
del Milenio "adoptar medidas para garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos
de los migrantes, los trabajadores migratorios y sus familias, eliminar los actos de racismo y
xenofobia cada vez más frecuentes en muchas sociedades y promover una mayor armonía y
tolerancia en todas las sociedades".
Con estas palabras, señor Presidente, dieron a esta Conferencia su verdadero programa.
No debemos partir de esta ciudad sin llegar a un acuerdo sobre las medidas prácticas que todos
los Estados deben adoptar para cumplir esa promesa. Esto debe reflejarse en nuestros
presupuestos y planes de desarrollo, en nuestras leyes e instituciones y, sobre todo, en nuestros
planes de estudio.
Recordemos que nadie nace siendo racista. Los niños aprenden el racismo del entorno
social, a medida que se hacen mayores, y con demasiada frecuencia son los medios de
comunicación los que, deliberadamente o por inadvertencia, refuerzan los estereotipos.
No debemos sacrificar la libertad de prensa, pero sí rechazar activamente los argumentos
pseudocientíficos y oponer a las imágenes negativas imágenes positivas, enseñando a nuestros
niños y a nuestros compatriotas a no temer la diversidad, sino a apreciarla.
Ha sido sumamente difícil preparar esta Conferencia, ya que no es fácil llegar a un
consenso sobre las cuestiones que deben tratarse.
-135-
Es cierto que todos estamos de acuerdo en condenar el racismo. Pero este mismo hecho
hace que la acusación de racismo, contra un determinado individuo o grupo, sea especialmente
dolorosa. Es dolorosa para el propio orgullo, ya que pocos de nosotros nos consideramos
racistas. Y suscita temor, ya que, después de que un grupo es acusado de racismo, se convierte
en posible objetivo de represalias y, quizás, de persecución a su vez.
En ningún lugar es esto más cierto hoy que en el Oriente Medio. El pueblo judío ha sido
víctima del antisemitismo en muchas partes del mundo y en Europa fue objeto del Holocausto, la
mayor abominación. Este hecho jamás debe ser olvidado ni infravalorado. Es comprensible, por
lo tanto, que muchos judíos se sientan profundamente contrariados si se acusa de racismo al
Estado de Israel, tanto más cuando coincide con ataques indiscriminados y por completo
inaceptables contra civiles inocentes.
Sin embargo, no podemos esperar que los palestinos acepten esto como razón para pasar
por alto las injusticias cometidas contra ellos -desplazamientos, ocupación, bloqueo y, ahora,
ejecuciones extrajudiciales- cualesquiera que sean las palabras con que se califiquen.
Pero, amigos míos, esta Conferencia no tiene por objeto formular acusaciones recíprocas.
Nuestro principal objetivo debe ser el de mejorar la suerte de las víctimas.
Reconozcamos que todos los países tienen problemas de racismo y discriminación.
En lugar de ocuparnos de un país o región, tratemos de partir de aquí con el compromiso de cada
país de elaborar y aplicar su propio plan nacional para combatir el racismo, de conformidad con
los principios generales que hayamos acordado.
Durante semanas y meses, nuestros representantes se han esforzado por llegar a un acuerdo
sobre esos principios. Y han hecho grandes progresos. Se ha llegado a un acuerdo sobre amplias
partes de la Declaración y Programa de Acción, incluidos textos relativos a cuestiones tan
difíciles como las de los pueblos indígenas, migrantes, refugiados y "afrodescendientes".
Amigos míos, esta Conferencia es la piedra de toque para nuestra comunidad internacional
de su voluntad de unirse sobre una cuestión que reviste una importancia capital en la vida de las
personas. No fracasemos en esta prueba. Los preparativos para esta Conferencia han promovido
una extraordinaria movilización de la sociedad civil en muchos países. Han creado expectativas
que no debemos defraudar.
Si partimos de aquí sin llegar a un acuerdo, habremos reconfortado a los peores elementos
de toda sociedad. Pero si, después de todas las dificultades, podemos partir con un llamamiento
a la acción apoyado por todos, enviaremos una señal de esperanza a las bravas personas que
luchan contra el racismo en todo el mundo.
Elevémonos por encima de nuestros desacuerdos. Hace demasiado tiempo que se
prolongan las discusiones. Hagámonos eco de la consigna que resonó en todo este país durante
las elecciones de 1994, al final de la larga lucha contra el apartheid: SEKUNJALO. Ha llegado
el momento.
-136-
Declaración del Excelentísimo Señor Thabo Mbeki,
Presidente de la República de Sudáfrica
En nombre del pueblo de Sudáfrica y de nuestro Gobierno, tengo el privilegio de sumarme
a quienes les han dado a ustedes la bienvenida a Sudáfrica y a esta histórica Conferencia
Mundial, que tiene el potencial y la responsabilidad de transmitir un mensaje de esperanza a
miles de millones de personas en todo el mundo.
Nos hemos congregado porque estamos unidos en nuestro empeño de garantizar que todo
ser humano lleve una vida de dignidad. Nos reunimos aquí porque estamos resueltos a
garantizar que nadie sea objeto en ninguna parte del insulto y la ofensa de ser despreciado por
otro u otros a causa de su raza, color, nacionalidad u origen.
Estamos comprometidos juntos a la realización del objetivo de que todo ser humano goce
de los derechos humanos en igualdad con otros seres humanos, con todo el derecho y posibilidad
de determinar su futuro y el destino de su país.
Esto significa en verdad que no se puede negar a nadie la ciudadanía por ningún motivo ni
convertir a ningún grupo en refugiados permanentes sin el derecho ni la posibilidad de crear un
hogar nacional que verdaderamente pueda considerar suyo.
Estoy seguro de que estamos resueltos a hablar con una sola voz para afirmar que ninguna
cultura, idioma o tradición de ningún pueblo es inferior ni merecedor de desprecio, burla o
destrucción. Con esto queremos dejar firmemente sentado que todos los pueblos y todas las
naciones tienen derecho recíprocamente y por igual a su identidad y a su orgullo nacional.
Nos hemos reunido en Durban porque hemos comprendido que la pobreza no es una
condición humana natural. En consecuencia, constituye un ataque directo a la dignidad humana
de todos los condenados a las privaciones y que se ven así obligados a pedir limosna, robar o
prostituirse porque son pobres o de quienes hacen uso indebido de drogas para aliviar el dolor
del hambre y la desesperación.
Comprendiendo todo esto, nos hemos reunido aquí porque nos hemos dicho que, dado que
la pobreza no es una condición natural, sino el producto de la sociedad humana, debemos, en
cuanto sociedad humana, luchar juntos y vencer la pobreza y el subdesarrollo.
Nos hemos reunido, en lo que algunos piensan que es una nueva edad de la razón, porque
sabemos que existen hoy en la sociedad humana los conocimientos y los medios para superar
efectivamente esa pobreza y subdesarrollo.
La cuestión que queda por responder es la de qué ha de hacerse para aplicar estos
poderosos recursos intelectuales y materiales de manera que la pobreza en cualquier parte llegue
a ser algo del pasado.
Ha sido necesario que nos reuniéramos en Durban porque hemos reconocido
conjuntamente que hay muchas personas en nuestro mundo común que padecen indignidades y
humillaciones porque no son blancas.
-137-
Se desprecia sus culturas y tradiciones por considerarlas salvajes y primitivas y se deniega
sus identidades. Se trata de personas que no son blancas y que se encuentran profundamente
hundidas en la pobreza. Se dice que ellas que son humanos, pero negros, mientras que se califica
a otras de humanos, pero blancos
A quienes tienen que soportar el dolor de este mundo real, les parece que los cantantes de
blues tenían razón al condenar el mundo en el que se decía: si eres blanco está muy bien; si eres
moreno, espera un poco; si eres negro, ¡vuélvete, hermano, vuélvete!
Hablo así, de una manera que a algunos les puede parecer demasiado cruda y descarnada,
pero procedo de un pueblo que ha conocido la amarga experiencia de la esclavitud, el
colonialismo y el racismo.
Es un pueblo que sabe lo que significa ser víctima de un racismo rabioso y de la
discriminación racial. Entre nosotros están las mujeres que sufrieron todavía más porque tenían
que soportar también la carga de la opresión y discriminación por motivos de género.
Debido a esta experiencia, contra cuyos resultados seguimos combatiendo hasta la fecha, y
seguiremos haciéndolo durante considerable tiempo, sabemos también lo que puede lograrse
cuando los pueblos del mundo se unen para decir que no tolerarán ya más que un ser humano
sufra a manos de otro debido a su raza, color, nacionalidad y origen.
Al darles la bienvenida a Sudáfrica les acogemos como camaradas de combate que se han
sumado a nosotros en la lucha por derrotar y eliminar el crimen de apartheid contra la
humanidad.
En consecuencia es para mí un privilegio tener la oportunidad, en el momento en que
ustedes, que representan a las naciones del mundo, se reúnen en este país, que no hace tanto era
la fuente del racismo, de expresarles una vez más la inmensa gratitud de los millones de personas
de nuestro pueblo, por no haber permanecido de lado cuando se estaba perpetrando ese crimen
contra la humanidad.
Las masas están convencidas de que cuando ustedes libraron esa prolongada batalla, lo
hicieron porque se oponían al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas conexas
de intolerancia en cualquier parte.
Esas masas celebraron que ustedes decidieran convocar la Conferencia Mundial aquí,
pensando que lo habían hecho porque tenían confianza en que también nosotros fuéramos a
seguir siendo una parte activa del movimiento mundial decidido a combatir hasta que el racismo
deje de definir el lugar de cualquier persona en la sociedad y en el mundo.
Esas masas estaban felices de que ustedes acudieran aquí, porque esto nos daría la
oportunidad de reafirmar frente a todos ustedes que la esclavitud, el colonialismo y el racismo
son fundamentalmente repugnantes.
La Conferencia nos daría la posibilidad de prometer a los pueblos del mundo que no
traicionaremos la amistad y solidaridad que les impulsó a ustedes a luchar contra el apartheid y
-138-
que, por lo tanto, nos sumaremos a ustedes en la difícil lucha por erradicar la herencia de la
esclavitud, el colonialismo y el racismo.
Quienes en nuestro universo común, a los que los cantores de blues definen como morenos
y negros, esperan mucho de esta importante Conferencia Mundial. Piensan que dará algún
resultado, que significará un movimiento mundial unido y sostenido en sus países y en todo el
mundo para ayudarles a librarse del sufrimiento que soportan porque son morenos y negros.
Mantienen esta esperanza porque su sufrimiento es real e inmenso. Y, sin embargo,
pueden también ver que hay otras personas, que son tan humanas como ellos, que llevan unas
vidas decorosas y están seguras de vivir todavía mejor en el futuro, cualesquiera que sean los
otros problemas que tengan.
Atenazados por la pobreza, temerosos del futuro, porque saben que el día de mañana será
peor que el de hoy, obligados a comportarse hacia los demás como si algunas personas fueran
inferiores y otras superiores, simplemente para obtener algo que comer, muchos seres humanos
huyen de sus tierras de desesperación tratando de llegar a toda costa a otros países donde piensan
que puede haber alguna esperanza.
Nuestra común humanidad exige que, de la misma manera que nos alzamos contra el
racismo del apartheid, nos unamos para vencer las consecuencias de la esclavitud, el
colonialismo y el racismo, que, hasta la fecha, continúan definiendo las vidas de miles de
millones de personas, que son morenos y negros, como vidas desesperanzadas.
Nadie eligió ser esclavo, ser colonizado ni ser oprimido racialmente. Los impulsos de
otras épocas hicieron que unos seres humanos perpetraran estos crímenes contra otros.
Ciertamente, el impulso de nuestra época nos dice que todos debemos hacer cuanto
podamos para liberar a quienes siguen padeciendo el racismo, la xenofobia y formas conexas de
intolerancia porque sus antepasados fueron esclavizados, colonizados y oprimidos racialmente.
Estoy seguro de que esta Conferencia Mundial dirá que no deben ya existir en ningún país,
tanto del Norte como del Sur, los guetos morenos y negros de pobreza, desesperación y
degradación humana.
Esta Conferencia Mundial tendrá que indicar lo que hay que hacer en la práctica para que
este llamamiento se traduzca en un mundo cambiado y cambiante en el que todos los seres
humanos disfruten efectivamente del derecho inalienable a la dignidad humana.
Una parte importante de nuestra legitimidad en cuanto gobiernos deriva de nuestro
compromiso de servir al pueblo. Nuestra propia experiencia nos dice que el pueblo al que
servimos siempre siente dolor cuando otro ser humano, que podría ser un ciudadano de otra
nación, siente dolor.
Para esas masas, la solidaridad humana no es un concepto ajeno. Para ellas, esta
Conferencia Mundial debe transmitir el mensaje de que los pueblos del mundo se inspiran en un
nuevo internacionalismo que dice que estamos decididos a unirnos para reparar los graves daños
humanos causados en el pasado.
-139-
La Conferencia debe inspirarles mediante el conocimiento de que, ya sea en cuanto
gobiernos, organizaciones no gubernamentales, países y pueblos, estamos decididos a dedicar
nuestras mentes, nuestras capacidades y nuestros recursos a la creación de un nuevo mundo libre
de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.
La Conferencia debe transmitir un mensaje de esperanza a los pueblos del mundo de que,
todos unidos, estamos decididos a trabajar duramente por la paz en todo lugar de nuestro
universo, para que se abran las puertas en todas partes al desarrollo más pleno y completo de
todos los seres humanos en condiciones de libertad y seguridad.
Es imperativo que se llegue en el Oriente Medio a una paz justa, estable y permanente que
tanto tiempo lleva anhelándose. El pueblo de Palestina, como el de Israel y el de cualquier parte
del mundo, tiene también derecho a lograr su desarrollo más pleno y completo en condiciones de
libertad y seguridad.
Nuestro propio continente de África merece también la paz, como cualquier otro, para
salvar a los pueblos de la muerte y la destrucción y abrir las puertas para que también nosotros
nos desarrollemos en condiciones de libertad y seguridad.
De esta manera se crearán las condiciones para que nosotros, en cuanto africanos,
iniciemos el largo camino hacia la erradicación de la herencia, que es nuestra compañera diaria,
de la esclavitud, el colonialismo y el racismo.
Hace muy poco nos despedimos de un siglo en el que millones de personas padecieron
terribles sufrimientos. Se infligió un terrible Holocausto al pueblo judío. Se impuso un horrendo
genocidio al pueblo de Rwanda. Surgieron regímenes criminales de personas dementes que
propugnaban ideologías antihumanas de superioridad racial.
Y, sin embargo, ese mismo siglo nos dio un pacto mundial en forma de la Declaración
Universal de Derechos Humanos. Dio a la humanidad en su conjunto la posibilidad de acumular
el conocimiento y los medios de realizar la noble visión contenida en ese documento.
Nos hemos reunido en Durban para comprometernos a esto y a decidir conjuntamente qué
medidas adoptaremos para garantizar que se haga lo que hay que hacer.
Una vez más, les doy la bienvenida a este país al que ayudaron ustedes a liberarse del
racismo del apartheid y espero que la celebración de esa victoria proporcione a esta Conferencia
Mundial la inspiración para producir los resultados que definan el siglo XXI como el siglo que
restableció para todas las personas su dignidad humana.
Declaración de la Excelentísima Señora Nkosazana Dlamini Zuma, Ministra
de Relaciones Exteriores de la República de Sudáfrica y Presidenta de la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial,
la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia
Al aceptar la Presidencia de esta Conferencia quisiera rendir un tributo especial a
Govan Mbeki, hijo de África y valeroso luchador contra el racismo, que falleció en vísperas de
esta Conferencia.
-140-
Gracias a los esfuerzos colectivos de la humanidad, han dejado de existir la esclavitud, la
trata de esclavos, el colonialismo y el apartheid. Se ha conseguido esa victoria porque la
humanidad no podía tolerar la opresión de unos seres humanos por otros, porque la humanidad
se ha atrevido a proclamar el principio de que todos los seres humanos nacen iguales en derechos
y dignidad. Estas nobles palabras de la Declaración Universal de Derechos Humanos son la luz
que guía las esperanzas de toda la humanidad.
Como representante de las mujeres de África, conozco los padecimientos de la esclavitud y
el colonialismo, con cuyo legado me enfrento a diario. Mi continente sufre las consecuencias de
los conflictos, la indigencia, el racismo, la marginación, la exclusión social, el subdesarrollo, las
disparidades económicas, la humillación y la indignidad, males que tienen sus raíces en las
prácticas de esos abominables sistemas.
Podemos enorgullecernos del papel que ha desempeñado esta región en la larga lucha
contra el racismo. En esta provincia, Mahatma Ghandi inició su movimiento de resistencia no
violenta que después sirvió de modelo para la lucha por la libertad en la India y en todo el
mundo. Sudáfrica cuenta con una larga historia de resistencia, simbolizada por la concesión del
Premio Nobel de la Paz al Jefe Albert Lutuli, el primer dirigente africano en recibir el premio,
que era oriundo de esta región. A pesar de los triunfos que se han obtenido en la lucha contra el
racismo, todos los países del mundo siguen luchando contra las formas contemporáneas del
racismo. Abrigo la esperanza de que al final de esta Conferencia habremos aprendido e
intercambiado con la comunidad internacional las distintas formas y medios de luchar contra el
racismo.
Esta Conferencia debe constituir un llamamiento al resto del mundo para poner fin a la
infamia del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Al tiempo que hacemos este llamamiento debemos lanzar un programa de acción decidido que
pueda ser ejecutado por todos los países a todos los niveles.
En reconocimiento de la labor que se ha llevado a cabo hasta ahora, deseo expresar mi
agradecimiento a todos los Estados Miembros por las contribuciones que han hecho en sus
regiones respectivas. Esa labor fue seguida de intensas reuniones preparatorias celebradas en
Ginebra. Hay que confesar que nuestra tarea parecía ardua e imposible de coronar con el éxito,
pero perseveramos y logramos hacer avances considerables. Debemos aprovechar la labor
realizada, teniendo presente que será difícil y doloroso hacer frente a esos problemas. Confío en
que, todos juntos, aceptaremos el reto que se nos presenta. Debemos alcanzar el éxito;
no podemos conformarnos con menos. Queremos que al final del siglo se pueda considerar que
esta Conferencia fue el comienzo de una ofensiva contra el racismo.
La Cumbre de la Juventud y el Foro de las organizaciones no gubernamentales han tratado
también de estos problemas y han instado a la Conferencia a que les deje como legado un mundo
no racial, no sexista, tolerante y en paz. No podemos defraudarlos. Esta Conferencia será un
homenaje a todos aquellos que a lo largo de los años han sacrificado sus vidas en la lucha contra
el racismo.
No quisiera concluir sin antes reconocer la encomiable labor realizada por la Alta
Comisionada para los Derechos Humanos y su secretaría. Tanto ella como su equipo han
actuado con brillantez en condiciones difíciles.
-141-
Por consiguiente, acepto humildemente las tareas de la Presidencia de la Conferencia que
me confía esta distinguida asamblea. El éxito de mi labor dependerá de la cooperación de todos
ustedes. No dudo de que todos harán todo lo posible para que esta Conferencia se vea coronada
por el éxito. Ese éxito sólo llegará si perseveramos y cooperamos en un espíritu de fraternidad.
En su libro El largo camino hacia la libertad, Nelson Mandela, el símbolo de nuestra lucha,
hizo esta fundamental observación: "He hecho una pausa para descansar, para poder contemplar
el maravilloso panorama que me rodea, para recordar el camino andado. Pero sólo puedo
descansar un momento, pues con la libertad vienen las responsabilidades y no puedo detenerme
hasta llegar al final del camino".
Abrigo la esperanza de que, al final de esta Conferencia podremos también recordar con
orgullo el camino andado para dedicarnos luego a hacer realidad el Programa de Acción y la
Declaración que aprobemos por consenso.
Declaración del Señor Harri Holkeri, Presidente de la
Asamblea General de las Naciones Unidas
Quisiera felicitarla por su elección a la Presidencia de la Conferencia. Tengo la certeza de
que, con su experiencia y sabiduría, sabrá guiar esta importante Conferencia para que se vea
coronada por el éxito.
Es para mí un honor hacer uso de la palabra ante esta Conferencia Mundial contra el
Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia como
Presidente de la Asamblea General. Esta Conferencia es una de las cinco grandes conferencias y
períodos extraordinarios de sesiones de las Naciones Unidas que se han convocado después de la
Cumbre del Milenio celebrada el pasado mes de septiembre. En tanto que Presidente de la
Asamblea se me ha encomendado el seguimiento de la aplicación de la Declaración del Milenio
aprobada por los Jefes de Estado y de Gobierno. Esta Conferencia debe aceptar ese reto y
demostrar que los Estados Miembros están verdaderamente decididos a aplicar la Declaración.
En la Declaración del Milenio no sólo se recogían los programas mundiales de desarrollo
durante el decenio de 1990, sino que también se revelaba la existencia de un singular consenso
respecto de los valores y principios de la comunidad internacional. Muchos de los objetivos y
principios de la Declaración guardan una estrecha relación con los resultados de esta
Conferencia.
En la Declaración del Milenio, los gobiernos expresaron su determinación de respetar no
sólo los derechos humanos en general, sino también, concretamente, la igualdad de derechos de
todos sin distinciones. En la Declaración se reafirmó el respeto entre los seres humanos en toda
su diversidad y la determinación de eliminar los actos de racismo y xenofobia. La Declaración
también nos obliga a proteger a quienes pueden encontrarse en situaciones de vulnerabilidad.
El racismo y la discriminación racial se encuentran entre las más grave amenazas contra la
dignidad y la libertad humanas. Las sociedades no pueden tolerar el racismo sin poner en peligro
la paz y la justicia. La lucha contra el racismo y la discriminación racial ha sido una de las tareas
primordiales de las Naciones Unidas desde su creación. La inclusión en la Carta de las Naciones
Unidas de la promoción y protección de los derechos humanos de todos, sin hacer distinción, por
-142-
motivos de raza, sexo, idioma o religión, se basaba principalmente en los sucesos que tuvieron
lugar en el mundo antes de la segunda guerra mundial y durante ésta.
A lo largo de los años la Asamblea General ha hecho una importante contribución a la
solución de los problemas del racismo y la discriminación racial, no sólo como foro político de
debate sino también como instrumento de elaboración de políticas para la creación de programas
para hacerles frente.
Los tres decenios de lucha contra el racismo y la discriminación racial, las dos
conferencias mundiales contra el racismo y la discriminación racial celebradas anteriormente, y
la celebración en el 2001 del Año Internacional de la Movilización contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, han servido para
lograr resultados en la lucha contra el racismo.
Las Naciones Unidas hicieron una importante contribución a la lucha para poner fin al
apartheid, que fue un importante logro de la comunidad internacional en su conjunto y representó
la extinción de las formas institucionalizadas de discriminación racial. Con todo, a pesar de que
los medios de comunicación de masas, los viajes internacionales y los progresos tecnológicos
acercan cada vez más a los seres humanos, asistimos a un resurgimiento de la intolerancia, de las
manifestaciones de xenofobia, racismo y discriminación racial, y de los conflictos étnicos en
todo el mundo. Se priva de sus derechos fundamentales a los migrantes, los refugiados, las
minorías étnicas, nacionales y religiosas y los pueblos indígenas. El resurgimiento de los
conflictos étnicos en muchas partes del mundo es particularmente preocupante. Han aparecido
nuevas teorías de depuración racial y étnica. La desigualdad se ha convertido en un problema
apremiante de nuestro tiempo.
Con este telón de fondo, en diciembre de 1997, la Asamblea General decidió que había
llegado el momento de que la comunidad internacional se enfrentara a la nueva oleada de
racismo y de discriminación racial. La Asamblea decidió entonces convocar esta Conferencia
Mundial para formular recomendaciones concretas y promover medidas orientadas a la acción de
ámbito nacional, regional e internacional con el fin de combatir todas las formas de racismo,
discriminación racial, xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Nos hemos reunido aquí para dar un gran paso adelante en la lucha contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. He seguido con gran
interés el proceso de preparación de esta Conferencia. Se han hecho grandes progresos en la
elaboración del documento final. Quisiera alentar ahora a todos ustedes a esforzarse por que los
resultados de la Conferencia sean un punto de referencia para las medidas que adopten en el
futuro los Estados Miembros de las Naciones Unidas. Necesitaremos no poca voluntad política y
capacidad de iniciativa para llegar a un acuerdo sobre las cuestiones que aún están pendientes.
La presente Conferencia -que, por celebrarse en el simbólico foro de la ciudad de Durban,
nos recuerda que cuando hay determinación y voluntad política puede lograrse el cambio- nos
ofrece una oportunidad irrepetible de hacer de nuestro siglo el siglo de la comprensión entre los
seres humanos, el siglo de la aceptación de la diversidad, y el siglo del respeto de las diferencias.
Hemos llegado a un momento crítico en el que cada individuo debe ser un miembro más de la
familia humana.
-143-
Tenemos una importante responsabilidad y confío en que seremos capaces de conformar
nuestras actitudes y resolver la cuestión básica de las relaciones humanas -de la relación de unas
personas con otras- con respeto y tolerancia.
Declaración de la Señora Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos y Secretaria General de la Conferencia Mundial
contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia
y las Formas Conexas de Intolerancia
Hoy da comienzo una conferencia a cuya preparación muchas personas han dedicado
largos meses de esfuerzos. Quisiera expresar mi más caluroso agradecimiento a todos los que
han participado en esa labor, en especial a la ciudad de Durban y al pueblo de Sudáfrica.
Durban es el final de un largo camino, un camino que no ha sido llano. Recuerdo ahora el
primer acto oficial de la Conferencia, celebrado hace 18 meses -una reunión de expertos en
Ginebra sobre los "Recursos que pueden presentar las víctimas de actos de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y sobre las buenas prácticas
nacionales en esta esfera"-. Son muchos los adelantos que hemos hecho desde entonces en la
comprensión del racismo en el mundo moderno. Se han celebrado cuatro conferencias
regionales, cinco seminarios de expertos y tres períodos de sesiones del Comité Preparatorio.
Han tenido lugar largas reuniones de redacción, y se han celebrado actos de todo tipo en todo el
mundo centrados en los temas que se tratarían en Durban.
Es mucho lo que hemos progresado también, no sólo psicológicamente, sino también en
nuestra labor sustantiva. En el proceso de preparación de esta Conferencia hemos tenido ocasión
de mejorar nuestra manera de enfocar la identificación de las víctimas del racismo y la
discriminación, y de determinar el tipo de recursos que pueden ofrecerse y los tipos más eficaces
de medidas preventivas. Cuando se haga el balance de la Conferencia, destacarán en el haber los
avances realizados en la comprensión de las fuentes, causas y soluciones del racismo.
Hemos sabido siempre que esta Conferencia no sería fácil. No siempre es de nuestro
agrado que nos pidan que nos enfrentemos a los problemas de racismo que tenemos más
próximos. Se tiende a decir "en nuestro país no tenemos esos problemas". Es siempre más fácil
señalar con el dedo a otros para culparlos que enfrentarnos francamente a nuestros propios
prejuicios y opiniones tendenciosas.
Tampoco nos ha sorprendido que las negociaciones fueran difíciles. Estamos tratando de
problemas a los que nos enfrentamos a nivel nacional, regional y local. Y también son los
problemas más delicados que las Naciones Unidas y la comunidad internacional deben abordar.
No debemos olvidar este aspecto a lo largo de la semana próxima.
También debemos recordar que no podemos resolver todos los problemas del mundo en
Durban.
Hace tiempo que insisto en la idea de que todos los seres humanos pertenecemos a la
misma familia. Las familias no están de acuerdo en todo, pero sí en algunos puntos básicos, y
eso es lo que les da fuerza como familias. Lo que quiero pedirles a todos ustedes es que
-144-
lleguemos a un acuerdo sobre los objetivos fundamentales de esta Conferencia, no que
intentemos resolver todos los problemas con que se enfrenta la comunidad internacional.
Para mí está claro, después de los preparativos de los últimos 18 meses, que es
imprescindible contar con nuevas estrategias para luchar contra el racismo y la intolerancia en el
mundo moderno. A quienes dicen que no necesitamos celebrar una conferencia mundial sobre
este tema, les digo que miren a su alrededor. ¿Cuántas desgracias, cuánta desigualdad, cuántos
conflictos tienen su causa en el racismo y la discriminación? Desde el punto de vista de los
derechos humanos, esta Conferencia tiene una importancia crucial. La igualdad y la no
discriminación son fundamentales para el disfrute de los derechos humanos.
El éxito de la Conferencia de Durban dependerá de que logremos encontrar soluciones y
ofrecer recursos y reparación a las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y
las formas conexas de intolerancia.
Otra de las cosas que he aprendido es que las formas contemporáneas del racismo están en
estrecha relación con el pasado. Creo que esta Conferencia sería un hito en la historia de la lucha
contra el racismo si se pudiera acordar la formulación del reconocimiento de las injusticias
históricas y a la expresión de un profundo arrepentimiento por los crímenes cometidos en el
pasado. Si lo logramos llegaremos a millones de personas de todo el mundo afirmando así su
dignidad humana. Ese mensaje llegará a todo el mundo del mismo modo que la poesía nos llega
a lo más hondo de nuestro ser.
Debemos centrar nuestra atención en los resultados y en las estrategias orientadas al futuro.
En algunos aspectos el verdadero camino comenzará después de Durban. Será entonces cuando
se pondrá a prueba lo que hemos logrado durante todos estos meses de preparación y durante la
Conferencia.
Para que Durban tenga importancia histórica deberán aprobarse textos decisivos y medidas
de seguimiento significativas. Nuestra labor durante la Conferencia consiste en entender
claramente qué medidas de seguimiento deben llevarse a cabo y quién se encargará de adoptar
las medidas necesarias, así como el modo de medir nuestros avances.
Encarezco a los representantes de los gobiernos que velen por que se comprendan y
cumplan las responsabilidades de los Estados en la lucha contra el racismo y la discriminación,
tal como ha pedido el Secretario General, por medio de programas o planes de acción nacionales.
Encarezco a las organizaciones intergubernamentales que hagan lo posible para lograr que
los objetivos de esta Conferencia se reflejen en sus actividades y velen en todo momento por que
se cumplan las obligaciones que se contraigan en la Conferencia.
Por lo que hace a la función de las Naciones Unidas, en el proceso de participación ha
quedado claro que las Naciones Unidas no sólo deben proseguir su histórica lucha contra la
discriminación, sino que deben intensificarla. Hemos escuchado los relatos de los que sufren,
hemos oído a las víctimas de la injusticia y a quienes anhelan conseguir la dignidad y la
igualdad. Por lo que a mí respecta, en este proceso he llegado a varias conclusiones firmes y me
propongo establecer una dependencia de lucha contra la discriminación bajo mi responsabilidad
directa que se ocupará de las medidas de seguimiento de los nuevos conceptos que hemos
-145-
aprendido, de la aplicación de las recomendaciones de las delegaciones y de mantener la causa
común y la movilización con la sociedad civil. Tengo el propósito de consultar a los Estados
Miembros en el próximo período de sesiones de la Asamblea General sobre el modo de
establecer procesos que permitan el seguimiento de las propuestas prácticas que se han
formulado en las distintas conferencias regionales y reuniones de expertos.
La intervención de la sociedad civil en el proceso de seguimiento es esencial. Espero en
particular que las organizaciones no gubernamentales, el foro internacional de la juventud
constituido aquí en Durban y la sociedad civil en general acepten el reto que se plantea en esta
Conferencia y forjen una alianza mundial con los gobiernos para proseguir la lucha. Tengo la
impresión de que las organizaciones no gubernamentales ya han aceptado ese reto y son
conscientes de la importancia fundamental de la lucha contra el racismo, la discriminación racial,
la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Quisiera pedir tres cosas para la próxima semana a todos los participantes, especialmente a
los delegados. La primera es la generosidad de espíritu. Los temas que nos ocupan en Durban
son de capital importancia, y no podemos abordarlos con estrechez de miras. En segundo lugar,
quisiera pedir que demos muestras de flexibilidad y de voluntad de comprender las opiniones
de otros. Sólo así haremos avances, y la urgente tarea de establecer nuevas estrategias para
luchar contra el racismo y la discriminación así lo requiere. Por último, quisiera que tuviéramos
visión de futuro. Estoy convencida de que éste puede ser un momento decisivo para la
comunidad internacional, de que, al comienzo del nuevo siglo, podemos esforzarnos por lograr
un mundo mejor y más justo.
Podemos tomar como ejemplo el concepto de africano de "ubuntu", una vieja palabra que
encierra en su significado el humanitarismo, la generosidad, el intercambio de ideas y la vida en
armonía con todo el mundo. Cuando Monseñor Desmond Tutu visitó Ginebra en el mes de abril
explicó que el concepto representa lo opuesto del egocentrismo y el egoísmo. "Ubuntu" es lo
que nos permite ser valorados, alcanzar nuestra plenitud en armonía con todas las cosas y seres
que nos rodean.
Ese es el espíritu que se expresa en la Declaración Universal de Derechos Humanos
cuando se habla del "reconocimiento de la dignidad intrínseca de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana". En la Declaración Universal se
proclama el principio de que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos y... deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Sé que algunos de
ustedes preferirían, como yo, que en el texto inglés se usara el término "sisterhood". Pero
procuremos que sea ese espíritu de concordia entre hermanos y hermanas el que anime las
discusiones de la próxima semana cuando nos esforcemos por construir un mundo en el que los
principios de la igualdad y la no discriminación sean reconocidos, no sólo en el papel, sino en la
práctica de cada día.
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Anexo III
MESA REDONDA DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO
1. El 31 de agosto de 2001, a las 15.00 horas, la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia celebró una mesa
redonda de Jefes de Estado y de Gobierno, presidida por el Excmo. Sr. Thabo Mbeki, Presidente
de la República de Sudáfrica. El Sr. Mbeki formuló una declaración.
2. El Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan, formuló la declaración de
apertura de la mesa redonda.
3. Los siguientes Jefes de Estado y de Gobierno participaron en la mesa redonda:
Excma. Sra. Vaira Vike-Freiberga, Presidenta de la República de Letonia;
Excmo. Sr. Olusegun Obasanjo, Presidente de la República Federal de Nigeria;
Excmo. Sr. Abdoulaye Wade, Presidente de la República del Senegal;
Excmo. Sr. Pedro Verona Rodrigues Pires, Presidente de la República de Cabo Verde;
Excmo. Sr. Yoweri Kaguta Museveni, Presidente de la República de Uganda;
Excmo. Sr. Yasser Arafat, Presidente de la Autoridad Palestina;
Excmo. Sr. Paul Kagame, Presidente de la República Rwandesa;
Excmo. Sr. Fidel Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba;
Excmo. Sr. Didjob Divungui Di-Ndinge, Vicepresidente de la República Gabonesa;
Excmo. Sr. Abdelaziz Bouteflika, Presidente de la República Argelina Democrática y
Popular;
Excmo. Sr. Jozo Krizanovic, Presidente de Bosnia y Herzegovina;
Excmo. Sr. Pascoal Manuel Mocumbi, Primer Ministro de la República de Mozambique;
Excmo. Sr. Denis Sassou Nguesso, Presidente de la República del Congo.
4. Formularon preguntas u observaciones a los participantes en la mesa redonda los
representantes del Canadá, las Comoras, Cuba, España, Filipinas, la Jamahiriya Árabe Libia,
Jamaica, Letonia, México y Nepal.
5. Formularon preguntas u observaciones a los participantes los representantes de las
siguientes organizaciones no gubernamentales: Law Society, National Campaign on Dalit
Human Rights y la Liga Internacional de Mujeres pro Paz y Libertad.
-147-
6. Se sostuvo un diálogo abierto en el que los participantes respondieron a las preguntas y las
observaciones.
7. Formularon observaciones finales el Excmo. Sr. Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica, y
la Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
-148-
Anexo IV
DECLARACIONES DE CLAUSURA
Declaración del Excelentísimo Señor Thabo Mbeki,
Presidente de la República de Sudáfrica
Llegamos al final de una histórica Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
Cuando nos disponemos a regresar a nuestros respectivos hogares, quiero agradecerles
muy sinceramente haber venido a Durban a participar en la importante labor realizada en las
reuniones gubernamentales y no gubernamentales celebradas durante la pasada quincena.
Quisiera también pedir disculpas por cualquier inconveniente que haya causado a los
delegados alguna falta de los sudafricanos.
Al disponernos a regresar a casa, es natural que nos hagamos esta pregunta: ¿Logramos en
Durban lo que deseábamos conseguir?
Mucho antes de concluir nuestra labor, los escépticos dijeron que la Conferencia había
fracasado. Algunos no acudieron porque son indiferentes al sufrimiento provocado por las
numerosas lacras sociales que hemos examinado.
Evidentemente, otros no asistieron porque pensaron que había otros asuntos más
importantes que la tentativa de unir a los pueblos del mundo en una lucha resuelta contra el
racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Los que nos interesamos profundamente por estos asuntos decisivos de los derechos
humanos para todos y la dignidad humana para todos acudimos, nos quedamos y afrontamos
estos temas con toda la seriedad que exigen.
Lo hicimos del mismo modo en que nos empeñamos hasta el final en la lucha por derrotar
al crimen del apartheid contra la humanidad.
Llegamos a las posiciones que hemos asumido sin equívocos. Al propio tiempo, nos
negamos a suscribir el pronunciamiento, difícil de comprender, de que los derechos humanos de
algunos sean superiores a los derechos humanos de otros.
Resistimos las presiones por suscribir la inhumana sugerencia de que la dignidad humana
puede ser repartida por el mundo en partes desiguales.
Al concluir nuestra estancia en Durban, podemos afirmar categóricamente que hemos
logrado lo que pretendíamos.
Nos reunimos aquí no sólo en calidad de gobiernos sino en calidad de pueblos del mundo.
Y como pueblos hemos lanzado una clarinada que ha resonado en todos los rincones del planeta.
-149-
Nuestro llamamiento desde esta Conferencia Mundial a los pueblos del mundo es a
combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia
con la máxima determinación y perseverancia porque son males que siguen contaminando a la
sociedad humana.
Pocos en el mundo pueden decir que no nos han escuchado. Pocos en nuestro universo
podrán decir en adelante que no actuaron simplemente porque no sabían.
Por la valentía que hemos mostrado al enfrentar el flagelo del racismo, ya no puede ser que
esta cuestión, al igual que el importante problema del sexismo, sea relegada a las márgenes de la
política social y pública.
El claro mensaje emitido por la Conferencia Mundial contra el Racismo es que la lucha
contra el racismo es una lucha por los derechos humanos, la dignidad y la erradicación de la
pobreza.
La comunidad mundial recibirá también de Durban el mensaje de que los pueblos del
mundo se han unido resueltamente para actuar contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y no sólo para condenar estos males.
A partir de hoy verán esa determinación común expresada en la Declaración y el Programa
de Acción que hemos aprobado y que todos nos hemos comprometido a aplicar.
El hecho de que hayamos aprobado una Declaración y un Programa de Acción realza el
hecho de que si tenemos la voluntad política de triunfar, podremos llegar a un consenso en torno
a todos los temas. Igualmente pone de relieve que las conferencias internacionales no son
tribunas para imponer dogmáticamente las posiciones propias.
Nos permiten sostener debates francos y abiertos para llegar a soluciones. Podemos
sentirnos orgullosos de haber trabajado honestamente para llegar a un consenso. Ninguno de
nosotros consiguió todo lo que quería, pero hemos iniciado un proceso histórico que sienta
sólidas bases para proseguir la lucha por construir un mundo mejor para todos.
Confiamos en que quienes abandonaron prematuramente el proceso aceptarán el Programa
de Acción y se sumarán a la cruzada internacional contra el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Podemos decir sin vacilar que otro logro de la Conferencia Mundial es haber señalado lo
que debemos hacer para combatir el racismo y avanzar hacia su eliminación en todas partes
del mundo.
De ahora en adelante, pocos en el mundo podrán decir que no hicieron nada simplemente
porque no sabían qué hacer.
Como el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de
intolerancia constituyen un obstáculo mundial al empeño por construir un mundo humano, es
preciso que todos los que hemos asumido este desafío nos unamos en un formidable movimiento
a favor de la dignidad de todos los seres humanos en todo lugar.
-150-
La celebración de la Conferencia Mundial nos ha brindado la posibilidad de reforzar el
proceso de desarrollo de este movimiento mundial contra el racismo, al permitirnos buscar un
entendimiento común del desafío que afrontamos y comprometernos a actuar conjuntamente.
Saludamos igualmente a la Secretaría General de la Conferencia por la importante
iniciativa de las Naciones Unidas de asegurar que los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales y la juventud centraran su atención en la lucha contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Como gobiernos quizás no estemos de acuerdo con algunas de las conclusiones a que
llegaron las organizaciones no gubernamentales. Pero ello no debe restarle peso al hecho de que
estas organizaciones constituyen un componente importante del movimiento mundial contra el
racismo del cual hemos hablado.
Tampoco debe debilitar nuestra determinación como gobiernos de trabajar en conjunto con
la juventud y el sector no gubernamental en el lanzamiento de una ofensiva unida y sostenida
para hacer retroceder las fronteras del racismo.
Ello significa también que como gobiernos debemos responder ante los pueblos del mundo
informando periódicamente de lo que hacemos para aplicar el Programa de Acción aprobado y
respondiendo a la crítica pública legítima si no actuamos.
Creo que todos coincidimos en que el compromiso de acción que hemos asumido es
también un compromiso de solidaridad de los unos hacia los otros en todo el planeta.
Debemos recordar el poderoso movimiento internacional que construimos juntos para
poder actuar unidos contra el racismo del apartheid en Sudáfrica e inspirarnos en él.
Juntos debemos expresar con nuestros actos que representamos un nuevo
internacionalismo sustentado en el reconocimiento de que la agresión contra uno es una agresión
contra todos.
De este modo infundiremos fuerza y confianza a las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia que pueden ser
demasiado débiles para actuar por su propia cuenta pero que se harán fuertes si todos
respondemos al propósito de esta Conferencia Mundial de unir a los pueblos del mundo contra el
racismo.
Quienes hemos tenido el privilegio de participar en esta Conferencia como delegados no
podremos negar que escuchamos las voces de aquellos que nunca son escuchados porque son los
olvidados, los marginados y los despreciados. Ninguno de nosotros partirá de Durban sin haber
aprendido algo nuevo. Ninguno podrá decir honestamente que se ha ido de esta ciudad sin haber
estado expuesto al sufrimiento de comunidades cuyo padecer le era antes desconocido.
Aunque no hubiéramos logrado nada más, ya habría sido bastante el mero hecho de haber
permitido a los que nunca antes tuvieron la posibilidad de romper las barreras del silencio que
contaran al mundo sus conmovedores relatos de opresión y explotación a manos de otros seres
humanos que hacen a otros lo que nunca permitirían que se les hiciera.
-151-
Ciertamente deberá ser responsabilidad de las Naciones Unidas y de todos asegurar que los
miles de millones de personas que no escucharon esos testimonios tengan la oportunidad de
conocer las flagrantes injusticias que siguen formando parte integral de una sociedad humana
que se ufana de sus conquistas en esferas tan decisivas como las de la democracia, los derechos
humanos y el imperio de la ley.
Señora Presidenta, distinguidos delegados:
Nuestro mundo contemporáneo se caracteriza por al menos cuatro rasgos distintivos.
Uno de ellos es el fin de la guerra fría y el consiguiente ascenso de algunos a una posición
de predominio exclusivo en el ejercicio del poder mundial.
El segundo, derivado del primero, es la realidad de que esta Potencia dominante colectiva
establece una agenda política y económica mundial, de la cual se deriva la aplicación de medidas
que según esa Potencia representan la esencia de lo bueno.
El tercer rasgo es el proceso de globalización, que nutre esta agenda mundial y se nutre de
ella, confiriéndole el carácter de un proceso natural frente al cual no hay ninguna alternativa.
El cuarto rasgo de nuestros tiempos es la postergación aún mayor de los que ya están
marginados del poder, lo cual los somete a imperativos que escapan por entero a su influencia
o control.
Nos reunimos en Durban para debatir lo que podemos hacer colectivamente para cambiar
las condiciones de vida de las personas afectadas por el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
En otras palabras, nos reunimos en Durban para acordar, en la medida de lo posible, lo que
debemos hacer para cambiar las condiciones de vida de quienes son hoy los más postergados y
las peores víctimas de un proceso de marginación que continúa. Más que nadie, estas masas
claman por la democracia y por que su voz sea escuchada, considerada seriamente y atendida.
Se trata de militantes incansables de la causa de los derechos humanos y el imperio de la
ley, y por tanto del derecho a llevar una existencia humana de seres iguales a los demás seres
humanos. Depositan sus esperanzas en el futuro porque creen en quienes anuncian que el
proceso de globalización traerá la prosperidad para todos.
Les complace tener la posibilidad de ser tratados como seres humanos y no como meras
cifras cambiables y desechables en una gigantesca partida ideológica que juegan los detentores
del poder para poder seguir aferrados al poder y preservar un determinado equilibrio de poder.
Pero también saben por su propia experiencia cotidiana que el futuro prometido aún tiene
que hacerse realidad. Saben muy bien que siguen siendo desiguales a otros.
La existencia que llevan y su enajenación de las instituciones del poder hacen dudar a
algunos de la eficacia de los medios democráticos para mejorar sus vidas.
-152-
Están conscientes de que no tienen ningún acceso al mundo al cual se les dice que
pertenecen como seres humanos.
Saben que del mismo modo que ayer y hoy el hambre y la miseria han sido su suerte, así lo
serán mañana.
Porque saben todas estas cosas, las masas enviaron a sus representantes a Durban para que
sus preocupaciones y aspiraciones formaran parte de la agenda global que ha de configurar
nuestro mundo en el siglo XXI.
Las decisiones que hemos adoptado deben estar incluidas en esa agenda. Su significación
nos impone asumir seriamente la tarea de convertirlas en realidad. Exige que venzamos la
oposición de quienes se benefician del silencio y la invisibilidad de las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Aquéllos seguirán argumentando que las víctimas del racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y la intolerancia conexa hacen mal en defender su causa, se equivocan al dar a conocer
el dolor que sienten.
Tal como lo intentaron aquí en Durban, nos pedirán que hablemos de cosas que no son las
que nos interesan. Porque nos consideran los habitantes de la periferia de la sociedad humana, se
empeñarán en decidir por nosotros lo que debe ser nuestra agenda.
En Durban, dijimos no a todo ello.
Al hacer lo que teníamos que hacer en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, escogimos escuchar
la voz del eximio poeta chileno Pablo Neruda:
"Preguntaréis: y dónde están las lilas?
y la metafísica cubierta de amapolas?
y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?
Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles."
-153-
No deberá ocurrir que quienes escucharon el mensaje de esperanza de Durban algún día
tengan ocasión de repetir con Pablo Neruda:
"pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón."
Les deseo un buen viaje de regreso a casa y éxito en la lucha común por librar al mundo
del demonio del racismo.
Discurso de la Excelentísima Señora Nkosazana Dlamini Zuma, Ministra
de Relaciones Exteriores de la República de Sudáfrica y Presidenta de
la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial,
la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia
En la clausura de esta histórica Conferencia, de importancia decisiva, creo que todos
coincidimos en que fue acertado celebrarla y en que se han consensuado medidas prácticas para
hacer retroceder las fronteras del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia que avanzan ominosamente en muchas partes del mundo. Me atrevo a
pensar que también estaremos de acuerdo en que era acertado que la Conferencia se celebrase en
Sudáfrica, país que ha conocido la forma más descarada de racismo institucionalizado, pero ha
sabido superarlo y convertirse en una prueba viviente de que el racismo puede ser derrotado con
el esfuerzo colectivo de la comunidad internacional.
Reunidos en esta Conferencia, como Estados Miembros, hemos estado a veces al borde del
precipicio. En cada una de esas ocasiones hemos dado un paso atrás y con ánimo renovado
hemos hecho un esfuerzo supremo para que la Conferencia sea el éxito que ha sido en realidad.
Lo hemos logrado gracias a un acto de fe audaz que nos ha sostenido hasta el final, porque sin
duda nos hemos dicho que para bien de la posteridad teníamos que echar una base firme para un
futuro de tolerancia y de coexistencia armoniosa, libre del cáncer del racismo.
En verdad, hemos encontrado nuestro camino en medio del mar turbulento de los
acontecimientos. A cada paso hemos tenido que dar una respuesta creativa a lo esperado y a lo
inesperado. Como el capullo que se abre y florece en la primavera, nos hemos puesto de acuerdo
sobre un nuevo punto de partida y un nuevo itinerario. Hemos reconocido que las exacciones de
los sistemas de esclavitud y de colonialismo han tenido consecuencias degradantes y debilitantes
en los negros, para usar una descripción amplia.
También hemos reconocido que la esclavitud es un crimen de lesa humanidad y que es
necesaria una reparación, no ya con fines monetarios, sino para restablecer la dignidad y la
humanidad de los que la han sufrido. Y nuestros pensamientos van asimismo hacia el
Oriente Medio. Estoy convencida de que en esta Conferencia no podemos sino sentirnos todos
turbados ante los sufrimientos que vemos cada día en las pantallas de televisión. Esas imágenes
del dolor de los hombres, mujeres y niños de Palestina son lo que nos ha dado a pensar que esa
cuestión debía discutirse.
-154-
En consecuencia, hemos coincidido en que una reparación clara e inequívoca constituye el
punto de partida de una larga y ardua jornada para encontrarnos unos a otros. La reparación
restablece la dignidad, la autoestima y la humanidad del ser negro, por usar una definición
amplia. También hemos acordado que habrán de adoptarse otras medidas para corregir el legado
de la esclavitud y del colonialismo y de todas las demás formas de racismo. Hemos acordado
trabajar conscientemente para levantar la dignidad de las mujeres que han sido víctimas de esos
males por su raza y por su sexo.
Hemos reconocido que sólo con gran peligro para nosotros podemos pasar por alto la
discriminación que sufren las minorías y los pueblos indígenas en todas partes como resultado de
su origen, su cultura, sus tradiciones, su idioma, su posición en la sociedad y su condición de
refugiados, así como la falta de oportunidades con que se enfrentan esos grupos. Hemos llegado,
pues, al consenso de que deben fomentarse el acceso a la enseñanza y la reforma de los
programas de estudios para que reflejen los intereses de cada grupo en cada sociedad. Hemos
pedido a los medios de información y a otras formas de comunicación social que contribuyan a
promover los valores positivos de la tolerancia, la comprensión, la humanidad ("ubuntu") y la
riqueza de nuestra diversidad en el mundo.
Hemos reconocido que la noción y el proceso de mundialización están entrando en nuestro
vocabulario y en nuestras reflexiones. También hemos reconocido que la mundialización ha
tenido consecuencias diferentes en nuestros países. Ha hecho más precarias las economías de los
países que arrastran el terrible legado de la esclavitud y el colonialismo, mientras que ha
beneficiado sobre todo a los países desarrollados.
Allí donde se ha manifestado, sobre todo en el Sur en desarrollo, ha dejado una estela de
pobreza absoluta deshumanizante, marginación económica, exclusión social y subdesarrollo.
La mundialización ha creado los refugiados económicos que huyen de la pobreza en que viven
en sus países en busca de auxilio y de mejores condiciones de vida en los países desarrollados
ricos y prósperos. Desgraciadamente, esos refugiados no han cosechado más que los males de
las peores formas de racismo y de xenofobia.
Por lo tanto, la Conferencia está de acuerdo en que ese proceso debe controlarse y
orientarse a la solución del problema más acuciante de nuestros tiempos: "la erradicación de la
pobreza". La mundialización ha generado suficientes riquezas y recursos para ello. También
hemos decidido acometer el problema de las condiciones estructurales que mantienen la
desigualdad y la iniquidad de la economía mundial que, a su vez, fomenta el subdesarrollo y la
marginación, en que hoy día se arraiga el racismo.
En el Programa de Acción y la Declaración hemos acordado unánimemente desplegar en
todos los países un ejército mundial contra el racismo para no cejar en nuestros esfuerzos por
derrotar y arrancar de raíz el flagelo del racismo. Desde las instituciones intergubernamentales
hasta las estructuras no gubernamentales y la sociedad civil hemos decidido en diversos foros
trabajar conjuntamente y aunarnos en asociaciones para impulsar nuestra acción. La Declaración
política que acabamos de aprobar es, en realidad, una declaración orientada a la acción. Ahora
los gobiernos y la sociedad civil tendrán que llevarla a la práctica.
Hemos reconocido que tras los largos siglos en que han echado raíces el patrioterismo
simplista y el pernicioso sistema de la segregación, este siglo debe servirnos de palanca contra el
-155-
racismo y liberarnos, de una vez para siempre, de esas ideologías caducas antihumanas y
antisociales cuya carga hemos venido arrastrando hasta hoy.
En esta coyuntura queremos expresar nuestro sincero y profundo agradecimiento a la
Secretaria General de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la
Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia por el excelente trabajo que ella y su abnegado
equipo de colaboradores han realizado para contribuir al éxito de la Conferencia.
Igualmente deseamos agradecer a la Sra. Diallo y al Comité Preparatorio el trabajo previo
que realizaron y que constituyó la base de nuestros debates. Expresamos nuestro agradecimiento
al Grupo de los 21 que elaboró las propuestas que nos ayudaron a avanzar. Corresponde dar las
gracias a los países que sirvieron de sede a las conferencias regionales que permitieron a los
Estados Miembros formular posturas regionales como contribución al proceso: Chile, Irán,
Francia y Senegal.
Éste ha sido verdaderamente un proceso de consulta amplio y completo. Nuestro profundo
agradecimiento también va a los miembros de la Mesa, cuya perseverancia nos ha ayudado a
llevar a feliz término nuestras labores. Mención especial merecen los intérpretes, quienes han
facilitado nuestra tarea sin escatimar esfuerzos. Y en último lugar, pero no por ello el menos
importante, deseo dar las gracias a los coordinadores regionales, especialmente el Brasil, Kenya
y México, que han dirigido los procesos paralelos con suma distinción. Expreso asimismo mi
agradecimiento a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, que han trabajado
incansablemente para el éxito de nuestra Conferencia.
Agradecemos muy sentidamente a todos los Estados Miembros que nos han honrado con
su presencia en el país que contribuyeron a liberar con su firme dedicación a la eliminación del
terquísimo sistema de apartheid, crimen de lesa humanidad. Pedimos disculpas por los
inconvenientes que hayan podido sufrir las delegaciones durante la Conferencia. Deseo también
dar las gracias al Presidente Mbeki y al Vicepresidente Zuma, así como a todos mis compatriotas
por su duro trabajo y denodado apoyo.
En la Tempestad Shakespeare nos recuerda elocuente y elegantemente nuestro mundo tan
hermoso cuando Miranda, hija del depuesto Próspero, proclama a toda voz: "Oh, mundo
espléndido y nuevo, que tienes tales gentes". En verdad, son ustedes esas gentes estupendas y
maravillosas, que se han mostrado a la altura del reto de nuestro tiempo.
Al concluir, quiero citar a uno de nuestros mejores poetas, Wally Mongale Serote, que ha
escrito estas bellas palabras en su obra Ofay-Watcher Looks Back:
"Quiero ver lo sucedido;
Luego,
Silencioso como las raíces al romper la tierra
Miro lo sucedido
Distingo si sobre las casas hay humo o polvo
Quiero ver lo sucedido
Luego,
Silencioso como las plantas que muestran su verdor
Quiero ver lo sucedido,
-156-
Cuando las casas me hacen preguntar: ¿vive alguien aquí?
Porque algo anda mal cuando pregunto: ¿está vivo ese hombre?
Quiero ver lo sucedido,
Luego,
Silencioso como la vida de la planta que te hace verla,
Silencioso como las plantas que florecen y los ojos que te dicen: algo ha sucedido."
Ciertamente, hoy ha sucedido aquí algo histórico.
Discurso de la Señora Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos y Secretaria General de la Conferencia Mundial
contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia
y las Formas Conexas de Intolerancia
Han sido unos nueve días agotadores para todos nosotros, pero creo que ha valido la pena.
Hemos recorrido un largo camino. Muchos se preguntaban si era posible llegar a un consenso,
pero lo hemos logrado y eso no es ningún resultado baladí.
Quiero rendir tributo a los delegados que han pasado por un proceso difícil, pero que en
ningún momento han renunciado a su propósito de lograr un avance en Durban.
No voy a pretender que esta Conferencia haya resuelto los problemas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. Esas cuestiones se han
debatido, pero no se han resuelto. Ahora tenemos un marco. Hemos dado un paso inicial y eso
es lo que importa. La validez de nuestro trabajo se apreciará por la medida en que haya
permitido cambiar verdaderamente la vida de las víctimas del racismo y la discriminación.
No es de sorprender que el Oriente Medio haya desempeñado un papel tan destacado
durante los preparativos de la Conferencia de Durban y en nuestras deliberaciones. Nadie puede
permanecer indiferente ante la tragedia humana que sigue manifestándose en toda su violencia en
la región. Después de la visita que hice ahí el pasado mes de noviembre, expuse mi impresión de
dos pueblos unidos por la historia y la geografía, pero hoy día separados por una enorme brecha,
cada vez más amplia, en su percepción recíproca. La violencia ha endurecido las posturas, y hay
poquísima disposición, por ambas partes, a comprender o aceptar los planteamientos de la otra.
La principal conclusión que saqué -a saber, que el único camino hacia una paz duradera y hacia
la estabilidad es el de la negociación pacífica, lo que requiere valor y responsabilidad por parte
de los dirigentes de ambos bandos- sigue siendo válida y es aún más urgente hoy.
El pasado ha estado muy presente aquí en Durban. El texto aprobado sobre los
acontecimientos pasados tiene valor histórico porque expone las cuestiones en un lenguaje
sencillo e inequívoco por primera vez en un documento de esta índole, consensuado por la
comunidad internacional.
Las frases con que se ha hecho referencia al pasado resonarán en todo el mundo y sobre
todo entre quienes todavía llevan las cicatrices de ese pasado. Ese es un resultado
importantísimo del que todos deberíamos estar muy orgullosos.
-157-
Celebro que se hayan incluido consideraciones sobre el empeño de la comunidad
internacional por integrar los países en desarrollo en la economía mundial y por evitar su
marginación. También celebro el apoyo manifestado con respecto a la Nueva Iniciativa
Africana. En ésta se proclama que los dirigentes africanos se están comprometiendo ante el
pueblo africano y ante el mundo a trabajar juntos para reconstruir el continente.
La atención se ha concentrado principalmente en unas negociaciones intensivas sobre un
texto, pero eso dista mucho de ser todo lo que ha ocurrido en Durban.
Lo que he visto esta semana es una Conferencia que se ha desarrollado a varios niveles.
Por primera vez, el mundo, con toda su rica variedad, se ha reunido para examinar el haz de
fuerzas que amenazan esa diversidad. Durban ha servido para dar voz a los excluidos y los
marginados.
Hemos oído la voz de los jóvenes: los niños romaníes, los jóvenes latinoamericanos
descendientes de africanos, los jóvenes que han sufrido la esclavitud, los jóvenes indígenas.
Nos han impresionado y emocionado con sus relaciones de lo que uno siente cuando está entre
las víctimas del racismo y la discriminación. Pero también nos han dado esperanza con su
voluntad de superar esos abusos para sí mismos y para bien de las generaciones venideras.
Durban ha puesto de manifiesto la dimensión sexista del racismo. Se han mostrado
claramente los vínculos entre la situación inferior de las mujeres, el racismo y la pobreza, y se ha
insistido en la urgencia de acometer esta faceta del problema. Hemos aprendido algo más acerca
de las relaciones recíprocas entre la salud, el estigma, el racismo y la discriminación en el
seminario sobre VIH/SIDA, y acerca del racismo y el desarrollo en el grupo de discusión
organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Hemos profundizado
nuestro conocimiento en publicaciones como la recopilación de la UNESCO de artículos e
instrumentos normativos titulada Unidos contra el racismo, el informe sobre las migraciones
internacionales, el racismo y la xenofobia preparado conjuntamente por mi Oficina, la
Organización Internacional para las Migraciones y la Oficina Internacional del Trabajo, así como
en la reunión de expertos académicos organizada por el Instituto de las Naciones Unidas de
Investigación para el Desarrollo Social sobre el tema "Racismo y política oficial".
En el Foro de las Voces del Mundo nos convencimos del carácter mundial del racismo al
escuchar los conmovedores relatos de discriminación procedentes de todas las partes del planeta.
El principal mensaje que les quiero dejar es que esta Conferencia de Durban tiene que ser
un comienzo y no un final. Tendrá que haber una acción complementaria. Los documentos que
aquí hemos consensuado carecerán de significado si los gobiernos no toman medidas al respecto.
La sociedad civil ha de ser la aliada del Estado en esta tarea y velar por que se cumplan los
compromisos contraídos.
Cobro aliento al ver las nuevas alianzas que he visto formarse en Durban: el papel que
pueden desempeñar los parlamentarios ha sido puesto de manifiesto por la Unión
Interparlamentaria; las comisiones nacionales pro derechos humanos han manifestado con fuerza
su firme propósito de desempeñar la función que les corresponde; los órganos creados en virtud
de tratados y los mecanismos especiales de la Comisión de Derechos Humanos han
desempeñado un papel activo; se ha puesto de relieve la misión esencial que deben desempeñar
-158-
los medios de comunicación social y el sector privado en la lucha contra el racismo. Y estoy
convencida de que las organizaciones no gubernamentales partirán llenas de un deseo renovado
de incorporar el programa de Durban a sus actividades. Confío en que la sociedad civil sabrá
recoger el testigo de esta Conferencia y llevarlo adelante.
Celebro las recomendaciones de la Conferencia en cuanto a la acción complementaria de
mi Oficina y mía propia y espero poder contar con la cooperación y el apoyo de los gobiernos al
llevarlas a cabo.
Nos encontramos ahora ante una serie de recomendaciones concretas: sobre planes y
programas nacionales, un trato mejor de las víctimas, unas disposiciones legislativas más severas
y medidas administrativas más estrictas contra la discriminación, sobre la ratificación y la
aplicación universales de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación Racial y de otros tratados internacionales pertinentes, sobre el fortalecimiento
de la educación (una esfera importantísima), la mejora de los recursos y las medidas correctivas
al alcance de las víctimas, y muchas otras más. En eso debemos ahora concentrar la atención.
Esa es la labor que tenemos que llevar a cabo.
Muchas personas merecen nuestro reconocimiento y deseo mencionar algunas de ellas.
Quiero, ante todo, expresar mi agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Sudáfrica por las
disposiciones que se han tomado en Durban para nosotros. La eficiencia y el buen humor de
todas las personas con quienes hemos tenido que trabajar en los últimos quince días han hecho
nuestro trabajo mucho más llevadero y memorable nuestra estancia en Durban.
Doy las gracias al Presidente Mbeki por su solidaridad a nuestro respecto durante una
semana muy difícil para él. Nuestro pensamiento está con él en este día.
Desearía pronunciar unas palabras especiales de agradecimiento a usted personalmente,
señora Presidenta, por haber desempeñado de manera tan excelente sus funciones, así como a sus
colegas, que han trabajado con tanto ahínco.
En cuanto a las delegaciones sería un agravio comparativo mencionar a un integrante más
que a otro, pero me creo obligada a dejar constancia de mi agradecimiento al Ministro de
Relaciones Exteriores de Bélgica, Sr. Louis Michel, que ha trabajado más que nadie por el éxito
de la Conferencia.
Se han dirigido con razón y merecidamente manifestaciones de agradecimiento a los
coordinadores regionales, los presidentes de los dos grupos de trabajo y cuantos han facilitado el
examen de cuestiones difíciles, y me complazco en unir mi agradecimiento a los suyos.
Sin su contribución incansable, este resultado no habría sido posible. Deseo asimismo
rendir homenaje a los muchos delegados que se encargaron de la labor de ordenación de las
distintas cuestiones a medida que iban surgiendo. Este fue también un trabajo fundamental.
Muchos delegados aportaron contribuciones de fondo a los debates, contribuciones que
desempeñaron una función menos visible, pero no por ello menos importante, para el buen éxito
de la Conferencia.
-159-
Por último, quiero dar las gracias a todos los que han permitido el buen desarrollo de la
Conferencia, los intérpretes, traductores, funcionarios de prensa y editores y a todo el personal de
apoyo que ha trabajado aquí en el Centro Internacional de Conferencias.
Todo ello ha sido, como ya he dicho, agotador y estoy segura de que todos vamos a
aprovechar un descanso, pero no para mucho tiempo. Todavía queda mucho por hacer.
-160-
Anexo V
ACONTECIMIENTOS PARALELOS Y ACTIVIDADES CONEXAS
1. Con ocasión de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la
Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia se realizaron en Durban una gran variedad de
actividades paralelas y conexas, en consulta con el Gobierno de Sudáfrica y la Secretaria General
de la Conferenciaa.
2. El Foro de las organizaciones no gubernamentales tuvo lugar en el Estadio de Criquet de
Kingsmead del 28 de agosto al 1º de septiembre de 2001. Fue la conclusión de un proceso
iniciado en la conferencia preparatoria de Estrasburgo en octubre de 2000, y contó con la
participación de 8.000 personas en representación de cerca de 3.000 organizaciones no
gubernamentales de todos los continentes. Durante cinco días, las organizaciones no
gubernamentales examinaron cuestiones relacionadas con el racismo, la discriminación racial, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia, crearon redes y alianzas y compartieron
experiencias. Se establecieron 25 comisiones temáticas, cuyos resultados se presentaron al
Comité de Redacción de la Declaración y el Plan de Acción de las organizaciones no
gubernamentales. Se celebraron talleres, exposiciones y sesiones plenarias presididas por
expertos, entre otras muchas actividades paralelas. A la ceremonia de apertura asistieron el
Presidente de Sudáfrica, Sr. Thabo Mbeki, y la Secretaria General de la Conferencia Mundial,
Sra. Mary Robinson. El Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan, pronunció
un discurso ante el Foro el 30 de agosto de 2001. La labor del Foro de las organizaciones no
gubernamentales culminó en la aprobación de una Declaración y Plan de Acción. Ambos
documentos se presentaron al pleno de la Conferencia Mundial el 4 de septiembre de 2001.
3. La Cumbre Internacional de la Juventud, celebrada en Durban el 26 y el 27 de agosto
de 2001, reunió a más de 700 jóvenes procedentes de todas las regiones del mundo y de muy
diversas situaciones culturales, religiosas y políticas. Los jóvenes intercambiaron experiencias y
opiniones sobre una amplia variedad de temas relativos al racismo, entre ellos la educación, el
empleo, la justicia, la pobreza y la economía, incluida la mundialización, los medios de
comunicación, las nuevas tecnologías de la información, como Internet, los derechos de las
minorías, las formas múltiples de discriminación, los derechos humanos y la ciudadanía, el
colonialismo y la ocupación extranjera, la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la
indemnización. Ese trabajo prosiguió durante todo el Foro de las organizaciones no
gubernamentales y concluyó con la aprobación de la Declaración y Plan de Acción de la Cumbre
Internacional de la Juventud. Estos documentos fueron entregados a la Sra. Mary Robinson,
Alta Comisionada para los Derechos Humanos, y la Sra. Carol Bellamy, Directora Ejecutiva
del UNICEF, el 2 de septiembre de 2001. La Declaración y el Plan de Acción de la Cumbre de
la Juventud se presentaron al pleno el 5 de septiembre de 2001.
4. Durante la Conferencia se celebraron 42 actos paralelos independientes en el Centro de
Exposiciones de Durban, situado en el complejo en que se desarrollaba la Conferencia.
Veintiséis de esos actos fueron organizados por órganos, organismos y programas de las
Naciones Unidas, solos o conjuntamente con otras entidades. La Secretaria General de la
a Cabe señalar que la Conferencia misma no tomó nota oficialmente de esas actividades.
-161-
Conferencia Mundial, Sra. Mary Robinson, participó en casi la mitad de todas las actividades
paralelas. Cerca de la mitad de los acontecimientos estuvieron abiertos a la participación de
todos los presentes en la Conferencia, a saber, los delegados, los medios de comunicación y los
representantes de organizaciones no gubernamentales.
5. Los órganos, organismos y programas de las Naciones Unidas organizaron las
siguientes 22 actividades paralelas: sesiones diarias de información para las organizaciones no
gubernamentales (Dependencia de enlace con las organizaciones no gubernamentales de la
Conferencia Mundial); debate sobre el tema: "El doble peligro: repercusiones del racismo y de
los conflictos armados en los niños" (Oficina del Representante Especial del Secretario General
encargado de la cuestión de las repercusiones de los conflictos armados sobre los niños); debate
de alto nivel sobre el tema: "La discriminación es un problema que nos afecta a todos"
(ACNUDH); debate sobre "Las repercusiones del racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia en el desarrollo sostenible" (PNUD); mesa redonda sobre
"El diálogo con los medios de difusión indígena" (ACNUDH); sesión de información sobre
"El trabajo en las Naciones Unidas" (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales);
simposio sobre "La cooperación para proteger mejor los derechos de las minorías" (ACNUDH);
debate sobre "La lucha contra el racismo mediante la educación para la paz y la solución de
conflictos: los frutos de la experiencia" (UNICEF); debate sobre "Las consecuencias de las
formas múltiples de discriminación para la mujer" (División para el Adelanto de la Mujer); taller
sobre "La combinación entre la discriminación por motivos de sexo y de raza" (ACNUDH);
conferencia sobre "El racismo y la política pública" (Instituto de Investigaciones de las Naciones
Unidas para el Desarrollo Social); debate sobre "Los nuevos aspectos del racismo en la era de la
mundialización y la revolución genética" (UNESCO); mesa redonda sobre "Las poblaciones
indígenas y la crisis: enfoques y estrategias para construir la paz" (PNUD); debate sobre
"La alianza mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas
conexas de intolerancia" (ACNUDH); debate sobre "El derecho de los niños a la educación"
(UNICEF y ACNUDH); debate sobre el tema "La diversidad nos atañe a todos: aplicación de
políticas de igualdad y diversidad y acción del sector privado" (OIT y ACNUDH); debate sobre
el tema "La ruta del esclavo: esclavitud y racismo" (UNESCO); debate sobre "Las voces de las
mujeres indígenas" (ACNUDH); mesa redonda sobre "El racismo y los pueblos indígenas"
(ACNUDH); debate sobre el tema "Exploración de los vínculos entre el VIH/SIDA, el estigma
que conlleva, la discriminación y el racismo" (ONUSIDA y ACNUDH); debate sobre el tema
"Género, raza y origen étnico: la mujer en la intersección de la paz, la justicia y los derechos
humanos" (UNIFEM); y debate sobre el tema "Raza y género en el contexto del Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer" (UNIFEM).
6. Las cuatro actividades siguientes fueron organizadas por las Naciones Unidas
conjuntamente con otros asociados: un simposio sobre "Las instituciones nacionales de derechos
humanos y la prevención de conflictos" (PNUD y Comisión de Derechos Humanos de
Sudáfrica); un taller para una variedad de interesados sobre el tema "La discriminación es un
problema que nos afecta a todos" (empresa de automóviles Volvo y oficina del Pacto Mundial de
las Naciones Unidas); una mesa redonda sobre "El racismo y las repercusiones y el papel de los
medios de información" (UNESCO, ACNUDH, Consejo Internacional para Estudios de
Derechos Humanos y Federación Internacional de Periodistas); y un debate sobre
"La discriminación en la salud reproductiva y los derechos reproductivos" (FNUAP y Gobierno
de Sudáfrica).
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7. Las 16 actividades siguientes fueron organizadas por instituciones y organizaciones
gubernamentales, no gubernamentales y de otra índole: debate sobre el tema "Exploración de las
convergencias entre el racismo y la creencia religiosa, con particular hincapié en la islamofobia"
(Fundación Al-Khoei); debate sobre el tema "Las voces de las víctimas" (Grupo Jurídico
Internacional de Derechos Humanos y Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica); reunión
parlamentaria sobre el tema "Acción de los Parlamentos y de sus miembros en la lucha contra el
racismo, la discriminación racial y la intolerancia conexa" (Unión Interparlamentaria y
Parlamento de Sudáfrica); debate sobre "El derecho a la educación de los niños romaníes,
gitanos y nómadas" (Save the Children Federation); coloquio sobre "La Ley de Francia de 21 de
mayo de 2001 que tipifica la esclavitud y la trata de esclavos como crímenes de lesa humanidad"
(Gobierno de Francia); coloquio sobre "La pena de muerte y la justicia restitutiva: los retos de la
iglesia al racismo institucional" (Alianza Mundial de Iglesias Reformadas y Restorative Justice
Center for Capital Cases); coloquio sobre el tema "Nueva iniciativa de África: una respuesta
africana al legado del racismo" (Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica); debate sobre
"El racismo y el occidente: la teoría de la inferioridad" (COBASE); coloquio sobre
"Las estrategias para combatir el racismo: estudios de casos comparables" (Comisión de
Derechos Humanos de Sudáfrica); debate sobre "Las voces de las mujeres africanas" (Comité
Africano de Paz y Desarrollo, Relator Especial sobre los Derechos de la Mujer en África y
Femmes Africa Solidarité); sesión sobre estrategias (Comité directivo internacional de las
organizaciones no gubernamentales); reunión sobre estrategias (The African and African
Descendants Caucus); coloquio sobre "El racismo y la administración de justicia" (Comisión de
Derechos Humanos de Sudáfrica); debate sobre la integración de los marginados, la Conferencia
Mundial contra el Racismo, y una visión del futuro (Conferencia de las organizaciones no
gubernamentales); debate sobre "La educación de los romaníes para fortalecer su identidad y
autoestima" (Aven Amentza); reunión sobre el tema "Recuperación de la comunidad humana:
un canto a la esperanza para la Conferencia Mundial contra el Racismo y más adelante"
(Spiritual and Religious NGO Caucus).
8. Algunas de las actividades paralelas fueron reuniones importantes que duraron todo un día
o más. La Unión Interparlamentaria y el Parlamento de Sudáfrica organizaron el 2 de septiembre
una reunión de cientos de parlamentarios de todo el mundo para debatir el tema "Acción de los
Parlamentos y de sus miembros en la lucha contra el racismo, la discriminación racial y la
intolerancia conexa". La reunión aprobó una declaración en la que, entre otras cosas, subrayó la
importancia de que se cumplieran y aplicaran los tratados internacionales pertinentes y reconoció
la responsabilidad personal de los parlamentarios de utilizar su influencia en la opinión pública
para promover los valores de la diversidad y la tolerancia. Otra de las actividades paralelas fue
una conferencia de tres días organizada por el Instituto de Investigaciones de las Naciones
Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), que reunió a especialistas en ciencias sociales,
historiadores y juristas de diversas regiones para presentar ponencias y dirigir debates sobre el
tema "El racismo y la política pública".
9. Se acreditó un total de 1.100 periodistas, que informaron sobre las deliberaciones de la
Conferencia Mundial. Muchos de ellos, procedentes de las diferentes regiones del mundo,
habían sido invitados mediante una beca especial del ACNUDH. La Conferencia fue televisada
en directo por la Empresa de Radio y Televisión Sudafricana (SABC), la BBC y la CNN.
Además de esta cobertura, el Talent Consortium de Johannesburgo preparó una serie de
programas de televisión y radio relacionados con la Conferencia Mundial que se transmitieron
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en 13 países de África oriental y meridional antes, durante y después de la Conferencia Mundial.
El Talent Consortium produjo también un vídeo de 30 minutos de duración que se proyectó
durante la Conferencia.
10. En Durban se publicaron dos diarios independientes sobre la Conferencia, que se
distribuyeron gratuitamente a todos los participantes. Con apoyo del ACNUDH, la Fundación
Earth Times publicó el Conference News Daily en 15.000 ejemplares, y un diario de Durban,
Mercury, sacó un suplemento especial con artículos sobre los derechos humanos, publicado por
el Centro de Documentación sobre los Derechos Humanos y el Centro de Documentación de los
Derechos Humanos del Asia Meridional. Los dos diarios de la Conferencia ofrecieron informes
actualizados sobre las actividades en las sesiones plenarias y en las sesiones de la Comisión
Principal, así como en las actividades paralelas, junto con análisis de los asuntos que se estaban
negociando, entrevistas con participantes y artículos de fondo sobre una variedad de temas
relacionados con la Conferencia. Durante la Conferencia, el sitio Web de Earth Times
registró 50.000 consultas del Conference News Daily desde todas partes del mundo.
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